El hecho ocurrió en enero del 2018 en San Javier

Dos hermanos presos por 3 años por el ahogamiento de un amigo

Carlos Horacio y Miguel Ángel Machado fueron absueltos por el beneficio de la duda por el Tribunal Penal Dos de Posadas
domingo 23 de junio de 2024 | 6:05hs.
Los hermanos fueron enjuiciados por la muerte de José Machado.  Foto: archivo
Los hermanos fueron enjuiciados por la muerte de José Machado. Foto: archivo

El 27 de noviembre del 2020 los hermanos Machado se fundieron en un abrazo y se desarmaron en llanto, luego de estar tres años en prisión como sospechosos del homicidio de un amigo que se ahogó en aguas del río Uruguay. La víctima era José Yonathan “Yoni” o “Casqueño” Machado (21), fallecido en enero de 2018 en San Javier.

Se trata de Carlos Horacio “Titín” (30) y Miguel Ángel Machado (26). Instantes antes el Tribunal Penal Dos de Posadas los había absuelto por el beneficio de la duda, luego de que el defensor Marcelo Ozuna pidiera su absolución, alegando que “quedó claro que no existe nexo causal entre la conducta de mis clientes y el deceso de la víctima”.

A su vez, María Gisela Casafús, titular de la Fiscalía de Instrucción Cinco de Leandro N. Alem, había solicitado la pena de 8 años de prisión para ambos acusados como coautores del delito de homicidio. El expediente se había instruido en Alem bajo la figura de homicidio simple y la presencia de Casafús se debió a que el fiscal Martín Rau había decidido apartarse.

Es que la figura del hecho, razón por la cual los involucrados llegaron a esa instancia en prisión, parecía, de mínima, excesiva. “Tanto esperamos este momento para demostrar nuestra inocencia y llegó”, dijeron los imputados luego del veredicto de los jueces.

La hipótesis planteada en el requerimiento de elevación a juicio por el Juzgado de Instrucción Cinco de Alem indicaba que los hermanos Machado habían tenido un encontronazo con la víctima, a quien bajo intimidaciones con un machete y una gomera luego impidieron que saliera del agua para no ahogarse.

Así el joven, que no era su pariente más allá de que compartían el apellido, murió el 4 de enero de 2018 en la zona fronteriza conocida como Puerto Yacaré.

“Nosotros no tuvimos nada que ver con la muerte de Yoni, fueron todas acusaciones por malos entendidos. Nuestros compañeros nos decían que aceptemos el abreviado porque si no acá nos iban a martillar, pero firmando eso nosotros nos hacíamos culpables de eso y no fue así, por eso queríamos llegar a juicio”,expresó Miguel a El Territorio minutos después de oír el fallo que le devolvió la libertad.

“Tantas cosas queremos hacer, cosas que estando privados de nuestra libertad sólo podíamos pensarlas. Volver con nuestras familias, poder empezar de nuevo, desde cero, hacer lo que durante este tiempo encerrados no pudimos. Quiero volver a estudiar y conseguir trabajo en una panadería, porque eso aprendí mucho, me gustaría”, proyectó entonces Miguel, el más conmovido al final del debate.

Respecto de la causa y al día del hecho, aseguraron: “Somos pescadores, ese día lo único que fuimos a hacer fue a revisar la red que teníamos en el río y ahí pasó todo eso. Fue un gran malentendido. Una tragedia. Ese día nosotros no pudimos entender lo que estaba pasando en ese momento porque Yoni Machado era como un hermano para nosotros, vivimos en el mismo barrio, entre familias. Para nosotros también fue doloroso lo que pasó”.

La defensa
Ozuna, defensor oficial de la Cámara de Apelaciones, en representación de los imputados, solicitó tras sus alegatos la absolución al considerar que en el debate “quedó claro que no existe nexo causal entre la conducta de mis clientes y el deceso de la víctima”.

Apenas tomó la palabra, el letrado hizo hincapié en las razones del apartamiento de Rau y aseguró que “a él ya le parecía una alocada aventura llegar a juicio con las pruebas que había”. También consideró que en su acusación Casafís hizo una “valorización parcializada y sesgada” de las declaraciones.

El defensor afirmó que los hermanos Machado habían ido hasta Puerto Yacaré para revisar una red de pesca que tenían en el río y que tanto el machete como la gomera que llevaban no pueden ser consideradas como “armas”, ya que la provincia y en zonas de vegetación son prácticamente de uso común.

Indicó que sus defendidos no esperaban encontrarse con Casqueño en el lugar y que apenas al llegar ambos fueron agredidos por la víctima, que luego se arrojó al río y desde allí comenzó a amenazar a los hermanos y a todos los que quisieron intervenir en la situación.

“Contrariamente a lo que dice la fiscal, nadie vio o escuchó que los imputados hayan amenazado a Casqueño. Es más, está acreditado que fue la víctima la que amenazaba a los imputados”, sostuvo el defensor.

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