El impacto de la desaparición de Loan: un caso que moviliza al país ante una realidad latente

A nivel nacional continúan abiertos alrededor de 100 casos de menores desaparecidos, que hoy vuelven a hacerse visibles a raíz de la desaparición del pequeño Loan Peña.
viernes 28 de junio de 2024 | 12:52hs.

El caso de Loan Peña, el niño de 5 años que es buscado intensamente por la región desde hace quince días luego de que desapareciera en la localidad correntina 9 de Julio, moviliza al país entero no solo por su desaparición en sí, sino por casos similares que hoy vuelven a salir a la luz y también por la preocupación que genera a cada persona la posibilidad de pensarse en una situación como esta. En Misiones, volvió a resurgir el caso de Andrea Silva, y se investiga
una denuncia por secuestro a una menor en Garupá.

“Si lo vemos desde lo social, podemos decir que ante una situación siempre nos movilizamos, más cuando se trata de chicos. Estas noticias movilizan a la gente, pero cuando se trata de chicos nos moviliza más y genera en cada persona una sensación de preocupación e inquietud respecto a lo que sucede a su alrededor. Nos moviliza tanto interiormente como a nivel social”, identificó Gustavo Benítez, psicólogo social.

En diálogo con el programa Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7, señaló que el caso del pequeño correntino se hizo público y que los medios de comunicación se adueñaron de la noticia de su desaparición y búsqueda. “Si prendes la tele o la radio, solamente se habla del caso Loan. Esto lleva a que empiecen a surgir otras cosas, como denuncias acerca de casos que nunca supimos, o que en su momento se investigaron y quedaron en la nada. Se empieza a movilizar todo eso a nivel social también”, puntualizó.

A raíz de esta desaparición, se volvieron a visibilizar casos similares que quedaron sin resolver, al igual que casos de mujeres cuyos padres les quitaron a sus bebés recién nacidos cuando eran jóvenes. “Si vivimos una situación de violencia, en algún momento nos sentimos atravesados por esa vivencia de hace un tiempo atrás y lo manifestamos. Es lo mismo con las personas que vivieron estas situaciones tan feas, que las llevaron a modificar su vida, como una violación o un secuestro. Son cosas que siguen latentes dentro de esa persona, entonces cada vez que surge algo que nos moviliza, nos trae esos recuerdos o vivencias que hayamos pasado y sentimos la necesidad de poder manifestarlo”, explicó el psicólogo.

“También sucede que la misma realidad en donde sucede un caso así lleva a que se naturalice eso. Eso queda guardado adentro de cada uno y ante un hecho, como el caso de Loan, esa vivencia vuelve a surgir y la persona se anima a ponerlo en palabras o busca que se haga visible eso que quiere denunciar”, profundizó.

Asimismo, aseguró que estos hechos generan la inquietud social de estar más atentos. “Ahora
se investiga el secuestro de la chica en Garupá y estamos todos pendientes y en alerta a lo que
pueda llegar a pasar, a que suceda algo y directamente activemos el mecanismo de defensa de
plantearnos si se trata de un secuestro o qué puede llegar a ser lo que está ocurriendo”, dijo.

“Aunque ahora no tenemos esclarecido el caso Loan, se genera esa paranoia que nos lleva a dar con miles de hipótesis y que nos tiene pendientes a lo que pueda llegar a suceder. Existe esa paranoia en relación al tema”, advirtió. Sobre este punto, remarcó que en el país hay alrededor de 100 casos sin resolver de menores de edad desaparecidos. “Nunca se supo qué pasó, si se siguen investigando o si quedaron en la nada”, completó.

A su vez, consideró que la desaparición de Loan mantiene su relevancia tanto por el lugar en el que ocurrió como por la insistencia de los medios de comunicación en el tema. “Tuvo tanta repercusión el caso y eso genera, a nivel social, que estemos todos pendientes. En casi cualquier reunión social, es seguro que hablan del tema porque los medios nos tienen al tanto de lo que pueda llegar a pasar”, ahondó.

Por otra parte, recomendó que para hablar con los niños sobre estos temas y comenzar a enseñarles herramientas de prevención debe generarse una confianza primero, a fines de que
el menor pueda contar lo que está sucediendo. “Es importante hacerles entender que no a cualquiera se le saluda o se le da la mano, que no hay que andar solo por la calle y que no hay
que hablar con desconocidos. Son pequeñas herramientas para que ellos sepan que, ante una
situación, no deben hacer ciertas cosas. No hay que generarles una inseguridad y negarles el
contacto con otros, sino enseñarles a tomar las precauciones ante alguna situación”, concluyó.

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