Informe de Domingo

Absueltos: el llanto de los inocentes y las fallas de la Justicia

Miguel Chiluk. Cecilia Rojas y Cristina Vázquez. Carlos Horacio y Miguel Ángel Machado. Laura Batista. Fueron acusados de homicidio, detenidos, imputados y enjuiciados, pero el tribunal (o, en un caso, la Corte Suprema de Justicia) entendieron que no eran culpables y los absolvieron. Cómo vivieron esos años en prisión y cuál fue la reacción al ser liberados. Sus proyectos y las dificultades de la nueva vida en libertad. Presunción de inocencia, clave. Los puntos a mejorar en la Justicia.
domingo 23 de junio de 2024 | 1:30hs.
Imagen referencial.
Imagen referencial.

Cuando un proceso penal llega a juicio y el veredicto termina en absolución, las sensaciones pueden ser muy diversas. Quién llega como imputado o sospechoso experimenta el alivio y la felicidad, sobre todo si ha llegado a esa instancia detenido. Por otro lado, es imposible no pensar que los demás actores tengan una sensación de impunidad, porque consideran que esa persona es responsable o porque sienten que perdieron tiempo en busca de la verdad, que ya es tarde para atrapar y juzgar al verdadero autor. Queda un hecho impune.

Más allá de esas tensiones y de la sensación de que la Justicia no dio la respuesta esperada por la sociedad, lo cierto es que la absolución confirma un derecho primario: toda persona es inocente hasta que no haya una sentencia firme. Esto es, incluso luego del veredicto de un tribunal en primera instancia.

"Aunque el juez, la sociedad y todos sepamos cuál fue la realidad de los hechos, si esa realidad no se ve reflejada en las pruebas aportadas válidamente y producidas en instancia de juicio no se puede usar ese conocimiento, aunque sea real, para basar una sentencia en contra de una persona", señaló la abogada y docente Luciana Sommer Aromi.

Consultada para este informe dominical, la letrada expresó que un tribunal no puede emitir sentencia basado en lo que la prensa -a la que describió como el cuarto poder- publica o lo que se reproduce en las "charlas de café". Se tiene que basar en lo que está en el expediente y valorar los planteos del Ministerio Público o la defensa.

Al respecto, este informe repasará algunos hechos que terminaron con una sentencia absolutoria, ya sea por el beneficio de la duda o también porque el debate despejó el reproche sobre la persona que se sentó en el banquillo de los acusados.

El más icónico de la historia judicial misionera es el de Cristina Vázquez y Cecilia Rojas, absueltas por la Corte Suprema de la Nación en diciembre del 2019 tras 11 y 14 años en prisión, respectivamente. Ambas habían sido condenadas en 2010 a prisión perpetua por el homicidio de Ersélide Dávalos (79).

La condena fue apelada en varias oportunidades e incluso el Superior Tribunal de Justicia la ratificó tras una orden de la Corte de que la revise. Los ministros Carlos Rosenkrantz, Elena Highton, Juan Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti consideraron procedentes las apelaciones presentadas por ambas imputadas y efectuaron severos llamados de atención al STJ.

En el caso de Jorge Miguel Chiluk, el Superior tuvo un rol diferente. El hombre fue condenado a prisión perpetua por el Tribunal Penal de Oberá en 2018, pero la defensora oficial Teresa Gómez de Roth apeló y el máximo órgano judicial de la provincia lo absolvió por falta de pruebas

Uno de los más recientes fue el de los hermanos Carlos Horacio "Titín" (30) y Miguel Ángel Machado (26), a quienes el Juzgado de Instrucción Cinco de Alem los envió a juicio por el delito homicidio simple, que contempla de 8 a 25 años de prisión. Estaban acusados de matar a José Yonathan Machado (21) en San Javier.

Lo llamativo del caso es que Yoni, como conocían a la víctima, murió ahogado en enero del 2018 y se determinó que no tenía ninguna lesión. La fiscalía planteó que el desenlace se produjo porque los sospechosos intimidaron a la víctima con un machete y una gomera, por lo que éste no pudo salir del agua.

El factor común en estos hechos son los años de la vida perdidos, consumidos en la cárcel. "Una experiencia horrible", describió Laura Viviana Batista (25), absuelta por un homicidio en Campo Viera. "Si uno es culpable se adapta a las circunstancias, no le queda otra, pero duele mucho cuando te dejan años en la cárcel sin haber hecho nada. Esta injusticia duró dos años", reclamó.

Como en todo debate judicial, lo que emerge nuevamente es el sistema mixto que rige en Misiones, la última provincia que no avanzó al sistema acusatorio, en la que el juez no tiene el doble rol de investigar y calificar su propia investigación.

"El sistema acusatorio es el único sistema que permite resguardar adecuadamente todas las garantías constitucionales del proceso. Es aquel en el cual todos los momentos del proceso penal se hacen a través de audiencia y estas audiencias nos permiten graficar claramente, acomodar y determinar los roles del proceso. Incluso hasta en esto que hablamos de la opinión pública, que la sociedad entienda lo que pasa en los procesos penales, que es tan necesario y que en los procesos mixtos no se da porque son sistemas secretos, ocultos, burocráticos", calificó Sommer Aromi.

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