Semillero de talentos
Domingo 30 de agosto de 2015
Se destacan en sus escuelas, sus compañeros siempre quieren hacer grupo de estudio con ellos; como a los demás, les encanta el recreo y la hora de educación física, la música para adolescentes y las series de moda.
Pero un don los diferencia, dominan el lenguaje de la matemática, un idioma que lo reservan para los talleres de las Olimpíadas de Matemática Argentina (OMA). Que es una experiencia extracurricular que convoca a niños desde el quinto grado a prepararse en la materia que asusta a casi todo el mundo.
Sin embargo, ellos -niños y adolescentes- no le temen, se sienten cómodos y familiarizados con los cálculos.
Para el resto son superhéroes, pueden batallar con ejercicios larguísimos poblados de fórmulas y números elevados al cuadrado y siempre salen airosos. Tienen el futuro en sus manos y no hay techo para lo que se propongan. Eso sí, el sistema educativo formal y el Estado tienen una deuda de inclusión con la juventud sobresaliente.
Carmen Ríos es la secretaria regional de la OMA para Misiones y contó que hay un grupo en la provincia de más de 60 chicos de 11 a 18 años que se entrenan para participar de las olimpíadas de matemática.
“Un chico que es olímpico tiene un futuro sin límite, le va bien en cualquier carrera universitaria que elija, porque maneja el conocimiento lógico y sabe razonar, que es algo que la escuela todavía no está pudiendo desarrollar en los estudiante”, dijo la referente.
El Territorio se reunió con un grupo de estos chicos destacados, sus padres y sus docentes. En la charla los adultos destacaron la necesidad de tener un apoyo del Estado para que más alumnos misioneros puedan desarrollar su talento. Y los chicos, desde su universo, señalaron que la matemática les abrió las puertas a una aventura de conocimiento, que son temidas porque son desconocidas; pero “una vez que le agarrás el gusto no parás de pensar en problemas y posibles soluciones”, señaló Camila Heim que cursa la secundaria en la Normal 3 de Leandro N. Alem.
Alejandro Pedrozo, que se recibió recientemente de ingeniero químico, expresó que la matemática es ingenio, “no disocia el pensamiento lógico del pensamiento creativo, por eso cada problema necesita de la creatividad para resolverlo, eso es muy personal”.
Alejo Cabral (10) y Sofía Galeano (11) ganaron la instancia provincial de las olimpíadas en la materia. Como si hablaran de un truco secreto para ganar en el Street Fighter intercambian:
-A mí a las ecuaciones me gusta resolverlas por otro lado, no usar tanto las potencias- y Luciano Bertolotti (13) aporta, “yo prefieron las ecuaciones, abrevian mucho el camino para llegar a resolver un problema”.
La profesora Carmen Ríos y las maestras referentes de OMA Nelly Alonso, Noelia Valdez de la Escuela Nº42 de Villa Cabello y Graciela Pérez de la Escuela 106 coincidieron en que el espacio del taller de OMA es muy diferente a una clase áulica en las escuelas.
En la OMA se derriban los mitos y los miedos. Los alumnos disfrutan del desafío de resolver el problema, aprenden a leer la consigna, a pensar el problema y jerarquizar los caminos posibles para resolverlos; son todas decisiones que las toman los chicos.
“No hay una maestra llamando al frente para resolver el ejercicio en el pizarrón como si fuera un castigo, no hay que repetir las tablas de memoria y no hay una única manera de resolver la consigna, hasta el resultado puede ser diferente, porque lo importante es el razonamiento que se hizo para alcanzar una respuesta”, expuso Carmen.
Los chicos expresaron que con la facilidad para la matemática tienen también una gran responsabilidad, “hay que ser solidarios, ayudar al compañero que no entiende algo, alentarlo para que se supere, todos podemos aprender”.
Por Silvia Godoy
interior@elterritorio.com.ar
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→ “Vale la pena cada hora de estudio”
→ Educar a un hijo con alto coeficiente intelectual
→ Es golfista, habla tres idiomas y quiere ser abanderado
→ Desde los 9 lee sobre medicina y necesita libros especializados
→ “Estudiar abre el camino para llegar a tu sueño”
→ El desafío de nivelar sin techo
Pero un don los diferencia, dominan el lenguaje de la matemática, un idioma que lo reservan para los talleres de las Olimpíadas de Matemática Argentina (OMA). Que es una experiencia extracurricular que convoca a niños desde el quinto grado a prepararse en la materia que asusta a casi todo el mundo.
Sin embargo, ellos -niños y adolescentes- no le temen, se sienten cómodos y familiarizados con los cálculos.
Carmen Ríos es la secretaria regional de la OMA para Misiones y contó que hay un grupo en la provincia de más de 60 chicos de 11 a 18 años que se entrenan para participar de las olimpíadas de matemática.
“Un chico que es olímpico tiene un futuro sin límite, le va bien en cualquier carrera universitaria que elija, porque maneja el conocimiento lógico y sabe razonar, que es algo que la escuela todavía no está pudiendo desarrollar en los estudiante”, dijo la referente.
El Territorio se reunió con un grupo de estos chicos destacados, sus padres y sus docentes. En la charla los adultos destacaron la necesidad de tener un apoyo del Estado para que más alumnos misioneros puedan desarrollar su talento. Y los chicos, desde su universo, señalaron que la matemática les abrió las puertas a una aventura de conocimiento, que son temidas porque son desconocidas; pero “una vez que le agarrás el gusto no parás de pensar en problemas y posibles soluciones”, señaló Camila Heim que cursa la secundaria en la Normal 3 de Leandro N. Alem.
Alejandro Pedrozo, que se recibió recientemente de ingeniero químico, expresó que la matemática es ingenio, “no disocia el pensamiento lógico del pensamiento creativo, por eso cada problema necesita de la creatividad para resolverlo, eso es muy personal”.
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-A mí a las ecuaciones me gusta resolverlas por otro lado, no usar tanto las potencias- y Luciano Bertolotti (13) aporta, “yo prefieron las ecuaciones, abrevian mucho el camino para llegar a resolver un problema”.
La profesora Carmen Ríos y las maestras referentes de OMA Nelly Alonso, Noelia Valdez de la Escuela Nº42 de Villa Cabello y Graciela Pérez de la Escuela 106 coincidieron en que el espacio del taller de OMA es muy diferente a una clase áulica en las escuelas.
En la OMA se derriban los mitos y los miedos. Los alumnos disfrutan del desafío de resolver el problema, aprenden a leer la consigna, a pensar el problema y jerarquizar los caminos posibles para resolverlos; son todas decisiones que las toman los chicos.
“No hay una maestra llamando al frente para resolver el ejercicio en el pizarrón como si fuera un castigo, no hay que repetir las tablas de memoria y no hay una única manera de resolver la consigna, hasta el resultado puede ser diferente, porque lo importante es el razonamiento que se hizo para alcanzar una respuesta”, expuso Carmen.
Los chicos expresaron que con la facilidad para la matemática tienen también una gran responsabilidad, “hay que ser solidarios, ayudar al compañero que no entiende algo, alentarlo para que se supere, todos podemos aprender”.
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interior@elterritorio.com.ar
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