Diego Pereira tiene 14 años y va a segundo de la de Comercio 18 -con promedio perfecto-; tiene claro su sueño, estudiar medicina cuando complete la secundaria.
Pero también sabe que será difícil, su familia no podrá costear los estudios y actualmente ahorra cada peso para comprar libros de ciencias.
“Hablamos con mi madre, pero no creo que pueda ir a la facultad de medicina, quizás estudie enfermería”.
No recuerda cómo se interesó por los libros de medicina, pero tiene presente que tenía 9 años cuando ya leía sobre anatomía y conocía los nombres de órganos y músculos y sus funciones. En la escuela recibe apoyo de profesores y sus compañeros le consultan sobre temas de biología. “Si puedo ayudar, lo comparto, no hay que guardarse los conocimientos”, dijo. Precisa libros especializados, “en internet hay mucho, pero confío más en los libros específicos”.
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