SI QUERÉS RECIBIR ALERTAS CON NOTICIAS DE ÚLTIMO MOMENTO ENTRÁ ACÁ!!!

Adolescentes y adultos en comunión

La lectura como nexo, como vínculo amoroso y transmisión de un legado

Más allá de que el chico lea más o menos que su padre, su tía o su vecindad, repensar a la literatura como una forma de encontrarnos nos enriquece
domingo 30 de junio de 2024 | 6:05hs.
La Biblioteca Popular Posadas tiene un espacio ideal para despuntar el ocio de la literatura.
La Biblioteca Popular Posadas tiene un espacio ideal para despuntar el ocio de la literatura.

Leer, narrar, relatar, actuar son formas de contar, absorber y transmitir historias. Y aunque antes los libros figuraban como la única vía de escape posible, la única apertura al mundo, a la sabiduría la filosofía, el lenguaje, las tradiciones y la revolución, hoy hay tantas maneras de leer o conocernos como dispositivos usamos a diario. Y por eso, en la medida a la que tengan acceso, los jóvenes actuales se atavian de todas las herramientas a su alcance para conocer la sociedad y abrirse su paso en ella.

Bajo esta premisa trabajan desde la Biblioteca Popular Posadas, que cosecha más de 100 años conviviendo en comunidad en torno a la cultura.

“¿Cuánta distancia real hay entre ese grupo humano de las cavernas -que se juntaban alrededor del fuego a escuchar historias- con lo que hacemos hoy? De algún modo es lo mismo, es el poder de la palabra y la necesidad de comunicarse con el otro, de transmitir”, comenzó reflexionando Laura Abián, referente del centenario espacio.

Con esa filosofía es que sostienen la importancia de las rondas de lectura como espacio de encuentro. “Hay una necesidad de escuchar. Por eso, para nosotros, la lectura en voz alta es una práctica que hacemos mucho, que convocó mucho en la última Feria del libro de Posadas y que se ve por ejemplo en otros espacios que toman la palabra como Poesía de Miércoles”, agregó la escritora y dramaturga.

En ese sentido remarcó que los libros son significativos en tanto y cuanto formen parte de la vida. “Los libros por sí solos son artefactos imperfectos. Vos ponés un libro arriba de una mesa y no pasa nada, lo tenés que hacer andar y para eso tiene que haber una persona que le dé un libro a otro, que se lo recomiende, que se lo lea, que le diga: ‘esta parte te va a encantar’. Tiene que ver con el legado, con la transmisión”, definió.

¿Y qué les transmitimos, entonces, a las nuevas generaciones?

“Hoy es una preocupación si los chicos leen o no, pero ¿y los adultos leen? Creo que tenemos que hacernos cargo en serio de esto”, alertó Abián aclarando que tiene una visión integrada más que apocalíptica entre la relación lectura y redes.

El entorno en el que se desenvuelve una persona es clave y no sólo el estímulo sino la posibilidad de acceso a los libros también es parte del complejo entramado que está en análisis.

Actualmente hay un nicho de literatura infanto juvenil que crece como un mercado gigante año a año y que hace unas décadas no existía, aunque eso no signifique siempre mayor accesibilidad.

“Lo juvenil está pensado como un público específico y en muchos casos está escrito por los mismos chicos. Hay fenómenos de youtubers o booktubers que recomiendan libros. Eso demuestra que los chicos leen, pero uno tiene que hacerse la pregunta de cómo está repartido ese mercado. Porque así como sucede con los bienes más básicos, los simbólicos y culturales también están repartidos de manera inequitativa. Entonces no todos tienen las mismas posibilidades de acceso”, describió Abián.

“Y eso de algún modo estalla en la escuela, porque es el lugar donde te evalúan por leer y escribir, donde vos necesitás tener esas competencias para poder para seguir avanzando”, marcó.

Es una realidad que la atención que exigen las pantallas no es la misma para leer conscientemente y analizar un texto durante horas, por eso, desde espacios como las bibliotecas populares lo que se prioriza es lo humano, las letras como excusa de encuentro.

“Tiene que ver con un vínculo afectivo y tiene que ver con la vida misma. Acá los chicos que se vuelven lectores son chicos que siguen viniendo y que nos conocen y hemos tenido el privilegio de verlos crecer”, relató Abián sobre la comunidad de la que forma parte.

Así, la biblioteca instalada en el centro de Posadas, es como una mágica y atemporal ventana a universos distintos donde cientos de chicos eligen pasar su tiempo. El boca en boca en los recreos provoca que bandadas de adolescentes lleguen a compartir lecturas o pedir título especiales.

Incluso es usual que aparten un libro o lo dejen fuera de la vista regular para continuar su lectura o hasta intercambian mensajes y recomendaciones escritas en papeles escondidos entre las páginas.

Pero aunque las estadísticas se enfoquen en ciertos recortes, y puedan arrojar que hoy el abanico de posibilidades para los jóvenes es mucho mayor y son mucho más lectores o que fallan en lectocomprensión mucho más que antaño, lo cierto es que más allá de las particularidades de cada hogar, el compromiso de familia, escuela, agentes culturales radica en el poder del diálogo.

“Está bueno repensar los vínculos con nuestra gurisada, ¿qué le estamos dando, qué mundo le estamos mostrando, qué le estamos legando? Y ahí, una parte también es la literatura, los libros la cultura, el arte en general. Lo que falta hoy son las oportunidades, los momentos y los espacios donde uno pueda construir un vínculo. Y yo a veces me pregunto si los adultos tienen ganas de construir un vínculo con los chicos”, deslizó Abián.

Fantasía al poder
Tanto en la Biblioteca Popular Posadas como en librerías y grupos de adolescentes consultados, lo que más se repite entre los preferidos por la juventud es Harry Potter.

“Harry Potter nunca pasa de moda”, sentenció Gian Pablo (12). “Cuando se me termina un libro, siempre vuelvo a leer Clemente o Mafalda”, sumó Oliverio (13).

Los chicos dan cuenta de los viejos nuevos clásicos y tal como explicó Abián tanto las historietas como sagas “sirven mucho para generar autonomía en la lectura”. “Las sagas ayudan a empezar a leer cosas más largas y más complejas eventualmente. La de Harry Potter son seis libros y los últimos tienen como 3.500 páginas, tenés que ser un lector de largo aliento para sostenerlo”, manifestó Abián sobre esta serie bisagra, con la que muchos se prueban y animan a empezar.

Las sagas de Narnia o Green Creek son otras populares como también la de Heartstopper, que tiene su serie audiovisual a tono.

En la librería Tras los Pasos también hay secciones que los púberes no pasan por alto y visitan frecuentemente como las de manga y animé o lo fantástico. Otro nicho muy popular es el de los youtubers que generan sus propios libros. Mientras los de más de 16 años ya ahondan en el terror con Stephen King, por ejemplo, o novelas como Wonder, la lección de August, Bajo la misma lluvia, A través de mi ventana o Anne de las tejas verdes.

“Los chicos empiezan a leer porque otros les cuentan historias, otros les leen libros, les regalan libros. Entonces acá en la biblioteca, somos afortunados, porque ese dar de leer es un acto que hacemos cotidianamente. Más allá de que venga un grande o un chico a buscar un libro específico, nosotros siempre le recomendamos algo, que tiene que ver con la labor de transmisión que hacemos de generación en generación, con el mundo que le queremos mostrar”, alegó Abián.

“Somos unos convencidos de que la literatura efectivamente le mejora la calidad de vida a la gente, te pone en otro lugar”, resumió.

Temas de esta nota
¿Que opinión tenés sobre esta nota?