Colonos agricultores venden sus productos en los pueblos cercanos
Lunes 27 de julio de 2015
Un grupo de agricultores perteneciente al barrio Santa Rosa de Lima ubicada en el kilómetro 1, ofrecen sus productos en los puestos emplazados en la Plaza San Martín (zona oeste) o en el museo cooperativo (zona este) los fines de semana.
En las mesas se ofrecen variados productos de las huertas o chacras, como ser poroto, lechuga, acelgas, maníes, mandioca, zapallos, envasados, gallinas, lechón entre otros.
Según la productora Georgina Rivas, las ventas son buenas, las ventas oscilan entre 600 a mil pesos, las ventas se realizan desde las 8 a 13 horas.
“Se puede vivir dignamente en la chacra, el secreto es trabajar, ser constante”, señalo la mujer.
Mientras sus compañeras asienten y manifiestan que incluso se puede realizar gastos con respecto a los estudios de los hijos, aunque lamentan que no tienen ayuda del estado provincial y de ningún ente.
“Hace más de cinco años que no hemos recibido nada, hacemos con nuestro propio esfuerzo, si tuviéramos algún proyecto, las cosas podrían mejorar”, agrego Norma Leverch, que posee siete hectáreas que divide en tres chacras, las cuales comparte con sus hijos.
Cerca de 40 familias trabajan en las chacras, sobre 120 familias que viven en el barrio de colonos, lugar que necesitan regularizar las tierras, “tenemos permisos de trabajar las tierras, somos productores, estamos realizando los trámites para lograr el título de propiedad, si no nos movemos nadie nos ayuda”, comentó Roberto Segovia, referente de los productores.
Todos los productores trabajan con su familia, cuando es de temporada de plantación, la jornada comienza a las 7 hasta cerca del mediodía, por la tarde realizan entre tres a cuatro horas. Los gastos son aplicados en los insumos, envases, media sombra, tejidos, mangueras.
A pesar de las bonanzas de la chacra, el temporal pasado afectó mucho a las plantaciones.
“Hemos plantado tres veces la lechugas, en las dos primera hemos perdido todo”, dijo Georgina.
Asimismo, el productor Ángel Tuze expreso que hace nueve años que trabaja en el predio, “tenemos muchas plantaciones, vivimos bien, claro si tuviéramos ayuda las cosas cambiarían, nunca hemos recibido nada”.
Coinciden que trabajar las tierras no es tarea fácil, pero con el tiempo se puede lograr un buen pasar.
“Me molesta ver tanta gente pidiendo cosas, cuando tranquilamente pueden trabajar para vivir, además hay ayuda para los chicos a que estudien, lo que pasa que se perdió la costumbre de trabajar, el estado debe volver a incentivar”, opinó Segovia.
:: Notas relacionadas
→ El desafío en las colonias es vivir de lo que se produce en las chacras
→ El mal estado de los caminos y la accesibilidad
→ El éxodo de los jóvenes afecta a las comunidades rurales
→ La funeraria funciona en el mismo salón que la escuela
→ Otro tema pendiente en las colonias: la inseguridad
En las mesas se ofrecen variados productos de las huertas o chacras, como ser poroto, lechuga, acelgas, maníes, mandioca, zapallos, envasados, gallinas, lechón entre otros.
Según la productora Georgina Rivas, las ventas son buenas, las ventas oscilan entre 600 a mil pesos, las ventas se realizan desde las 8 a 13 horas.
Mientras sus compañeras asienten y manifiestan que incluso se puede realizar gastos con respecto a los estudios de los hijos, aunque lamentan que no tienen ayuda del estado provincial y de ningún ente.
“Hace más de cinco años que no hemos recibido nada, hacemos con nuestro propio esfuerzo, si tuviéramos algún proyecto, las cosas podrían mejorar”, agrego Norma Leverch, que posee siete hectáreas que divide en tres chacras, las cuales comparte con sus hijos.
Cerca de 40 familias trabajan en las chacras, sobre 120 familias que viven en el barrio de colonos, lugar que necesitan regularizar las tierras, “tenemos permisos de trabajar las tierras, somos productores, estamos realizando los trámites para lograr el título de propiedad, si no nos movemos nadie nos ayuda”, comentó Roberto Segovia, referente de los productores.
Todos los productores trabajan con su familia, cuando es de temporada de plantación, la jornada comienza a las 7 hasta cerca del mediodía, por la tarde realizan entre tres a cuatro horas. Los gastos son aplicados en los insumos, envases, media sombra, tejidos, mangueras.
A pesar de las bonanzas de la chacra, el temporal pasado afectó mucho a las plantaciones.
“Hemos plantado tres veces la lechugas, en las dos primera hemos perdido todo”, dijo Georgina.
Asimismo, el productor Ángel Tuze expreso que hace nueve años que trabaja en el predio, “tenemos muchas plantaciones, vivimos bien, claro si tuviéramos ayuda las cosas cambiarían, nunca hemos recibido nada”.
Coinciden que trabajar las tierras no es tarea fácil, pero con el tiempo se puede lograr un buen pasar.
“Me molesta ver tanta gente pidiendo cosas, cuando tranquilamente pueden trabajar para vivir, además hay ayuda para los chicos a que estudien, lo que pasa que se perdió la costumbre de trabajar, el estado debe volver a incentivar”, opinó Segovia.
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