El desafío en las colonias es vivir de lo que se produce en las chacras

Lunes 27 de julio de 2015
En Colonia Torta Quemada, a 20 kilómetros de 25 de Mayo, Delmar Márquez junto a su pequeño hijo. | Foto: Natalia Guerrero
La provincia de Misiones creció tanto en población como en infraestructura en los últimos años. Sin embargo, a pesar de su desarrollo, existen muchos pueblos que se conservan detenidos en el tiempo, incluso en su génesis.
En consecuencia, existen municipios que conservan la expresión de colonia incorporada a su denominación. Pero su aplicación es amplia en la provincia.
De esta manera, cabe preguntarse si el cartel sobre la ruta 12 que reza “Bienvenidos a la ciudad de Colonia Wanda” es correcto y si Colonia 25 de Mayo aún le cabe a la hoy localidad del centro-este, aunque sólo tenga un semáforo.
De igual manera, existen “colonias” que se identifican por sus picadas, como Propaganda, Libertad, Paraguay, El Puma, Tambor de Tacuarí (en Aristóbulo del Valle); y Mandarina, Lapacho, Lechuza, Bananera, Guaraní (en El Soberbio).
En una recorrida realizada por El territorio en el corazón de las colonias en distintas localidades, los vecinos consultados coincidieron en señalar que el éxodo de jóvenes, el mal estado de los caminos y la falta de transporte público son problemáticas recurrentes en las distintas comunidades.
Sin embargo, a pesar de las adversidades, muchos colonos permanecen en estas comunidades y plantean el desafío de vivir de lo que en ellas producen.
Como es el caso de Bernebé Horacio Stryluk (35) de Colonia Pindaytí, en Aristóbulo del Valle, quien indicó maneja un almacén de ramos generales y afirmó que vivió toda su vida en la zona.
"La gente que vive acá, nació y creció en la colonia. Somos todos segunda generación, muchos se fueron a Posadas entre los años 1999 y 2005, durante las épocas de la crisis. Pero el que no vendió su chacra, volvió", expresó.
La mencionada comunidad se caracteriza por las plantaciones de yerba mate y té verde y tabaco, por lo que muchos de los pobladores que allí residen son peones rurales que se dedican a la tarefa y al trabajo durante las épocas de cosecha.
"Se vive sin plata porque cobramos en cheque. Yo trabajo en la tarefa y en la chacra, igual que toda la gente que vive en Pindaytí", manifestó Sergio Pellizer (47), que también se crió en la zona.
De igual manera, en la vecina localidad de 25 de Mayo, Delmar Márquez (36) afirmó que no hay nada mejor que vivir en Colonia Torta Quemada.
"Es una colonia de gente pobre, muchos son tareferos, otros tienen chacras, son camioneros. Uno se rebusca para salir adelante, hay muchos problemas de caminos. Para salir al asfalto, hay que recorrer 17 kilómetros y un sólo colectivo llega al pueblo, pero este no entra cuando llueve", explicó Delmar, que esperaba a su familia que volvía de Posadas en colectivo.
“Vivir en la chacra es lo más lindo porque convivís con la paz, pero la única diferencia es que cuando te vas a la ciudad podés hacer todos los trámites juntos, y tampoco existe el kiosco de la equina para ir a comprar lo que te faltó”, comenzó a explicar Yolanda Azcona (58), sobre lo que significa vivir en la colonia.

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