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Muchos no pueden pagar los pasajes de colectivo hacia el hospital u otros centros

Se incrementa la demanda de atención de adultos mayores en los Caps

Además de recurrir a los profesionales también hacen uso de la farmacia. Por la quita de cobertura en algunos medicamentos, compran sólo lo que es prioritario
sábado 29 de junio de 2024 | 6:06hs.
Las farmacias de los Centros de Atención Primaria de la Salud cuentan con un amplio stock de fármacos. Foto: Marcelo Rodríguez
Las farmacias de los Centros de Atención Primaria de la Salud cuentan con un amplio stock de fármacos. Foto: Marcelo Rodríguez

Los adultos mayores y los jubilados fueron siempre el escalafón más postergado de la sociedad. La pérdida del poder adquisitivo de las jubilaciones que afecta hasta la posibilidad de compra de los elementos de consumo básicos y la disminución de la cobertura en los medicamentos los convierten en ciudadanos desprotegidos y cada vez más vulnerables. Muchos tienen que seguir trabajando para poder subsistir y los que tienen suerte cuentan con la ayuda de los hijos o algún otro familiar.

En ese marco, entre pagar los servicios y comer todos los días, la salud suele ser el área que más se deja para después. Esto se evidencia en la merma de la compra de algunos medicamentos que no tienen cobertura del 100% de las obras sociales. Asimismo, se ve en el incremento de la demanda de atención médica y retiro de medicación de los adultos mayores en los Caps barriales porque la situación económica actual no les permite siquiera poder pagar un pasaje de colectivo urbano para trasladarse hasta los hospitales o el centro de la ciudad.

“Vivo con mi hija, tengo suerte porque tengo una familia muy buena. Cobro una jubilación mínima (poco más de $200 mil). Tengo tres hijos y todos me ayudan, somos dos adultos mayores en la casa y es muy bajo lo que cobramos, gracias a nuestros hijos estamos bien”, compartió a El Territorio Ramona Enríquez (62), jubilada del barrio Latinoamérica que estaba esperando que le tomen la presión en el Caps de dicho barrio.

La mujer, que vive con una de sus hijas, sostuvo que consume enalapril, que tiene una cobertura del 100% del Pami, pero también Alplax (alprazolam), por el que debe abonar poco más de $2.000 porque la cobertura no es total. “Tengo para artrosis también, pero eso es medio pasajero, me cubrió la mitad, pero no sé el precio porque lo pagó mi hija”, dijo.

Esperando por una operación en la vista que le harán muy pronto, destacó: “Soy una de las privilegiadas, hay gente que no tiene familia y se tiene que arreglar sola. Están carísimas las frutas también, pero mis hijos me ayudan, una semana compro yo, las otras semanas se turnan entre ellos”.

Concurrencia a los Caps
“Hay una alta demanda por la crisis económica que están atravesando, por ejemplo, no pueden ir al centro porque no tienen para su pasaje, por eso nosotros le brindamos la atención a ese paciente y le damos la ayuda en lo que podamos, comentó a El Territorio, Mariela Borges, encargada del Caps 2 de Abril, del barrio Guazupí.

Se trata de una zona que tiene mucha población de adultos mayores, reconoció Borges, y que generalmente no tienen ningún tipo de cobertura por lo que están incluidos en el plan Sumar.

“Tenemos carpeta de prolongados, pero ese paciente que no tiene obra social es más preocupante que el que sí la tiene. Por más que cueste, Pami o IPS tienen un beneficio. El paciente que no tiene obra social es una problemática más grande”, comentó y agregó: “Nosotros tenemos que asistir, si viene un paciente con obra social y no tiene su medicación porque no llega hasta el centro, se le da un mínimo hasta que él pueda hacer su receta y pueda irse a su obra social”.

En este Caps, al igual que los demás consultados, la mayoría de los pacientes acude por patologías crónicas como diabetes, hipertensión, Epoc y otros.

“Estamos implementando realizarle carpetas para que tengan un beneficio también en las farmacias del Ministerio de Salud o bien en la de los hospitales más grandes”, sumó.

Por su parte, María Couto, responsable Caps del barrio Belén, dijo que la concurrencia de adultos mayores “se incrementó muchísimo, tenemos alrededor de 20 pacientes por día”, cuando antes atendían a un promedio de diez.

“Acá los atendemos en el día, a diferencia del hospital que te puede dar para dentro de un mes. Antes teníamos diez pacientes, teníamos que sacar a los promotores para hacer captación para traerlos al Caps y ahora todos los meses contamos con la gente que viene sola. Los adultos mayores tienen que venir todos los meses para hacerse su receta y retirar su medicación. Si tienen obra social retiran igual su medicación acá”.

Al ser un Caps municipal -al igual que el 2 de Abril y el Latinoamérica- los medicamentos los provee el municipio y Nación a través del programa Remediar.

“Tenemos también la ayuda con la trabajadora social que realiza la visita, si nosotros le podemos gestionar algunas cosas que estén dentro de nuestro alcance, se le colabora con asistencia de módulos alimentarios, ropa o zapatillas, porque está difícil la situación. Algunos pacientes no llegan ni con el pasaje para ir hasta el hospital para buscar otra medicación que no haya acá”, lamentó.

Mientras, Graciela Saucedo, encargada Caps Latinoamérica, del barrio de igual nombre, aseguró que siempre tuvieron mucha demanda de atención de los adultos mayores con enfermedades crónicas, “pedimos otro médico clínico porque no nos alcanzaba con uno solo”, atienden unos 24 adultos mayores por día.

Compran lo prioritario
Vania Ilchuk, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de la provincia, sostuvo que hubo un descenso en la compra de ciertos fármacos por parte de jubilados con la modificación del vademécum de Pami para la cobertura del 100%.

“Si bien los medicamentos subían, había muchísimos que estaban dentro del vademécum y la cobertura seguía siendo 100%, por lo tanto el jubilado no lo percibía tanto. Ahora hay medicamentos que se han sacado del 100%, no así los crónicos, esos medicamentos que sí o sí el adulto mayor los debe consumir por una patología como la diabetes, para tratar la hipertensión, para el colesterol, problemas cardíacos. Se sacaron otros medicamentos que no son de uso tan cotidiano, que la persona mayor lo consume ante una eventualidad”.

Estos bajaron a una cobertura de entre el 40% y el 80%, remarcó Ilchuk y añadió: “Depende de cuánto sea el costo el jubilado te lo lleva, sino no, porque la mayoría de las medicaciones para el jubilado son bastante onerosas, entonces un coseguro que tenga que pagar entre $3.000 y $8.000 le representa mucho para lo que es su jubilación”.

Nombró dentro de este grupo de fármacos sin cobertura total a ciertos antiinflamatorios, antibióticos, antimicóticos, cremas o protectores gástricos.

“Que vos le tengas que decir que todos los meses tiene que pagar por tres medicamentos que ya no tienen tanta cobertura, que pueden ser unos $17.000, ya es plata para ellos con lo poco que cobran y lo caro que está todo hoy en día”, comentó.

Obviamente que el que tiene alguna patología crónica lleva lo específico porque sabe que sí o sí lo tiene que tomar y lo otro que puede dejar de lado lo deja”, indicó. Respecto a otras obras sociales comentó que también hubo una reducción en las coberturas.

“Hay varios medicamentos que no son de uso habitual que han pasado a un vademécum que se llama eventual que tienen solamente un 40% de cobertura, estos medicamentos no tienen un precio diferenciado como la mayoría de los medicamentos que tienen cobertura de Pami, sino que tienen el precio público real y sobre ese se hace el descuento del 40%, o sea, que son mucho más caros”, contó.

Para finalizar, comentó que los farmacéuticos y médicos pueden recomendar otros antiinflamatorios y analgésicos “que todavía siguen teniendo cobertura o una cobertura mayor por los que los pueden suplantar”.

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