Más de 500 pacientes al mes reciben atención fonoaudiológica en el Hospital Barreyro

Del total, 400 son atendidos por consultorio externo y aproximadamente 180 se atienden por interconsultas. Tres fonoaudiólogas atienden a chicos de Misiones, Corrientes y Paraguay. Las consultas más frecuentes refieren a alteraciones del lenguaje, alteraciones de la deglución, disfagia y estudios de audición.
jueves 27 de junio de 2024 | 18:00hs.

La fonoaudiología se enfoca en mejorar la calidad de vida del paciente a través de tratamientos que abarcan áreas de la comunicación, el lenguaje, la audición, la voz, la fonoestomatología y la deglución, evitando la desnutrición y la necesidad de alimentación forzada. Esta rama logró visibilidad en los últimos años no solo en el país sino también en la provincia de Misiones, sobre todo en niños pequeños o en edad escolar.

En este sentido, en el Hospital Pediátrico Fernando Barreyro de Posadas, más de 500 pacientes al mes reciben atención y del total, 400 son atendidos por consultorio externo y aproximadamente 180 son por interconsultas. Allí, tres fonoaudiólogas atienden la demanda de chicos de Misiones, Corrientes y Paraguay. Las consultas más frecuentes refieren a alteraciones del lenguaje, alteraciones de la deglución, disfagia y estudios de audición.

En diálogo con El Territorio, la responsable del servicio, Marianela Pajón, contó que hay poco recurso humano para cubrir la demanda existente. “Atendemos aproximadamente 400 pacientes por mes por consultorio externo y un aproximado de 180 pacientes de interconsultas de deglución y alteraciones de la deglución y disfagia en el ámbito de la internación del Hospital de Pediatría. Tenemos un aproximado de unos 100 pedidos mensuales de interconsultas del Hospital Materno Neonatal”, explicó la profesional.

A su vez, detalló que por un lado el servicio funciona en el consultorio externo, y por otro lado en el área de internación. Al mismo tiempo son interconsultores del área de deglución y disfagia para la internación del Hospital Materno Neonatal. Según comentó, los especialistas del nosocomio trabajan en tres áreas de la fonoaudiología. Una de ellas es el área del lenguaje y la comunicación, la siguiente es el área de la deglución y la fonoestomatología,  alteraciones de deglución y disfagia. Y otra área es todo lo referido a audición. 

“Tenemos una demanda aproximada a esta altura de junio de 500 pacientes para comunicación y lenguaje que están esperando una evaluación para realizar su carnet de discapacidad, para poder enviar los informes a las escuelas o a otras terapias, o para poder pensar en un inicio de un tratamiento fonoaudiológico. Desde el año pasado tenemos una demanda de 665 personas esperando para poder realizar los estudios de audición”, sostuvo la responsable del servicio. 

Entre los 500 pacientes que pidieron turno -entre enero y febrero-, el servicio aún no pudo cubrir la demanda al igual que los 665 que corresponden al área de audición desde aproximadamente agosto del año pasado. El servicio cuenta con tres profesionales en este momento, una de las profesionales se dedica exclusivamente al área del lenguaje, otra se dedica al área de la comunicación y lenguaje, deglución y fonoestomatología.

 “La necesidad de incorporación de fonoaudiólogos al Hospital de Pediatría es imperiosa, tenemos una demanda muy alta, somos pocas profesionales y no podemos cubrir la totalidad de la demanda. Tenemos una demora aproximadamente entre tres y cuatro meses para poder otorgar un turno para evaluación del lenguaje y estamos hablando más de seis meses para poder dar un turno para un estudio de audición”, explicó Pajón en cuanto al poco recurso humano de fonoaudiología en el área pública. 

Seguimiento

En el Hospital de Pediatría, se realizan evaluaciones de la comunicación y del lenguaje y luego se continúa con un seguimiento de estos pacientes. “Pacientes que requieran algún tipo de tratamiento fonoaudiológico, lo estimado en un tratamiento es de una a dos veces por semana para poder avanzar en todo lo que es la comunicación y el lenguaje. En el área de deglución o de la fonoestomatología, requieren una sistematicidad mucho más grande”. 

En este marco, la especialista mencionó que estos niños asisten a fonoaudiología entre dos a tres veces por semana porque al trabajar la parte de deglución y tratar de enseñar la alimentación oral de estos pacientes, poder hacer destetes de trangiotomías, destetes de sondas nasogástricas, requieren una sistematicidad. “En el ámbito público nosotros no podemos cumplir con estos tratamientos que son de pacientes crónicos, que ya tienen diagnosticado una dificultad, un trastorno que puede tener una comorbilidad con una patología que requiere una sistematicidad de tratamiento”.

Consultas

En tanto, Pajón indicó que las consultas más frecuentes son: alteraciones del lenguaje, los retrasos del desarrollo del lenguaje, los hablantes tardíos, los trastornos del lenguaje expresivo o los trastornos del lenguaje mixto receptivos-expresivos, donde compromete la comprensión y la expresión. Ese es el predominio mayor que hay en las consultas, pero también existen consultas sobre alteraciones de la deglución, disfagia y las consultas para los estudios de audición. Para este último caso, hay una ley nacional y patria provincial que promueven la realización de controles auditivos en el recién nacido y en el ingreso escolar.

“En el ámbito de la Salud Pública tenemos pocos recursos y la mayor cantidad de población pediátrica llega al Hospital Barreyro. Al ser un hospital de alta complejidad llegan específicamente derivados de otros nosocomios que no pueden cubrir la demanda o no pueden cubrir alguna asistencia específica”, puntualizó la licenciada. 

En sintonía, agregó que las edades y la importancia del diagnóstico siempre van a estar relacionadas a la detección temprana. La cantidad de dificultades del lenguaje es muy amplia y pueden surgir en diferentes edades. “El predominio mayor es cuando pensamos en el desarrollo típico de un niño donde sabemos que antes del año y al año ya tendrían que estar diciendo palabras pero llegan a los dos o tres años y todavía no dicen palabras, se manejan con señas, no formulan frases. Es ahí donde empiezan a aparecer las consultas detectadas por los pediatras, detectadas por las escuelas, las guarderías o detectadas por los mismos padres en su inquietud de saber por qué su niño no desarrolla un lenguaje típico”.

Con respecto al compromiso de asistir al fonoaudiólogo, la jefa del servicio dijo que hay un gran compromiso en la población. También hay más toma de conciencia de las diferentes dificultades, con lo cual hace que cumplan con los planes terapéuticos. Además, ante la poca cantidad de profesionales, la demanda y las distancias entre turno y turno, buscan un compromiso de poder asistir siempre a la consulta fonoaudiológica.

Cabe resaltar que no solamente atienden a pacientes de la provincia sino también de las zonas de Corrientes y de Paraguay.

Cuándo consultar

“Recomiendo asistir al fonoaudiólogo ante la mínima sospecha de que hay algo que nuestros niños no están haciendo dentro del desarrollo típico. Me refiero al no hablar al tiempo que tendría que hablar, cuando no me responde cuando yo lo llamo de una habitación a otra, pone el sonido del televisor muy fuerte, le cuesta comer comidas, es selectivo con las comidas, no logra masticar bien o, se queda disfónico muchas veces”, aconsejó la especialista.

Por último, Pajón hizo hincapié en que el fonoaudiólogo no se limita únicamente a las alteraciones de la comunicación y el lenguaje. El rol del fonoaudiólogo va mucho más allá y puede mejorar la calidad de vida de un ser íntegro que está compuesto por su lenguaje, por su audición, por su voz y por su alimentación.

En cuanto a los retrasos del desarrollo del lenguaje, la fonoaudióloga instó a ayudar desde la casa a estimular la comunicación, estimular el pedido verbal, estimular la conexión de los niños con otros niños. También recomendó disminuir el uso de las pantallas, disminuir el uso de la tecnología a la hora de comunicar, poder hacer una escucha activa con los niños y poder volver a ser niños y jugar con ellos. 

“Me gustaría que podamos tomar conciencia de que el fonoaudiólogo es el profesional idóneo para poder detectar, evaluar, diagnosticar y tratar a niños y adultos con diferentes dificultades. Esto se refiere a todas las áreas de comunicación y lenguaje, audición, voz y  fonoestomatología”, concluyó.

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