Abanderados de la fuerza de voluntad

Domingo 26 de marzo de 2017
La pasión por el deporte amateur no se puede mantener por sí sola. Hacer una actividad lleva tiempo y dinero y la financiación siempre viene del bolsillo de uno mismo, la ayuda de la familia o de amigos que empujan por la felicidad del otro, que tal vez no vaya a ser un súper campeón pero va a ser un buen espejo para la sociedad.
En el informe de hoy se cuentan historias de sacrificio y amor por el deporte en sintonía con el trabajo. Las horas sin dormir, el cansancio y la satisfacción, en ese orden, forman parte del rompecabezas y dejan enseñanzas.
Tener un auto pero no poder usarlo más que para competir sería una locura para cualquier mortal,  pero para Jorge Sánchez, piloto del Turismo de Pista, en la Clase 1, es una anécdota. “No me importa ir a trabajar en colectivo porque hago lo que me gusta”, expresó, y lo que gana repartiendo gas también va como fondo para poder salir a la pista y darle rienda suelta a esa adrenalina inexplicable.
¿Qué tiene de conexión la carne con el boxeo? ¿O un Ironman en un taller del Janssen? La respuesta es la misma. El oficio o profesión para mantener esos ‘lujitos’ que genera hacer una actividad deportiva y que a su vez los hace más productivos en el trabajo. Una retroalimentación para mantenerse saludable. 
“Un buen entrenamiento, salir a correr, nadar… cualquier actividad física es buena para que tu cuerpo produzca endorfinas, la hormona de la felicidad. Si te sientes feliz, seguro que eso luego tiene unas repercusiones muy positivas en tu productividad”, dice un estudio, y encaja perfectamente en los eslabones de estas historias.

Médica y campeona olímpica
Una de las deportistas que se hace carne en estos ejemplos es la campeona olímpica de judo en Río 2016, Paula Pareto, que durante su carrera deportiva estudió Medicina, se recibió y a meses de ese sacrificio se colgó el oro y hoy conjuga estas dos actividades a la perfección e incluso va por más.
En su nueva vida, la Peque tiene la residencia de traumatología como prioridad. Trabaja 13 horas por día y duerme cinco, pero igual se entrena para mantener su nivel de campeona olímpica y no se olvida de la ayuda social. Un ejemplo de pasiones si las hay.