Tras asalto a mano armada, reviven reclamos por seguridad

Miércoles 30 de julio de 2014
El asalto a mano armada que sufrieron ayer un empresario maderero y su esposa en esta ciudad, mientras se aprestaban a empezar las tareas cotidianas en su domicilio particular situado en pleno centro (ver página 24), revivió las deudas que el Concejo Deliberante tiene con la comunidad, debido a la poca capacidad de respuestas, como también al escaso diálogo con el Ejecutivo que evidenció el cuerpo en los últimos dos años.
Entre los reclamos que algunos sectores de la sociedad reflotaron en las últimas horas apenas se conoció el violento episodio, apareció la instalación de cámaras de seguridad en el municipio, la conformación del foro vecinal de seguridad y de un código de nocturnidad, entre otros.
Todos estos reclamos tuvieron eco en el Legislativo, ya que fueron planteados por algunos ediles, pero que el cuerpo jamás los analizó.
El 2 de octubre del 2012, la concejal Rosanna Mondelo, del PRO, planteó la iniciativa que impulsaba la creación de un foro vecinal de seguridad; la misma edil, con la compañía de sus pares renovadores José Borgmann y Carlos Koth, pidió el 19 de marzo del año pasado que se instalaran cinco cámaras de seguridad en lugares estratégicos de la ciudad, mientras que el 2 de octubre del mismo 2013 presentó un modelo de código de nocturnidad para analizarlo, a fin de aplicarlo en el municipio.
Pero ninguna de las tres iniciativas fue tratada en la Comisión de Hacienda, a la cual fueron derivados, a la espera de que pase el tiempo y sean remitidos a archivo, a pesar del interés que contienen. 
En estas cuestiones justamente radican la pérdida de representación que evidenció Concejo Deliberante y la caída de credibilidad y popularidad que sufrió el Ejecutivo en solo dos años de gestión, porque hasta ahora no se sentaron como establece la Carta Orgánica en Pleno de Gobierno, para consensuar acciones de gobierno que beneficien a la comunidad.
Según el artículo 87, ambos poderes deberán reunirse cada tres meses para tratar temas de interés común, algo que en dos años nunca ocurrió.