Ficción Messi

Sábado 20 de diciembre de 2014
El ex jugador Jorge Valdano intuye - inspirado por un cuento del Negro Fontanarrosa - que “Messi no busca la pelota sino que la pelota lo busca a él”. Como una sombra, como un perro fiel. Y que “el riesgo que corre un compañero de juego (del Barsa o de la selección argentina) es quedar cautivado por la magia de Leo y desentenderse del juego”. A mi vez, inspirado por este axioma tan cercano a la certeza, indagué en la estadística del sorprendente goleador. Me tomé el trabajo (de dudosa cordura) primero de contar cuántas veces en un partido se detiene el juego; vi varios por la televisión, registré cada interrupción y ajeno a las jugadas y a los goles, anoté en un papel -como en el truco, de a cuadraditos de cinco palotes – y segundo, pude determinar que un referí soplará su silbato una media de 120 veces en 90 minutos (entre laterales, fouls, penales y corners), lo que permite calcular que se juegan efectivamente 4/5 reales de ese tiempo.
Tercero, Messi se acercó mucho a la eficiencia ideal de convertir un gol por partido; ha alcanzado 4/5 de eficiencia, es decir, cuatro goles de promedio cada cinco partidos. Con todos estos datos deduje que si se contabilizan los minutos reales de los que participó, veríamos que no sólo alcanza ese nivel de eficiencia soñado sino que lo supera, es decir que el día que se reglamente jugar los noventa minutos reales los partidos durarán 120 minutos, entonces si Messi mantiene su dinámica actual, la proyección indica que asegurará como mínimo un gol por partido. Y todo porque hace unos días el Barcelona empató 0 a 0. Puedo suponer, según esta ficción, que el 0 de los catalanes deberá adjudicársele a Messi.
Todos sabemos que es más noticia “el avión que se estrelló que los cien que aterrizan normalmente en una hora en todos los aeropuerto del mundo”. Por eso, no deberá extrañar que en el futuro, los titulares de las tapas de los diarios del mundo nos aturdan con un llamativo "¡Hoy Messi no ha convertido!".

Aguará-í