Fertilización: destacan que los hombres se animan a consultar

Miércoles 2 de septiembre de 2015
Juan Carlos Hobecker, titular del área.
La demanda de atención en el Servicio de Fertilización del Hospital Ramón Madariaga continúa en alza y desde el área destacan que los hombres van venciendo los miedos y que animan a someterse al diagnóstico y a los tratamientos.
“El hombre hace unos años era reacio a la consulta, porque hay una mala idea de que la fertilidad tiene que ver con la virilidad; yo puedo ser muy macho, pero por ahí no soy fértil. Un problema de fertilidad no cuestiona la virilidad, van por dos carriles diferentes, si bien están en el mismo acto sexual y en los mismos órganos, que son el pene y la vagina”, explicó el ginecólogo Juan Carlos Hobecker, titular del servicio.
Se reciben de diez a quince consultas cada día, con pacientes de todo Misiones, de provincias cercanas como Corrientes y Chaco y también del vecino Paraguay.
El médico indicó que aunque todavía no se realizan prestaciones de alta complejidad, como la fertilización in vitro, entre el 70 y el 80 por ciento de los problemas que presentan las parejas se pueden resolver de forma gratuita en el sistema de salud pública. Además, se designó una psicóloga exclusiva para el acompañamiento, en virtud de que es una problemática que tiene un profundo impacto en aquellos que buscan un bebé.
“Si corregimos lo que está mal, la posibilidad de embarazarse está más cerca. Ahí pasan a estar como cualquier pareja, y cualquier pareja tiene que buscar más de una vez. No frustrarse, porque a veces se cansan, vienen con mucha angustia, mucha ansiedad reprimida. No es tan fácil, porque estamos luchando contra la naturaleza, que hace que mujeres de 38-40 años tengan la mitad de las chances que tenían a los 25”, graficó el especialista.
Y analizó: “El equipo de Salud Mental incorporó un área de fertilidad con una psicóloga que se dedica exclusivamente a parejas que requieran atención psicológica”.
Este asesoramiento intenta que hombres y mujeres entiendan que los tratamientos no son infalibles y que la búsqueda de un embarazo suele llevar tiempo.
“Una cosa importante -señaló- es que la pareja puede saber qué es lo que pasa. Sin dudas que la pareja que viene con un problema de fertilidad quiere un bebé, pero antes quiere saber qué pasa, ‘hago todo lo que tengo que hacer, tengo relaciones, me cuido, soy una mujer sana o un hombre sano y sin embargo no tengo hijos’. También hay que saber que no todo quien empieza a buscar un embarazo se embaraza en el primer mes, la mitad de las parejas que buscan hijos necesitan seis meses de búsqueda”.
Detalló Hobecker que “la tasa espontánea de embarazos es 25 por ciento y no todas las parejas que intentan el tratamiento consiguen el embarazo, se necesita más de un intento, y algunas aún con cuatro intentos no lo consiguen. La tasa de embarazos con inseminación es del 15 por ciento”.
“¿Quién se embaraza? La adolescente que lo último que quiere es embarazarse; la pareja que es normal y empieza a buscar es como que es el mejor anticonceptivo. En general los hijos vienen en parejas que no los buscan, ‘perdí el trabajo, me cambié de casa, me voy a vivir a otro lado’, y ahí llega el embarazo”, analizó desde su experiencia.
Si bien hay parejas jóvenes interesadas, en general quienes acuden a la consulta son mayores de 30 años. “Vemos frecuentemente que se ha postergado mucho la edad del primer hijo. Hoy hay muchas mujeres mayores de 35, incluso de 40 años que se desarrollaron profesionalmente, humanamente, pero no en cuanto a su fertilidad, y vienen en búsqueda de un hijo en una edad en la que la fertilidad natural desciende. Para embarazarte, sos Maradona a los 25, no a los 40. Pero aún así podemos ayudar”, ejemplificó el ginecólogo.

Crecimiento
Las prácticas de baja complejidad que se realizan en el Madariaga a través del Servicio de Fertilización incluyen cirugías de desobstrucción de trompas de falopio, medicación para ovular o para mejorar la calidad del semen e inseminación artificial.
Para ello trabaja un equipo multidisciplinario que incluye a ecografistas, genetistas y laboratoristas que no trabajan exclusivamente para el servicio, “pero hay bioquímicos que son especializados en hormonas, otros en semen, la genetista en enfermedades genéticas que producen abortos, el andrólogo Marcelo Cabañas, que es un urólogo especializado en fertilidad, y hace un mes se incorporó al staff de fertilidad la ginecóloga Carolina Goetze”, señaló el titular del área que este mes cumplirá su cuarto aniversario.
La fertilización in vitro (“es decir, fabricar el embrión y colocarlo dentro del útero materno”) está prevista pero a futuro, ya que aún no se cuenta con el equipamiento necesario.
Aunque hay consultas de parejas que solicitan donación de semen o donación de óvulos, la provincia no cuenta aún con un banco de gametas.

70Por ciento con baja complejidad. La mayor parte de los problemas pueden resolverse con prácticas como desobstrucción de trompas de Falopio, medicación o inseminación.



“Sólo podía acceder la gente pudiente”

La ley nacional 26.862 estableció la gratuidad de los tratamientos de fertilización asistida y obliga a las obras sociales a brindar estas prestaciones a sus afiliados.
El ginecólogo Hobecker analizó: “Este era un tratamiento al que sólo podía acceder gente pudiente, el hospital al abrir una boca de atención de fertilidad tiene la intención de igualar. Es injusto que no se pueda curar una enfermedad por no tener plata y lo mismo con tener un hijo. Quien lo tiene sabe lo que significa y quien no lo tiene y lo desea también. Se busca brindar la misma calidad de atención para la gente no pudiente que para la gente pudiente”.
En el Madariaga la atención es gratuita también para quienes no tengan cobertura de salud. Sin obra social, en nosocomios privados cada intento de inseminación artificial cuesta alrededor de 6 mil pesos.
En tanto, la fertilización in vitro, que no brinda el hospital, tiene un valor de entre 2500 y 3000 pesos (también por intento) en el sector privado.