Crece la indignación en México tras hallazgo de 11 cadáveres

Viernes 28 de noviembre de 2014
Protestas. | El paradero de los 43 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre sigue siendo un misterio.

Once cadáveres decapitados fueron encontrados ayer en una carretera del estado de Guerrero, horas antes del esperado anuncio del presidente Enrique Peña Nieto de nuevas medidas para frenar la violencia en este país, conmocionado por la desaparición de 43 estudiantes.
Los cadáveres fueron hallados en una vía cercana a la localidad de Chilapa horas después de que se reportaran balaceras en la zona, en una nueva matanza que azota al convulso Guerrero, donde hace dos meses se produjo la desaparición y posible masacre de los 43 estudiantes.
"Esta mañana fueron encontrados los cuerpos de once personas que además de ser ejecutadas fueron decapitadas y posteriormente algunas fueron incineradas", dijo una fuente de la Secretaría de Gobierno de Guerrero que pidió el anonimato.

La fuente señaló que los cadáveres no llegaron a ser incinerados en su totalidad y que junto a ellos fue dejada una cartulina con un mensaje dirigido a un grupo criminal apodado Los Ardillos que rezaba: "Ahí está su basura".
Los once cadáveres fueron encontrados en una carretera que une la comunidad de Ayahualulco y Chilapa, a 330 kilómetros de Ciudad de México y a 40 de Ayotzinapa, donde estudiaban los 43 desaparecidos.
De acuerdo con un mando de la Policía Estatal, los muertos tenían entre 20 y 25 años y presentaban también heridas de armas de grueso calibre.
México vive la peor crisis política y de seguridad desde que Peña Nieto asumió la presidencia en diciembre de 2012 con la promesa de rebajar los fuertes niveles de violencia desatados a raíz de la lucha militar contra el narcotráfico de su predecesor, Felipe Calderón (2006-2012).
La desaparición de los 43 estudiantes de magisterio de Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre en la cercana Iguala exhibió de nuevo la connivencia entre el narcotráfico y policías locales, uno de los principales motivos en los que Calderón argumentó su decisión de sacar al Ejército a las calles en 2006.
Los estudiantes fueron primero atacados por policías locales de Iguala y después entregados a miembros del cártel Guerreros Unidos, al que aparentemente servía el entonces alcalde de Iguala, ahora detenido.
Según la fiscalía, sicarios de Guerreros Unidos detenidos han confesado que asesinaron a los jóvenes, incineraron sus cuerpos y arrojaron los restos a un río, una versión que los investigadores tratan de confirmar mediante análisis forenses encargados a un prestigioso laboratorio de Austria.
Pese a que Peña Nieto asegura que los índices de asesinatos vienen a la baja, este brutal crimen se ha convertido en un símbolo de los problemas de seguridad que persisten en México, donde más de 100.000 personas han sido asesinadas o desaparecidas desde 2006.
La víspera del anuncio de ayer, Peña Nieto reconoció que el crimen de Iguala, que ha generado algunas multitudinarias protestas, "marca un punto de inflexión para la Nación".
"Sólo una actitud constructiva, una actitud positiva y de propuesta será la que nos permita modelar, entre todos, entre sociedad y Gobierno, el México que queremos tener y el México que queremos proyectar hacia el mundo entero", dijo Peña Nieto en un evento público.

Nueva denuncia
Por otra parte, una testigo reveló a la cadena France 24 que al menos 30 menores fueron secuestrados en la ciudad de Cocula, vecina a Iguala.
La mujer explicó que 30 alumnos de secundaria, entre ellos su hija adolescente, fueron secuestrados a plena luz del día por hombres armados que vestían las uniformes azules de la Marina. Los hechos tuvieron lugar el 17 de julio, el último día de clase antes de las vacaciones estivales. "Los agarraron y no sabemos adónde se los llevaron", contó a France 24.


El Presidente Peña Nieto elimina la Policía municipal
MÉXICO. El Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, anunció ayer un plan para reemplazar los cuerpos de Policía municipal por fuerzas únicas de cada uno de los 32 estados del país, en medio de la crisis por la participación de policías corruptos en la presumible masacre de 43 estudiantes.
El nuevo modelo policial pasará de "más de 1.800 policías municipales débiles, que con facilidad pueden ser corrompidas por la delincuencia, a 32 sólidas corporaciones de seguridad estatal que sean más confiables, profesionales y eficaces", dijo el mandatario en un mensaje a la Nación desde el Palacio Nacional.
"México debe cambiar", recalcó Peña Nieto, que afronta la peor crisis de su presidencia, al anunciar un paquete de reformas constitucionales en seguridad que enviará el lunes al Congreso.
Otra de las propuestas permitiría al Gobierno federal asumir el control de servicios municipales o de disolver un ayuntamiento "cuando existan indicios suficientes de que la autoridad local está involucrada con la delincuencia organizada", señaló.
Así busca luchar contra la infiltración del narcotráfico en las corporaciones municipales, uno de los problemas que dejó en evidencia el caso Iguala, donde tanto la Policía local como el alcalde formaban parte del cartel de Guerreros Unidos.
La reforma permitirá a las autoridades federales asumir el control de los ayuntamientos o directamente su disolución cuando haya indicios de que actúan bajo las órdenes del crimen organizado.
Estas medidas fueron anunciadas mientras la sociedad mexicana sigue escandalizada por el brutal ataque a tiros del que fueron víctimas decenas de estudiantes la noche del 26 de septiembre en Iguala (Estado de Guerrero) por parte de policías locales aparentemente vinculados al cártel Guerreros Unidos.
Después de los ataques, que dejaron seis muertos, los agentes entregaron a 43 estudiantes sobrevivientes a sicarios del cártel que los habrían asesinado, incinerado sus cuerpos y arrojado los restos a un río, según las investigaciones de la fiscalía.