Afloraron los recuerdos y la emoción en el 75 aniversario

Viernes 28 de noviembre de 2014
El pasado siempre presente. | Los primeros alumnos recordaron historias y anécdotas del querido establecimiento.

La Escuela 291 cumplió 75 años de existencia y lo festejó con un emotivo acto en el auditorio escolar, y una posterior cena show concretada en una conocida parrilla de la zona del Puerto.
Previo al acto, los asistentes pudieron recorrer una galería con centenares de fotos de todas la épocas.
El establecimiento escolar originalmente comenzó a funcionar en 1939 (antes de que finalmente se trasladara al centro), a orillas del arroyo Tupicuá a unos 2 kilómetros. “Entonces -relataba el vecino ya fallecido Enrique Jelen, uno de los primeros alumnos e historiador de su pueblo- éramos casi un centenar de alumnos en primer grado inferior; nuestro primer maestro y director era don Juan Negro (una calle de la localidad lleva su nombre), y debo decir que salvo un paraguayo y un brasileño, ninguno de nosotros (eran todos gurises polacos nativos), hablaba español. Imagínense cuánto trabajo costó enseñar y aprender”.

Del acto, presidido por la actual directora Elsa Olmedo, participaron autoridades locales encabezadas por el Intendente Municipal Jorge Frowein, la comunidad educativa, y numerosos fueron los testimonios de ex docentes y ex alumnos.
Menudearon las anécdotas de la rica historia de la escuela, como las recordadas por la ex alumna en los inicios en el Tupicuá, luego docente y directora de la institución, Rosita Jejer.
“Sé que es difícil -dijo la descendiente de pioneros polacos- que ustedes se imaginen cómo eran las cosas en aquellos tiempos. Valga un solo ejemplo, nuestras zapatillas de marca eran las alpargatas de yute Rueda y Luna, que cuando llovía nos la sacábamos y poníamos en nuestra mochila, que no era otra cosa que una especie de bolso cocido por nuestras mamás”.
De esta manera, la Escuela 291, recordó su rica historia iniciada 75 años atrás en las orillas del arroyo Tupicuá; entonces rodeada de una selva tupida. “Se acercaban al cauce en aquellos años a tomar agua yaguaretés y antas entre otros bichos”, relató alguna vez otro pionero ya fallecido también, don Juan Kryszycha.