Francisco alertó sobre sectarismos, dictaduras y liderazgos únicos

Miércoles 8 de julio de 2015
Francisco denostó las diversas formas de violencia de la actualidad
El Papa Francisco alertó sobre “los sectarismos”,  la tentación de “dictaduras y liderazgos únicos”, en su segunda misa multitudinaria en Ecuador. Durante el evento religioso pidió “inclusión a todos los niveles” y “el diálogo” en un país sacudido por protestas contra el gobierno.  
“La inmensa riqueza de lo variado (...) nos aleja de la tentación de propuestas más cercanas a las dictaduras, ideologías o sectarismos”, advirtió Francisco desde el Parque Bicentenario de Quito ante unos 900 mil fieles. 
En la ocasión, Francisco pidió a los feligreses latinoamericanos la unidad y ejemplo de los católicos, como la mejor expresión de la verdadera evangelización.
“También nosotros constatamos a diario que vivimos en un mundo lacerado por las guerras y la violencia. Sería superficial pensar que la división y el odio afectan sólo a las tensiones entre los países o los grupos sociales”, expresó el pontífice en la misa que ofició en el Parque Bicentenario de la capital ecuatoriana.
El oficio religioso se cumplió en un marco de un sol esplendoroso que se abrió paso en medio de densas nubes que horas antes dejaron caer un pertinaz aguacero sobre miles de fieles congregados en el sitio durante la madrugada. Francisco afirmó que en el mundo reaparecen diversas formas de guerras y enfrentamientos, pero que los cristianos deben insistir en la “propuesta de reconocer al otro, de sanar las heridas, de construir puentes, de estrechar lazos y de ayudarnos mutuamente a llevar las cargas”. El director de operaciones emergentes del municipio de Quito, Cristian Rivera, dijo que al amanecer había unas 320 mil personas en el Bicentenario y que esperaba que los participantes alcanzaría el medio millón.
“La evangelización no consiste en hacer proselitismo. El proselitismo es una caricatura de la evangelización”, adujo Francisco. Dijo que la evangelización consiste “en atraer con nuestro testimonio a los alejados, en acercarse humildemente a aquellos que se sienten lejos de Dios y de la Iglesia, a los que son temerosos o a los indiferentes para decirles: el Señor también te llama a ser parte de su pueblo y lo hace con gran respeto y amor”, afirmó.

Entusiasmo
Francisco se movió entre la multitud en un flamante Papamóvil, saludando mientras la multitud le devolvía gritos de entusiasmo y dejaba caer un baño de pétalos al paso del visitante.
En un momento del recorrido, el líder argentino dispuso parar el vehículo y pidió a su seguridad que levantaran la silla de ruedas de una anciana que estaba a un costado, a quien besó en la cabeza, prodigó un abrazo y bendiciones.
“No nos esperábamos nunca lograr alcanzar este gran gesto del Papa”, dijo Liliana Rueda, hija de la anciana.  
Ambas habían llegado apenas minutos antes de que iniciara el recorrido papal entre los bloques formados por quienes llegaron a este parque, que hasta hace un par de años fue el aeropuerto de Quito.
Antes del oficio religioso, Francisco se reunió con obispos ecuatorianos y en la tarde hizo lo propio con educadores católicos y miembros de la sociedad civil para cerrar con una visita privada a la iglesia jesuita de La Compañía.
El Bicentenario lucía abarrotado la madrugada por feligreses que pasaron la noche en el lugar. Ello pese a que cayó un torrencial aguacero, del que buscaban guarecerse cubiertos con plásticos, cobijas y bolsas de basura mientras cantaban y compartían café. Abel Gualoto, de 59 años, es un vendedor de mariscos en el sur de Quito que estuvo desde el lunes en espera de Francisco bajo un trozo de plástico con el que se cubría.
“Claro que merece la pena estar aquí a pesar del clima. La alegría por ver al Papa proporciona el calor que necesitamos”, dijo con el frío en las manos y todavía mojado por las horas de lluvia soportadas. Gualoto estuvo acompañado de su mujer y su hijo, quien carga el crucifijo que hasta ayer estaba colgado en el salón de casa. 
A los vendedores ambulantes tampoco les importó el frío, la lluvia, ni la madrugada.

El kit papal En el parque Bicentenario de Quito ofrecían ayer recuerdos como cruces, calendarios y llaveros con la cara del Papa. Uno de los más demandados es el “kit Francisco” que contiene una mochila, un CD, pañuelo recordatorio de la visita y un rosario, todo por cinco dólares. Ante los temores de que celebración eucarística pudiera servir para expresar el descontento político contra el gobierno de Rafael Correa, hay quien piensa que no es el momento.
“No es el sitio ni el momento para expresiones de este tipo”, dijo Evelin Parreño, una funcionaria pública de 29 años, que pasó la noche acompañada de su familia y hablaba envuelta en un montón de bufandas y plásticos para mitigar el frío.
Esta fue la segunda misa masiva del Papa.
El lunes estuvo en Guayaquil, la mayor ciudad de Ecuador, donde dedicó la homilía a la necesidad de fortalecer la familia.


81.000Servidores. Esa será la cantidad de personas que trabajarán durante la visita del papa Francisco al Paraguay.



Cómo incrementar la asistencia social a través del empoderamiento
QUITO. Desde que el Papa llamó a salir de los conventos y entregarse a los pobres, hay un nuevo espíritu que alimenta el trabajo social entre algunos laicos y religiosos de Ecuador. Y Francisco lo sabe. 
Cientos de representantes de la sociedad civil estaban convocados para encontrarse ayer con el pontífice, entre ellos Gloria Dávila, directora de la Fundación Tierra Nueva que asiste a miles de enfermos de la zona más pobre de Quito.
El proyecto que dirige Dávila es el sueño de un italiano, el ya fallecido padre José Carollo, quien siempre quiso llevar a las favelas del sur de la ciudad un hospital de calidad.
“La emigración interna provocó la llegada de miles de familias sin acceso a los servicios más básicos”, dijo Dávila.
Luego llegó una universidad, un centro de atención a madres jóvenes, drogadictos o niños con discapacidades físicas y mentales, entre otros proyectos. La Fundación cuenta incluso con una unidad móvil que atiende a los más desfavorecidos por las calles de la ciudad. 
Junto a Gloria también estuvo ayer con el Papa, Marcela Cruz, encargada del área social de la Fundación, quien se siente especialmente feliz al ver un papa que habla con "un lenguaje alto y claro", que ha decidido poner a los pobres por delante "pero no de una forma paternalista sino mediante un cambio de las estructuras y las mentalidades actuales". "Si tengo posibilidad le diré al papa que este Fundación encarna la misión y la mirada periférica que nos pide", dijo. 
El proyecto estrella de la Fundación es un enorme hospital desde cuyas ventanas se ven los verdes montes de Quito pero también las casas de ladrillo y techo de zinc que marcan el límite de esta ciudad de casi 3,5 millones de personas.


El trabajo de los servidores del Papa en Paraguay
ASUNCIÓN. Son  cerca de 81 mil servidores de todo el país que trabajarán durante los tres días de la visita del papa Francisco, indicó Betina Sosa, parte de la organización de la visita papal, en conferencia de prensa ayer en Asunción, de acuerdo al diario ABC Color.
Explicó que las capacitaciones y prácticas con líderes continúan.
También dijo que persisten las dificultades, como la acogida de servidores y la limpieza.
Gustavo Alvarenga, también de la organización, instó a los servidores que todavía no lo hicieron a retirar sus credenciales y chequear que todo esté en orden a través de la página web. Indicó que desde hoy todos los servidores podrán verificar en el sitio web oficial de la visita, Francisco en Paraguay, sus lugares de servicio durante las tres jornadas.
Además, la Policía Nacional requisará todos los carteles o pasacalles que estén a favor o en contra del aborto, del matrimonio homosexual o sobre campesinos sin tierra durante los eventos en los que participará el papa Francisco en Paraguay. Además, se prohibirá el uso de paraguas. Si llueve, sólo se permitirán los pilotines.