Sin policías, los colectivos no cumplen el recorrido de noche

Empezó a suceder a principios del año pasado, cuando por tres meses -por lo menos- los colectivos de tres líneas se detenían frente a la Comisaría Novena de Itaembé Miní por los reiterados casos de vandalismo y de robos. Después de poco más de un año, en cada una de las unidades de la empresa Don Casimiro se informa que desde las 21, las frecuencias se detendrán otra vez frente a la sede policial y de no haber efectivos dispuestos para cumplir con la custodia, no seguirán el recorrido interno por los barrios.
El delegado municipal de Itaembé Miní, Carlos Oviedo, se mostró molesto por la situación y según confió a El Territorio, “hace una semana estamos enterados de esta situación y hasta lo sabe el propio secretario de Gobierno (José Moglia), se tiene que llegar a una solución porque es real, no siempre hay policías disponibles y los colectivos terminan su recorrido frente a la comisaría, las personas tienen que caminar hasta 30 cuadras para llegar a sus casas y de noche, no puede ser, esto lo tenemos que solucionar”. Oviedo está al frente de una de las delegaciones con más barrios de la ciudad y con una población estimada en los 90 mil habitantes.
Además, desde el Foro de Seguridad, a través de su presidenta, Mirta Morínigo, se había recordado semanas atrás que los choferes paraban en la comisaría donde subían policías, para mayor seguridad, en el último tramo del recorrido. Pero eso parece no cumplirse. “Una noche me llamaron los vecinos quejándose que no realizaban el recorrido completo, le notifiqué de esta situación al comisario, él fue hasta el lugar para verificar y me dijo que los colectivos no paraban en la Novena”.
Según se pudo saber, desde hace meses se habían presentado denuncias porque jóvenes tiraban piedras a las distintas unidades. Por otro lado, resaltó que la distancia entre la cabecera de Itaembé Miní y la comisaría es de 30 cuadras.“Queda lejos para el vecino tener que caminar ese trayecto, más en horas de la noche”, explicó Oviedo.

El antecedente
El año pasado los colectivos ya habían dejado de entrar a los distintos barrio por un período de tres meses. Desde entonces, sólo llegaban hasta la comisaría, que se convirtió con el tiempo en improvisada cabecera para las líneas 8, 13, 27 y 17. De ahí en más, los pasajeros debían bajar y llegar a sus casas a pie, caminando por incluso más de 20 cuadras en plena noche.
Uno de los últimos antecedentes delictivos en la zona data de finales de enero de ese año, cuando un chofer de la línea 13 se defendió de un intento de robo con una birome. Luis N. manejaba por el barrio 30 Viviendas y un hombre de unos 30 años lo agarró del cuello desde atrás y le exigió el dinero de la recaudación. El chofer aceleró a fondo y frenó de golpe. Con la sacudida, el ladrón se fue hacia adelante y chocó de cabeza contra el parabrisas. En ese momento, Luis tomó una lapicera y se defendió atacándolo.Desde entonces, las situaciones de inseguridad se repiten.
Y otra vez, los colectivos no cumplen con el total del recorrido por los barrios de Itaembé.