Dilma Rousseff recupera la ventaja sobre Aecio a un día del balotaje

Con la poderosa máquina del PT al rojo vivo y una sofisticada aunque poco elegante campaña, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, consiguió despegarse de su rival socialdemócrata Aecio Neves y es otra vez la favorita a un día del balotaje.
Como cada voto cuenta en este Brasil dividido entre quienes buscan mantener al Partido de los Trabajadores en el poder y quienes ansían un cambio tras numerosos escándalos de corrupción y un crecimiento anémico, la campaña ha sido sangrienta, llena de ataques personales y fuertes acusaciones éticas.
Rousseff ha intentado generar el mayor rechazo posible a Neves, un economista de 54 años fiel producto de la élite política brasileña, ex senador y ex gobernador, al cual el ex Presidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), padrino político de la mandataria, se refiere como un "hijito de papá".
La Presidenta ha insinuado que Neves es agresivo con las mujeres y que condujo bajo el efecto de drogas y alcohol, y le acusó de nepotismo y de gobernar mal el estado de Minas Gerais (sureste).
Neves dice que contraataca en defensa propia. Ha tachado a la ex guerrillera de 66 años de "mentirosa", "connivente" con millonarios desvíos de dinero en la estatal Petrobras, blanco de denuncias de sobreprecios en contratos para financiar al PT y sobornar a legisladores aliados, o de "incompetente" para manejar el país.
La revista opositora Veja publicó ayer una edición adelantada con el supuesto testimonio a la Justicia de Alberto Yousseff, uno de los intermediarios del esquema de sobornos en Petrobras, preso desde marzo, que indica que Lula y Dilma "sabían todo".
Rousseff acusó a Veja de practicar "terrorismo electoral".