Docente en la calle por un incendio pide ayuda

Viernes 22 de mayo de 2015

La maestra Andrea Ramos (40) perdió la casa completa en un incendio y sus vecinos del paraje Cabureí se movilizan para ayudarle a comprar algunas cosas de primera necesidad. Como colaboración más inmediata se organiza una venta de pollo para este fin de semana. Sin embargo, al tratarse de una comunidad de pequeños productores tabacaleros, calculan que la suma que podrán recaudar será apenas un paliativo.
Lo que realmente esperan los padres de los alumnos y también los colegas docentes de la mujer es que desde toda la provincia se solidaricen con la maestra, quien todos los días se desplaza 12 kilómetros por caminos de tierra para dar sus clases en la Escuela 436 Perito Zacarías Sánchez, a la que asisten 430 niños de familias de agricultores y tareferos. 
Actualmente, la maestra Andrea está alojada junto con sus dos hijos adolescentes en la casa de un hermano, que también vive al día y tiene tres criaturas.

Muy angustiada, la maestra contó ayer que el incendio dejó a su familia con lo puesto y sus dos chicos por ahora no están pudiendo ir a la escuela y están muy afectados por lo sucedido.
El pasado martes a la tarde un cortocircuito inició las llamas en su vivienda, ubicada de un barrio rural del Iprodha, en el kilómetro 12 parcela 5, poco rato antes de que la docente llegara del trabajo. “Estaba llegando cuando me avisaron que salía fuego de la vivienda y que explotó la garrafa de gas. Los daños fueron totales y los bomberos trabajaron tres horas para controlar el incendio”, detalló.
Al borde de las lágrimas, lamentó que todo su esfuerzo como jefa de familia se consumió en cuestión de minutos. “¿Cómo voy a hacer para reconstruir todo ? Me llevó 14 años tener la casa con los muebles y todo para mis hijos, y pesito por pesito estábamos ampliando”.
Andrea recibió numerosas muestras de afecto en su barrio y en la comunidad educativa. Sus amigos señalan que ella es siempre solidaria y atenta para ayudar a los demás. “Da lo que no tiene para que sus alumnos puedan aprender y tener sus materiales de estudio”, señaló un vecino.
Por estas horas, en su desesperación, la educadora evalúa la posibilidad de irse, aunque el desarraigo sea la opción más triste. “Si me voy de acá pierdo todo. Mis hijos podrían quedarse atrás en sus estudios. Yo me crié en este lugar; sería una tranquilidad que el Iprodha me pueda reconstruir la casa y hacer un convenio para ir pagando mes a mes con mi trabajo. Por ahora no me quedó ni una cuchara”, finalizó Andrea.
El número de contacto para poder ayudarla con lo necesario para la casa es 03757 15516666.