“No alcanza sólo con la fecha y lugar de la desaparición”

Domingo 29 de marzo de 2015
Perosino. | La investigadora participó en Desaparecidos en Democracia.

En Misiones, en los últimos catorce años, desaparecieron de sus hogares 137 personas, que no se sabe si están vivas o muertas y están siendo buscadas por la Policía de la provincia. Forman parte de los 6.040 casos de desaparición de individuos que hay actualmente en todo el país, y constituyen un gran dolor para sus familiares y una tarea pendiente para las autoridades.  
El informe Desaparición en Democracia fue realizado en forma conjunta por la Protex y la organización no gubernamental Acciones Coordinadas Contra la Trata como un primer paso en el relevamiento de los casos de desapariciones que ocurren en todo el territorio argentino. Actualmente se espera información de las provincias para elaborar también un registro de cadáveres no identificados o NN.
Los estudios reflejan la problemática que existe en nuestro país en materia de búsqueda de personas. La elaboración de un padrón de listas, alertas y comunicaciones a nivel nacional figura como el principal desafío a realizar en forma conjunta entre las diferentes instituciones que abordan esta temática.

Desde el Ministerio Público Fiscal de la Nación se advierte la necesidad de la creación de un  registro nacional de personas buscadas, tal como sucede con el Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas, que funciona en la órbita del Programa Nacional de Prevención de la Sustracción y Tráfico de Niños y de los Delitos contra su Identidad, dependiente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación.
La representante de Acciones Coordinadas contra la Trata, María Celeste Perosino, explicó a El Territorio que “para elaborar este primer registro de personas desaparecidas se solicitó información a los gobiernos provinciales. No todos respondieron y tampoco todos lo hicieron con el mismo nivel de precisión”.
Según la arqueóloga Perosino, “en el caso de Misiones, los datos más completos que nos hicieron llegar sobre las 137 personas desaparecidas son la fecha de desaparición, el lugar desde donde se ausentaron  y el nombre y apellido del individuo buscado. Pero no figuran por ejemplo las características físicas de la persona buscada y en la mayoría de los casos tampoco los datos del juzgado interviniente o de la comisaria que recibió la denuncia ”.

La denuncia rápida ayuda
Celeste  Perosino explicó que “el paso inicial para poder enfrentar un delito y desarrollar políticas públicas que permitan combatirlo es conocer la extensión y profundidad de aquello que se pretende desarticular”, y en ese sentido advirtió que “para poder combatir la trata de personas en la Argentina necesitamos saber cuáles son las dimensiones que dicho fenómeno asume en nuestro país y conocer el número de personas que se encuentran desaparecidas o ausentes como consecuencia de este delito”.
Seguidamente resaltó: “La idea de trabajar en un registro nacional de personas víctimas del delito de la trata fue el puntapié inicial que nos convocó, pero a medida que empezamos a relevar los casos nos fuimos encontrando con un universo que excede los casos de trata y que nos colocó frente a una fenomenología muy variada de desaparición de personas”.
Según Perosino, “las estadísticas muestran que la gran mayoría de las desapariciones se resuelven con rapidez y es bajo el porcentaje que está relacionado con ilícitos. Pero esto, lejos de apoyar argumentos hacia la pasividad, significa que hay que tener una exigencia mucho más fuerte sobre las listas en términos de dinamismo y actualización constante, y no sólo de las altas, sino también las bajas por la aparición de las personas buscadas, porque todavía hoy vemos en los aeropuertos fotos de adolescentes que fueron encontradas hace más de dos años”.
“El hecho de que dentro del conjunto de las desapariciones denunciadas por familiares, la gran mayoría de las personas reaparezca de manera relativamente rápida, jamás puede justificar una reacción estatal desinteresada, porque el  tiempo que transcurre hasta la aparición es muy relevante, y actuar para que ella ocurra lo antes posible disminuye mucho los daños de la ausencia.”
Según Perosino, “el acortamiento del tiempo de desaparición, aunque se trate de un día o de algunas horas, representa un gran beneficio para las familias, y que el tránsito del lapso de desaparición se produzca con la ayuda y asistencia de las instituciones para los aspectos de contención emocional, es todavía más importante”.
En ese sentido, Perosino dijo que “no hay que esperar ni 24 ni 48 horas para hacer la denuncia. Es fundamental hacerla apenas se detecta la desaparición, y ante la duda de que se trate de un caso de trata de personas, dejar constancia de ello en la denuncia, porque el operativo de búsqueda es especial para esos casos”.


El perfil
María Celeste Perosino
Arqueóloga de la Universidad de Buenos Aires. En 2008 se graduó como master en Ética Biomédica de la Universidad Católica Argentina y Doctora en Filosofía de la Universidad de Buenos Aires.
Investigadora del Equipo Argentino de Antropología Forense.
Coordinadora e investigadora de la Oficina de Derechos Humanos de la Comisión Nacional de Valores.
Actualmente es subgerenta de Promoción de Derechos Humanos del Banco Central y coordinadora de la ONG Acciones Coordinadas contra la Trata de Personas.

Por Daniela Cortés
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