Mirko

Sábado 2 de agosto de 2014
El 1º de agosto de 1911 nacía en Herzegovina, en la antigua Yugoslavia, hoy al sur de Bosnia, frente a las costas orientales de Italia, nuestro amigo Mirko Tapavika.
Desde las remotas orillas del Adriático -donde tiene su residencia la nobleza británica-, Mirko cruzó Europa, recaló en Francia y de allí pasó a América, vivió en los Estados Unidos, llegó a Buenos Aires, donde residió un tiempo, para después venirse al Alto Paraná, más precisamente a Posadas, donde se nos hizo famoso.
Lo conocí en 2001, con su aspecto de capitán de barco, con su collar sioux y su Mercedes doble cabina, en la estación de servicio de la avenida Uruguay, donde jugábamos una vez al día, por la tarde, al ajedrez. Desde entonces nos cruzamos siempre en el café Dominó, de Marino, o en el bar El Rayo, de López. Precisamente allí almorzamos por última vez con Mirko una milanesa a caballo. “Póngale pimienta, que hace bien al corazón”, y allí me confesó su proyecto de radicarse en Brasil a pesar de sus 90 y pico de años.
Días antes se apareció con una valija llena de fotos (¿cientos? ¿miles?) y me había entregado un par que eran la prueba de su travesía por el Cabo de Hornos en los años '60, y junto con las fotos me entregó el mapa que había utilizado para guiarse a bordo de su kayak mientras se internaba por el Beagle entre los canales fueguinos y las islas chilenas. La nota alusiva se publicó en este diario con detalles nuevos dos veces. Entre tantos recuerdos uno fue verdaderamente emotivo: lo llevé a conocer la Biblioteca Popular y le alcancé para su distracción un antiguo poemario en francés (Claro de Luna) que Mirko comenzó a leer en voz alta, emocionado y gozoso, explicando la belleza de cada verso, y convocó a su alrededor a casi todos los lectores que a esa hora se encontraban allí.
No hubo encuentro que no hubiera desembocado en una enseñanza filosófica, o en un asombro de epopeya, que resumía en su famosa frase de cabecera: "La vida es una bicicleta con más cambios de los que usamos”. Mirko falleció en 2005.

Aguará-í