Invasión

Domingo 31 de agosto de 2014
Un regimiento de gnomos enanos ocultos bajo sus sombreros de alta copa cónica y ala cuadrada (copa y ala, anaranjadas) fue tomando posesión de las cunetas contra el cordón de la vereda y ensanchando su dominio a velocidad de caracol, con el mismo sigilo con que invade tierras ajenas un ejército de sombras y paracaidistas en la noche. El primero -señuelado como centinela de Estacionamiento Reservado para la Oficina de Turismo en Colón y Rioja, del que dimos cuenta aquí, bajo el título de "El cono fantasma"- pasó impercibido (su objetivo, no su presencia, porque los conos anaranjados se ven desde una cuadra). Hoy en el centro son como 200, apenas la avanzada de una legión mayor de 'espantacoches' con el Plan Maestro de adueñarse de las calles, las aceras, los pasillos, zaguanes y terrazas, obligando mañana al pueblo (si no se detiene a tiempo la invasión) a circular por puentes y autopistas elevadas, perdiendo la sensata posibilidad de hacerlo a ras del suelo, que es lo que se estila en una comarca sin prebendas. Un borrador nos trajo el viento, que dice que los conos que se instalen en la calle para indicar estacionamiento reservado quedarán sujetos a la ley de patentamiento, llevarán placa alfanumérica y pagarán impuesto según el modelo. Cada frentista deberá acreditar titularidad del cono con formulario 08, transferencia en trámite o denuncia de venta. Asimismo, deberán (los conos, no los frentistas) someterse a verificación técnica periódica y exhibir oblea habilitante, y por último deberán tomarse pólizas de seguro contra terceros ya que pueden causar contratiempos traumáticos (vaya usted a caerse sentado sobre un cono anaranjado y después me cuenta si la póliza tiene o no razón de ser exigida).  Aquellos conos que no cumplan lo ordenado serán expropiados por la comuna y transformados en portasahumerios públicos. Un edicto policial sugiere temporada en el calabozo a cuanto gnomo sospechoso y sombrerudo ande suelto fuera de los jardines, más allá de las diez de la noche.

Aguará-í