Perdió el fútbol

Lunes 26 de enero de 2015
“He tomado la decisión de dejar el fútbol”, afirmó Juan Román Riquelme anoche.
El 10, que supo ganar todo lo que se propuso a nivel clubes, puso fin a una de las historias más bellas de un apasionado por la pelota.
Riquelme, a sus 36 años, confirmó que perdió una apuesta hecha con su hermano, que rezaba su continuidad hasta las cuatro décadas. Quizás el físico le pasó factura, o tal vez no halló destino probable. Es que su corazón, como siempre dijo, nunca salió de Boca.
“Luego de quedar a mano con la gente de Argentinos y de cumplir los sueños con Boca he tomado con calma la situación y he decido no jugar más al futbol”, puntualizó.
Riquelme fue uno de los referentes en el Boca multicampeón que dirigía Carlos Bianchi, además fue mundialista en Alemania 2006.
De igual forma tuvo experiencia en Europa, donde vistió las camisetas del Barcelona y Villarreal.
“Es un día importante en el cual he tomado la decisión de no jugar más al futbol. Después de analizar las cosas, luego de ascender con Argentinos tenía claro que para seguir jugando a la pelota tenía que ser algo que me motive”, dijo el ídolo Xeneize.
Con 206 partidos es el jugador con más partidos jugados en La Bombonera, superando la marca de Silvio Marzolini que poseía 194 encuentros en ese estadio. En todos esos duelos, sólo fue expulsado una sola vez.
En total disputó 591 partidos, entre clubes y selección argentina, convirtió 148 goles y dio 241 asistencias. Ganó 17 títulos, entre los que se destacan la medalla de Oro de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 junto con Lionel Messi.
En Boca disputó 388 juegos, con 92 goles y 169 asistencias en cuatro etapas, en las cuales conquistó tres Copas Libertadores, una Intercontinental, cuatro Torneos Aperturas, un Clausura, una Copa Argentina y una Recopa Sudamericana.
En 2002 pasó al Barcelona de España, donde disputó una temporada con 42 presencias, seis tantos y 10 pases gol pero sin conseguir ningún trofeo. Luego pasó a Villarreal, donde jugó 143 encuentros, con 45 tantos y 59 asistencias. En el Submarino Amarillo ganó dos Copas Intertoto en 2003 y 2004 y llevó al elenco hasta las semifinales de la Champions League en 2006.
Tras otro paso por Boca, su último club fue Argentinos, donde estuvo en el último semestres de 2014. Jugó 18 partidos, hizo cinco goles y dio tres asistencias, y consiguió el ascenso a la Primera División. “Le devolví todo lo que me enseño”, dijo luego de lograr el objetivo.


El 10 en Boca Boca su gran amor. Juan Román Riquelme lo remarcó en varias oportunidades y con el club de la ribera ganó nada más y nada menos que once títulos. Todo empezó el 11 de noviembre de 1996, cuando Bilardo lo mandó a la cancha contra Unión de Santa Fe. Trece días después marcó por primera vez con la Azul y Oro.
En 1998 llegó Carlos Bianchi y comenzó una de las épocas más felices para los Xeneizes. En un equipo que obtuvo el récord de estar 40 partidos invicto, el 10 ganó sus primeros torneos, pero la consagración llegó en el 2000 con la Copa Libertadores.
Riquelme fue amo y señor dentro del campo de juego y con sus actuaciones recordadas ante River -caño a Yepes incluido- y Palmeiras en la final, se metió de lleno en el corazón de los hinchas. Ante el Real Madrid por la Intercontinental, Riquelme volvió a demostrar su calidad.
En el 2001 conquistó otra Libertadores y se fue a Europa, pero volvió en el 2007 para ganar otra vez el torneo continental. Estuvo sin jugar seis meses, pero en 2008 regresó a “su casa” para ganar varios títulos locales y estuvo hasta junio de 2012, cuando, tras perder la final de la Libertadores ante Corinthians, anunció que no continuaría en el club.
Pero el 10 no resistió y en marzo de 2013 volvió a ponerse la camiseta de Boca. Sin saberlo, el 11 de mayo del 2014 jugó su último partido con Boca en La Bombonera. Ese día el Xeneize derrotó a Lanús por 3-1 y el 10 anotó por última vez en su casa.



Su historia de selección Si hay que reconocer a un mentor de Riquelme en la selección argentina sería sin dudas a José Pekerman.
El actual entrenador de Colombia llevó en 1996 al entonces juvenil a su primera gira con la Albiceleste. En 1997 llegó el Mundial de Malasia, con una gran participación de Riquelme y en la última fecha de las Eliminatorias para Francia 1998, Passarella lo hizo debutar con la mayor, curiosamente en La Bombonera.
Durante la etapa de Bielsa, el 10 no fue muy tenido en cuenta por el Loco, pero con el desembarco de Pekerman en la selección mayor, Riquelme volvió a ponerse la celeste y blanca. Fue uno de los pilares del equipo que llegó a los cuartos de final de Alemania 2006 (foto) y pese a que el 10 no marcó en la Copa del Mundo, fue muy importante para el juego que pretendía el entrenador.
Basile asumió como DT de Argentina y Riquelme fue nombrado capitán, pero tras la derrota en el debut del nuevo ciclo, el 10 decide renunciar a la selección, pero en 2007 regresó para disputar la Copa América de Venezuela, en la que Argentina logró el subcampeonato.
En agosto de 2008, Riquelme ganó con el sub 23 la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín, China. El enganche fue el capitán del equipo dirigido por el Checho Batista y que contaba con Messi y Di María, entre otros, y en las semifinales marcó un gol ante Brasil.
Sabella lo convocó para un amistoso en 2011, pero a causa de una lesión, Riquelme no pudo jugar con Argentina.



La estadía del 10 en Misiones
Poco y nada. La Franja lo contuvo.
Posadas. Su decisión de bajar de categoría fue sorpresiva. Riquelme, de crack internacional, volvió a sus orígenes, donde lo necesitaban más que nunca.
Argentinos fue el destino que lo recibió con los brazos abiertos para pelear el ascenso. Luego de 20 fechas, el Bicho de La Paternal lo consiguió y su símbolo dijo adiós.
Pero antes, el 6 de septiembre de 2014, Argentinos tuvo que viajar más de 1000 kilómetros hasta la tierra colorada, porque tenía en su cronograma un duelo clave por la 6ª fecha de la zona A de la B Nacional.
Guaraní, que hasta ese entonces no había ganado ninguno de sus juegos, cosechó su tercera igualdad en casa, justo ante el poderoso Argentinos, que a pesar de tener nombres importantes, no la pasó bien en la B.
Riquelme, que armó un revuelo nunca visto en el aeropuerto posadeño, saludó a los hinchas de manera escueta, bajó en un hotel cercano al acceso Oeste y se refugió en medio de la locura fanática.
Borghi, su técnico de Argentinos, priorizó la privacidad de todo su plantel y el Bicho no vio la luz del exterior en su paso por la capital misionera.
Para colmo, la lluvia empezó a hacerse sentir y el partido, que terminó empatado sin goles, salió sólo con lo justo.
Riquelme, uno de los pocos jugadores que hizo cantar a locales y visitantes su nombre, desplegó parte de su repertorio, pero la cancha no lo permitió en plenitud.
Sin más, el punto no sirvió a ninguno de los dos, aunque luego terminaría siendo Argentinos el que consiga uno de los cinco ascensos a Primera División.
Riquelme, antes, sólo había pasado ocasionalmente por Misiones, como aquella vez que se lo fotografió en un boliche de la avenida Corrientes.