Donald Trump juró como presidente y apuntó a un Estado proteccionista

Sábado 21 de enero de 2017

El outsider multimillonario Donald Trump prestó juramento ayer como 45º presidente de Estados Unidos y anunció que resguardará las fronteras del país a los inmigrantes y lo protegerá de “los estragos” provocados por el libre comercio.
En la ocasión, resaltó que privilegiará siempre los intereses estadounidenses, “desde hoy, una nueva visión gobernará nuestra tierra y pondremos a Estados Unidos en primer lugar”, afirmó en su discurso inaugural, cuyo inicio coincidió con una llovizna.
Trump, que quiere deportar a millones de inmigrantes y construir un muro en los 3.200 kilómetros de frontera con México, también enumeró “dos reglas simples; compre estadounidense y contrate estadounidenses”.

“La ceremonia de hoy tiene un significado muy especial porque no estamos meramente transfiriendo el poder de un gobierno a otro, o de un partido a otro. Estamos transfiriendo el poder de Washington DC y devolviéndoselos a ustedes, la gente”, dijo Trump.
Lamentó que Estados Unidos “enriquezca a industrias extranjeras” y “subsidie ejércitos extranjeros”.  Y añadió: “Hemos defendido las fronteras de otros países mientras nos hemos negado a defender las nuestras. Debemos proteger nuestras fronteras de los estragos de otros países que fabrican nuestros productos, roban a nuestras empresas, y destruyen nuestros empleos”.
La victoria de Trump, que dejó atónito al planeta, está anclada sobre todo en los votos de una clase trabajadora blanca que desconfía de los políticos tradicionales y que siente que la globalización perjudicó a los Estados Unidos, trasladando empleos a México o China.
“Voy a luchar por ustedes con cada aliento, y nunca, nunca los decepcionaré. Estados Unidos volverá a triunfar; triunfará como nunca antes”, enfatizó.

El juramento
Trump y su tercera esposa Melania, una ex modelo de 46 años nacida en Eslovenia, llegaron al Capitolio desde la Casa Blanca, en una limusina junto a Obama y su esposa Michelle.
Michelle vestía un elegante vestido largo rojo oscuro, mientras Melania optó por un vestido y una torera de cachemira celeste cielo de Ralph Lauren, muy en el estilo de la ex primera dama Jackie Kennedy Onassis.
En las escalinatas del Congreso, Trump prestó juramento sobre dos biblias sostenidas por Melania, exactamente a las 12 (hora local), una que le regaló su madre en 1955, y la de Abraham Lincoln, que luchó por la abolición de la esclavitud, también utilizada por Obama hace cuatro años.
Obama y tres ex presidentes, Jimmy Carter, Bill Clinton y George W. Bush, le observaron atentamente, así como su derrotada rival demócrata Hillary Clinton, a quien Trump arrebató la oportunidad de ser la primera mujer presidente de Estados Unidos.
Tras el discurso de Trump, Obama abordó con su esposa un helicóptero de la Marina para dirigirse a la base Aérea de Andews y desde allí dejar Washington luego de ocho años en la Casa Blanca.

Las promesas del presidente
Trump promete unificar al polarizado electorado, pero esto se contradice con sus constantes ataques a detractores, generalmente por Twitter: de la prensa a la actriz Meryl Streep o al héroe de los derechos civiles John Lewis, de las agencias de inteligencia a la canciller alemana Angela Merkel o a Europa.
En el frente diplomático surgen grandes dudas. Los líderes del planeta se interrogan sobre cómo interpretar sus declaraciones, contradichas muchas veces por sus futuros ministros sobre las relaciones con Rusia o el acuerdo nuclear iraní. El gabinete de Trump es el más blanco y el más rico en décadas. Incluye a un solo negro y por primera vez en casi 30 años, a ningún hispano, lo cual le valió fuertes críticas de la primera minoría del país, con más de 55 millones de personas (17% de la población).

Lo más destacado del discurso

• “El 20 de enero de 2017 se recordará como el día en que el pueblo volvió a gobernar esta nación”.
• “Estamos transfiriendo el poder de Washington DC y se lo estamos devolviendo a ustedes, el pueblo”.
• “Hemos hecho ricos a otros países mientras la fuerza y la confianza de nuestro país ha decaído. Ese es el pasado. Ahora miraremos solamente hacia el futuro”.
• “De hoy en adelante será solamente Estados Unidos, primero. Toda decisión será para beneficiar a los trabajadores y familias de Estados Unidos”.
• “El crimen, las pandillas, las drogas… la carnicería en Estados Unidos termina aquí y ahora”.
• “Recuperaremos nuestros trabajos, nuestras fronteras, nuestra salud y nuestros sueños”.
• “Reforzaremos nuestras alianzas contra el terrorismo radical islámico, que erradicaremos de la faz de Tierra”.
• “No importa si somos blancos, negros o morenos; todos tenemos sangre roja de patriotismo”.
• “Estamos protegidos por nuestras Fuerzas Armadas, por nuestras fuerzas policiales y por Dios”.
• “Seguiremos dos simples reglas: comprar estadounidense y contratar a estadounidenses”.



En Rusia celebran el cambio de mandatario
MOSCÚ. Funcionarios y legisladores rusos halagaron ayer la toma de posesión del Donald Trump como presidente y esperan que esto pregone un periodo de mejores relaciones con Estados Unidos.
Las promesas de Trump de arreglar las dañadas relaciones con Moscú entusiasmaron a la élite política rusa después de las tensiones con Washington por la crisis con Ucrania, la guerra en Siria y acusaciones de intromisión rusa en las elecciones de Estados Unidos. Y aunque la política de Trump hacia Rusia no se conoce todavía, el primer ministro Dmitry Medvedev declaró que “esperamos que la razón prevalecerá”.
“Estamos listos para hacer nuestra parte del trabajo para mejorar la relación”, dijo Medvedev en Facebook.
Un centenar de simpatizantes del nuevo mandatario estadounidense, nacionalistas rusos y otros interesados se reunieron en un local hípster a unos cientos de metros del Kremlin para celebrar.



Prometió erradicar el terrorismo islámico “de la faz de la tierra”
WASHINGTON. Donald Trump prometió ayer ante millones de personas que unirá “al mundo civilizado contra el terrorismo islámico radical” y lo “erradicará completamente de la faz de la tierra”.
En el discurso de posesión de mando, el republicano enfatizó sus palabras en su frase de campaña: “Juntos, haremos Estados Unidos grande de nuevo”. Señaló también que buscará la amistad con países poniendo los intereses primero en los beneficios que tenga Estados Unidos.
Prometió que pondrá un “gran esfuerzo nacional para reconstruir el país”, que “determinará el rumbo de Estados Unidos y de todo el mundo por muchos, muchos años”. Fue ante las escalinatas del Capitolio y de cientos de miles de seguidores.
El rumbo del repuplicano
“Nosotros, los ciudadanos de Estados Unidos, estamos unidos en un gran esfuerzo nacional para reconstruir nuestro país y restaurar su promesa para todo su pueblo. Juntos determinaremos el rumbo de Estados Unidos y de todo el mundo durante muchos, muchos años por venir”, señaló.
Además, no olvidó mencionar que se encargará con su Gobierno de confrontar los conflictos que se presenten con otros países, lo aseguró  luego de jurar sobre dos Biblias, una de su propiedad y otra que usó Abraham Lincoln en su primera toma de posesión, empleada también por el ya ex presidente Barack Obama en sus dos investiduras (2009 y 2013).
Trump es el 45 presidente estadounidense desde ayer al mediodía. Luego de su discurso desfiló por la avenida Pensilvania hasta la Casa Blanca, donde todo debe está listo para que comience su trabajo al frente del Ejecutivo.

Francisco le pidió por los pobres

El papa Francisco felicitó ayer al nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y le pidió que no se olvide de los “pobres, marginados y necesitados” al iniciar su mandato. “Oro porque sus decisiones sean guiadas por los ricos valores espirituales y éticos que han forjado la historia del pueblo estadounidense”, escribió el papa argentino en su mensaje, divulgado en inglés por la oficina de prensa del Vaticano.
“Espero que bajo su liderazgo, Estados Unidos mantenga su preocupación por los pobres, los marginados y los necesitados”, agregó.



Unos 28 mil uniformados en el operativo de seguridad
WASHINGTON. Cerca de 28 mil uniformados formaron ayer un masivo dispositivo de seguridad durante la toma de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un Washington que duplicó las medidas de seguridad para evitar ataques de “lobos solitarios” con camiones como los de Niza (Francia) y Berlín.
Los uniformados vigilaron los seis puntos de control para acceder a la zona aneja al Capitolio.
Entre los 28 mil uniformados se cuentan unos 7.800 mil de la Guardia Nacional (militar), 5 mil del Departamento de Policía de Washington y otros cuerpos locales, así como 10 mil que dependen del Departamento de Seguridad Nacional, como el Servicio Secreto, la Administración de Seguridad en el Transporte, la Guardia Costera o la Policía de Parques.
El primer perímetro de seguridad encerró en su interior a un centenar de manzanas del corazón de la capital estadounidense que dejaron cerrados al tráfico cerca de siete kilómetros cuadrados y blindaron sus principales puntos de acceso.
Esto teniendo en cuenta que  alrededor de 900 mil personas lleguen a Washington para asistir a la toma de posesión de Trump.
Alrededor de ese perímetro, que tuvo la Explanada Nacional como epicentro, se organizó el levantamiento de barricadas con camiones volquetes y de cemento, autobuses y otros objetos contundentes para prevenir ataques con vehículos contra la multitud como los ocurridos en los últimos meses en Europa.

En alerta
El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, explicó que no hubo indicios de una “amenaza creíble y específica” para la toma de posesión, aunque alertó que los focos estuvieron puestos en los llamados “lobos solitarios” autoradicalizados dada la evolución del terrorismo global en los últimos años.
Prohibieron ingresar con armas, silbatos, bolsas grandes, globos, entre otras cosas.
Por si acaso, las autoridades pusieron en alerta a cinco de los principales hospitales de la ciudad, el Sibley Memorial, el Howard University, el George Washington University, el MedStar Washington Hospital Center y el Children's National Medical Center, a los  que pidieron que no programen cirugías para ayer para tener personal y camas disponibles. Otra de sus misiones fue lidiar con las múltiples protestas convocadas para la ocasión.
Ante el temor de atentados  el operativo de seguridad no se limitó al lugar de la ceremonia, en Washington. También alcanza a lugares emblemáticos como Nueva York.

Protestas con heridos y más de 90 detenciones
WASHINGTON. Más de 90 detenidos, varias protestas y choques con la policía durante la asunción de Trump, además hubo heridos leves, en Washington por intentar “interferir en las celebraciones” de la asunción del flamante presidente estadounidense. La policía lanzó ayer aerosol pimienta y granadas aturdidoras contra manifestantes, en confrontaciones que ocurrieron a sólo unas manzanas de la ruta del desfile por la investidura de Donald Trump.
Diversas manifestaciones se desarrollaron pacíficamente en varios puntos de control de seguridad cerca del Capitolio, mientras la policía ayudaba a quienes poseían entradas a acceder a la ceremonia inaugural.
Entre varias pancartas podía leerse “Que la libertad sea para todos” y “Liberen a Palestina”.
Pero en un momento dado, a un kilómetro y medio de distancia, la policía persiguió a un grupo de unos 100 manifestantes que destrozaron las ventanas de empresas del centro de Washington mientras denunciaban al capitalismo y a Trump.
El equipo antimotines usó aerosol de pimienta y eventualmente acordonó a los manifestantes que gritaban “Manos arriba, no disparen” al tiempo que un helicóptero sobrevolaba el lugar. Los incidentes se produjeron aproximadamente una hora antes de que jurara Trump en el Capitolio y crecieron varias horas después, cuando la multitud de manifestantes aumento a más de un millar.

Descontento por la asunción
Por otro lado, manifestantes y partidarios de Trump se enfrentaron el jueves por la noche fuera de un evento de apoyo al nuevo mandatario en Washington. La policía usó aerosol químico en un esfuerzo por controlar a la multitud rebelde. Cientos de personas se reunieron frente al Club de la Prensa Nacional en el centro de Washington donde se celebraba el “Deplora Ball”, un juego basado en un comentario de campaña de Hillary Clinton que una vez se refirió a muchos de los partidarios de Trump como una “canasta de deplorables”.
Las demostraciones no terminarán cuando Trump ocupe su lugar en la Casa Blanca. Una masiva marcha de mujeres está prevista para hoy en Washington. Christopher Geldart, director de Seguridad Nacional del Distrito de Columbia, dijo que 1.800 autobuses se registraron para estacionar en la ciudad hoy, lo que podría significar que casi 100.000 personas vendrán a la ciudad por ese medio.