La temporada mira hacia el Lejano Oriente

Domingo 12 de marzo de 2017 | 22:00hs.
Las pasarelas se llenan de plumas, los escaparates de estampados florales y las calles de sudaderas y vestidos con seres mitológicos XXL. La moda bebe esta temporada de las aguas de dos de las culturas más ricas e históricas del mundo, la china y la japonesa. Lo hace a través de un 'revival' de los trajes tradicionales típicos de ambos países -versionados para la ocasión con cortes estudiados-, con un uso abundante de los tejidos considerados orientales -como la seda o el 'cashmere'- y tomando como punto de partida la cerámica china a la hora de elaborar prendas y estampados.

El minimalismo en cuanto a corte y los cinturones XL -en un claro intento de homenajear al 'obi' de los kimonos japoneses- conviven ahora con 'prints' florales y motivos de dragones -uno de los animales más representativos de la simbología china-, que se estampan sobre faldas y vestidos.

Gucci, Marc Jacobs o Prada, una de las grandes artífices de este 'boom' oriental, se encargan de subir a la pasarela una tendencia que Zara o Mango reinterpretan en el 'low cost' y que en las calles y en las alfombras rojas ya han lucido Alexa Chung, Claire Foy o la actriz española María León. Pero, lejos de ser una tendencia asilada y momentánea, las recientes semanas de la moda no hacen más que corroborar que este 'orientalismo' ha venido para quedarse.