Los dos WhatsApp que envió Nahir a Fernando, media hora después de asesinarlo
Sábado 20 de enero de 2018 | 09:40hs.
La estrategia de defensa de Nahir Galarza, la joven acusada de asesinar a su novio Fernando Pastorizzo, sigue fallando. Luego de cambiar en sucesivas ocasiones la versión de la víctima ante la Justicia, finalmente, sus abogados defensores decidieron ir por el camino de un supuesto accidente que terminó provocando la muerte del adolescente.
En su última declaración ante la Justicia, Nahir esgrimió el siguiente argumento de defensa: “Cuando llegamos a la calle de la casa de mi abuela, iba tan rápido que cuando dobló perdió el control de la moto y en ese momento me agarro de él. Él agarra la moto con las dos manos. Casi nos caímos, y cuando me agarro de él le saqué la pistola. Ni siquiera miré cómo la agarré, y en ese momento que frena de golpe yo sentí la primera explosión y ahí nos caímos de costado. (…) Me alcanzo a parar y como no entendía nada empecé a temblar. Me quedo como sorda, boba, y fue todo rápido. Me agacho para mirarlo y ahí es donde sale la segunda explosión que me sorprendió. Me quedé de nuevo sorda y ahí reaccioné y tiré el arma al piso”.
Sin embargo, esta coartada pareciera derrumbarse tras el hallazgo de dos mensajes de WhatsApp que ella le envió a la víctima, 37 minutos después del crimen. La joven envió dos mensajes de texto que apuntaban a hacerla pasar como una posible víctima de violencia de género por parte de su pareja. En el primero de los mensajes, cuando el cuerpo de su novio aún yacía en la calle, ella le escribe: “La podés cortar?”.
Luego, 30 segundos después, le envía: “Ya te dije que no me vi con nadie”.
Estos mensajes entran en clara contradicción con la última declaración de la joven en la Justicia, donde afirmó que fue un accidente el que la llevó a disparar el arma de su padre.
En su última declaración ante la Justicia, Nahir esgrimió el siguiente argumento de defensa: “Cuando llegamos a la calle de la casa de mi abuela, iba tan rápido que cuando dobló perdió el control de la moto y en ese momento me agarro de él. Él agarra la moto con las dos manos. Casi nos caímos, y cuando me agarro de él le saqué la pistola. Ni siquiera miré cómo la agarré, y en ese momento que frena de golpe yo sentí la primera explosión y ahí nos caímos de costado. (…) Me alcanzo a parar y como no entendía nada empecé a temblar. Me quedo como sorda, boba, y fue todo rápido. Me agacho para mirarlo y ahí es donde sale la segunda explosión que me sorprendió. Me quedé de nuevo sorda y ahí reaccioné y tiré el arma al piso”.
Sin embargo, esta coartada pareciera derrumbarse tras el hallazgo de dos mensajes de WhatsApp que ella le envió a la víctima, 37 minutos después del crimen. La joven envió dos mensajes de texto que apuntaban a hacerla pasar como una posible víctima de violencia de género por parte de su pareja. En el primero de los mensajes, cuando el cuerpo de su novio aún yacía en la calle, ella le escribe: “La podés cortar?”.
Luego, 30 segundos después, le envía: “Ya te dije que no me vi con nadie”.
Estos mensajes entran en clara contradicción con la última declaración de la joven en la Justicia, donde afirmó que fue un accidente el que la llevó a disparar el arma de su padre.
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