Los gobiernos pasan, él siempre está

Viernes 21 de abril de 2017
Orgulloso muestra sus fotos y cuenta anécdotas de cuando atendió a protagonistas de peso de la provincia y el país. | Foto: Facundo Correa

Corría el año 1992 y en Villa Sarita ya se anticipaba que habría fiesta. Diego Armando Maradona, el Diez, el Barrilete Cósmico, el mejor jugador del mundo no solamente pisaría el campo de juego de Guaraní Antonio Franco, sino que ese 9 de mayo de 1992 convertiría un espectacular gol de media cancha en un partido a beneficio. Ante tal hazaña deportiva frente a sus ojos, el estadio misionero estalló de emoción. Las 12 mil personas que estuvieron allí la guardan como uno de sus mejores recuerdos.
El que lo tiene intacto también es Camilo Villalba (61), el mozo que sirve hace 37 años en la residencia oficial de gobierno de la capital provincial. Sin embargo, sus recuerdos tienen yapa porque él tuvo la suerte de compartir varios días con el Diego en la residencia antes del partido.
“Compartí cosas lindas con él. Un día me quiso dar propina, 500 pesos que en esa época era mucha plata y yo le dije ‘cómo voy a aceptar propina del mejor jugador del mundo’. Pero él insistió y me volvió a poner la plata en el bolsillo”, recordó con una amplia sonrisa y mostrando orgulloso el autógrafo que cuida como un tesoro.

En la pared de su hogar luce enmarcada, junto a otras fotografías, la que se sacó en aquel año junto al astro del fútbol.
En democracia y en dictadura
Camilo nació en la pequeña localidad correntina de Garabí pero de muy chico emigró con su familia a estas tierras donde construyó su presente y futuro. “Volví algunas veces pero de paseo. Me gustaría hacerle conocer el pueblo a mis hijos”, confesó el hombre.
Arrancó su carrera gastronómica a los 18 años guiado por Lidio “Chichito” Galarza, el ya fallecido mozo que trabajó por más de 40 años en la Casa de Gobierno, y que en aquellos años lideraba el Palacio de la Pizza. Y fue gracias a él que en diciembre de 1979 empezó a trabajar en la residencia, donde ahora además de ser mozo es jefe del personal.
Es así que este hombre ahora canoso y un poco diferente a aquel joven que empezaba a dar sus primeros pasos y a conocer un poco más de la intimidad de los gobernantes de la tierra colorada, sirvió a los gobernadores de facto Norberto Paccagnini y Juan Bayón. Ya en democracia trabajó para Cacho Barrios Arrechea, Julio César Humada, Ramón Puerta, Carlos Rovira, Maurice Closs y actualmente Hugo Passalacqua.
“La primera vez tenía muchos nervios porque atender al jefe máximo no era fácil por más que yo ya lo conocía a Paccagnini porque fue mi jefe en el Ejército. Pero enseguida me palmeó la espalda y me dijo ‘sirva, sirva, sirva’”, recordó el hombre.

Álbumes repletos
Además de las imágenes que cuelgan de sus paredes, Camilo tiene varios álbumes repletos de fotografías de las personalidades de la política, música y farándula nacional a las que sirvió en sus años de trabajo en la residencia.
Así, por ejemplo, se lo puede ver junto a Palito Ortega, el Puma Rodríguez, Víctor Heredia, Carlos Menem y Paco Jamandreu, el diseñador y amigo personal de Eva Duarte. No obstante, aunque no estén retratados esos momentos, también los compartió con embajadores de otros países, con Jorge Rafael Videla, Leopoldo Fortunato Galtieri, Mirtha Legrand, Néstor Kirchner, Raúl Alfonsín, Sergio Goycochea, las modelos Daniela Cardone y Valeria Mazza, entre otras.
De todos ellos Camilo tiene guardadas las más variadas experiencias, como cuando el padre de la democracia argentina no se quiso perder el surubí al roquefort, pese a los cuidados médicos de su acompañante. “Alfonsín tenía un mestre que lo seguía a todos lados. Un día estábamos cocinando surubí al roquefort y el señor me dice ‘el presidente no va a comer eso’. Se ve que lo cuidaba por su salud. Cuando serví le puse a él otra comida. Entonces Alfonsín me mira y me dice ‘venga, ¿por qué mi plato es este y el de ellos no? yo quiero uno igual’”, contó. En tanto, confesó que con quien más charló fue con Menem con el fútbol como eje, debido al fanatismo de Carlos Saúl por River y la preferencia por Boca Juniors de parte suya.
Por otra parte, aunque no tuvo mucho intercambio de palabras con Mirtha Legrand, según contó, luego de su paso por la residencia, la diva de los almuerzos lo recordó y destacó en vivo en uno de sus programas.

La labor diaria
Como actualmente es jefe del personal además de mozo de la residencia y como -según indicó- el actual gobernador no vive en el lugar, su trabajo diario consiste en recorrer el predio, ver el estado de las nueve hectáreas de parque, hacer trámites y papeleo. No obstante, en gobiernos anteriores su estadía en la residencia era de casi todo el día.
Siempre impecable, de traje blanco y con el cabello perfectamente peinado, Camilo se ganó el cariño de todos los gobernantes que pasaron y el de sus familias y destacó el trato siempre cordial y de respeto que recibió de cada uno de ellos.
Le quedan sólo cuatro años para jubilarse pero está seguro que si le ofrecen quedarse por más tiempo, lo hará. “Ahí veremos qué pasa porque uno nunca sabe. Mientras tenga cuerda…”.