Tras el lanzamiento, la ONU condenó a Norcorea

Viernes 21 de abril de 2017
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó ayer el último test de misil de Corea del Norte y amenazó con imponer nuevas sanciones contra Pyongyang por su “conducta altamente desestabilizadora”.
En una declaración adoptada por unanimidad, el Consejo solicitó a Corea del Norte “no realizar más pruebas nucleares” y expresó que las “actividades ilegales con misiles” de Pyongyang están “incrementando enormemente la tensión en la región y fuera de ella”.
A la vez, amenazó con “tomar otras medidas significativas, incluyendo sanciones” para responder a la crisis a causa de los lanzamientos de misiles norcoreanos.
En declaraciones anteriores el Consejo ya había amenazado con tomar medidas, pero en esta ocasión el texto especificó la palabra “sanciones”, subrayando un tono más fuerte las autoridades del Consejo.
El cuerpo ejecutivo de Naciones Unidas aprobó un proyecto de resolución propuesto por EstadosUnidos, luego de que Rusia insistiera en que la necesidad de alcanzar una solución pacífica “a través del diálogo” fuera incluida en la versión final del texto.
Rusia bloqueó la versión anterior de la declaración, emitida luego de que Pyongyang realizara una prueba fallida el domingo, incluso cuando China, aliado de Corea del Norte, había respaldado el proyecto.
El embajador interino de Rusia, Petr Iliichev, negó haber bloqueado la declaración y dijo que EstadosUnidos había roto “de modo abrupto” las conversaciones sobre una postura consensuada.

Pruebas aéreas en la península
Más de 100 aviones de combate estadounidenses y surcoreanos llevan a cabo un ejercicio de defensa área, informó la Fuerza Aérea de Corea del Sur, en plena escalada de tensión en la península coreana.
El ejercicio “Max Thunder”, que comenzó el pasado viernes, aunque su inicio no fue revelado hasta ayer, durará dos semanas, con lo que concluirá casi al mismo tiempo que las maniobras conjuntas de dos meses de tierra, mar y aire “Foal Eagle”.
Unos 1.200 soldados también participan en este ejercicio anual, orientado a “abrumar al enemigo” y diseñado para “responder a cualquier forma de provocación en cualquier momento y lugar”, según el teniente Won In-chul, de la Fuerza Aérea surcoreana, en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap.
Won añadió además que estas maniobras conjuntas ofrecen una buena oportunidad para mejorar las habilidades tácticas de ambos países, que son indispensables para mantener la seguridad en la península coreana. Unos 300.000 soldados surcoreanos formaron parte en otras maniobras conjuntas, “Key resolve” y “Foal Eagle”, este año, en lo que supone el mayor despliegue hasta la fecha para estos ejercicios anuales, a los que Corea del Norte considera un ensayo para invadir su territorio.
Las Fuerzas Aéreas estadounidenses enviaron además al este de la península coreana un avión destinado a recolectar información de la atmósfera para detectar e identificar una explosión nuclear, según una fuente gubernamental citada por Yonhap.
El Pentágono también decidió enviar a la península al portaaviones nuclear USS Carl Vinson, que llegará a la zona a finales de abril.
Corea del Norte realizó su última prueba de misiles el pasada domingo cuando lanzó sin éxito un proyectil que estalló tras ser disparado, en lo que supone el enésimo ensayo armamentístico del régimen de Pyongyang en el último año. El hecho fue confirmado por las autordades de Corea del Sur.