Saudades por el morro
Domingo 18 de marzo de 2018 | 08:00hs.
Morro de Sao Paulo es un destino elegido por el turismo internacional. Muchos argentinos deciden ir directo desde el aeropuerto Magalhães de Salvador de Bahía a Morro, sin pasar ni siquiera una noche en la bellísima antigua capital brasileña. Porque dicen que Morro tiene lo que buscan: cinco playas distintas, soñadas, perfectas, una más tranquila que la otra.
En las dos primeras playas hay más visitantes y servicios. Pero en las siguientes hay una auténtica calma, con pocas personas que chapotean en el agua o que van y vienen caminando por la arena. Gracias a su naturaleza la oleada del mar se interrumpe a varios kilómetros de distancia. Entonces sus costas se componen de piscinas naturales, donde se puede permanecer durante horas bañándose en sus aguas tibias y poco profundas. Por eso también es una playa segura, en la que no se ven guardavidas.
La noche de Morro es un gran atractivo porque hay conciertos en los bares y se encuentran boliches que –exageran- se comparan con Ibiza. Hay restaurantes muy buenos y también hospedaje de primer nivel.
No obstante, se compone además de albergues y hostels muy económicos. Morro es un destino seguro. Se pueden alquilar residencias en los barrios, que no superan los 6 mil habitantes. Sus moradores son confiables y los precios de mercado son un poco más altos que en Salvador.
A Morro se accede en vuelos privados, en catamarán directo o en el semiterrestre. Este último es el más recomendable. Se tarda un promedio de cuatro horas a 90 reales, partiendo – si se sale desde el puerto de Bahía- en catamarán, luego en tierra se toma un bus hasta Valença y desde ahí en lancha al puerto de Morro. Como muchos destinos del norte brasileño, Morro fue un fuerte de la corona portuguesa. Se puede observar las características perimetrales del antiguo fuerte apenas se llega al puerto.
Sin embargo, al adentrarse en las calles adoquinadas se observa el espíritu turístico que tiene el lugar, como para todos los gustos. Aunque hay que tener en cuenta que algunos alojamientos se encuentran en los picos de los morros, para lo cual a veces hay que caminar bastante cuesta arriba. No obstante, la vista panorámica compensa. Morro de Sao Paulo es también conocido como Morro de Saudades. Cualquiera que lo visite sabrá el porqué.
Ricardo Javier Vera
Locutor y periodista
En las dos primeras playas hay más visitantes y servicios. Pero en las siguientes hay una auténtica calma, con pocas personas que chapotean en el agua o que van y vienen caminando por la arena. Gracias a su naturaleza la oleada del mar se interrumpe a varios kilómetros de distancia. Entonces sus costas se componen de piscinas naturales, donde se puede permanecer durante horas bañándose en sus aguas tibias y poco profundas. Por eso también es una playa segura, en la que no se ven guardavidas.
La noche de Morro es un gran atractivo porque hay conciertos en los bares y se encuentran boliches que –exageran- se comparan con Ibiza. Hay restaurantes muy buenos y también hospedaje de primer nivel.
No obstante, se compone además de albergues y hostels muy económicos. Morro es un destino seguro. Se pueden alquilar residencias en los barrios, que no superan los 6 mil habitantes. Sus moradores son confiables y los precios de mercado son un poco más altos que en Salvador.
A Morro se accede en vuelos privados, en catamarán directo o en el semiterrestre. Este último es el más recomendable. Se tarda un promedio de cuatro horas a 90 reales, partiendo – si se sale desde el puerto de Bahía- en catamarán, luego en tierra se toma un bus hasta Valença y desde ahí en lancha al puerto de Morro. Como muchos destinos del norte brasileño, Morro fue un fuerte de la corona portuguesa. Se puede observar las características perimetrales del antiguo fuerte apenas se llega al puerto.
Sin embargo, al adentrarse en las calles adoquinadas se observa el espíritu turístico que tiene el lugar, como para todos los gustos. Aunque hay que tener en cuenta que algunos alojamientos se encuentran en los picos de los morros, para lo cual a veces hay que caminar bastante cuesta arriba. No obstante, la vista panorámica compensa. Morro de Sao Paulo es también conocido como Morro de Saudades. Cualquiera que lo visite sabrá el porqué.
Ricardo Javier Vera
Locutor y periodista
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