Expectativa por la reanudación del debate por el caso Selene

Lunes 24 de julio de 2017 | 07:10hs.
Bondar -a la izquierda-, defensor de Victoria Aguirre, pidió el apartamiento de los jueces del caso. | Foto: Luciano Ferreyra.

Tras la feria judicial que concluye hoy, se resolverá el pedido de recusación de los miembros del Tribunal Penal Uno solicitado por el defensor de Victoria Aguirre (24), quien está acusada del homicidio de su pequeña hija Selene, delito que también se le imputa a su ex concubino Rolando Lovera (33).

 

El apartamiento de los magistrados Lilia Avendaño, Francisco Aguirre y José Pablo Rivero fue oficializado el 3 de julio por el abogado Roberto Bondar, quien acusó de parciales a los integrantes del Tribunal.

 

En consecuencia, se conformó un tribunal especial para resolver la recusación y el mismo quedó integrado por los camaristas Jorge Villalba, Graciela Heppner y Julio Carvallo, pero casi de inmediato el defensor de Aguirre pidió el apartamiento de Carvallo con el argumento de una “enemistad manifiesta”. La estrategia defensiva logró frenar la continuidad del debate, que apenas desarrolló dos jornadas y sólo se escuchó a siete de los 34 testigos citados.

 

Se estima que hoy se nombre otro juez para completar el cuerpo que resolverá la cuestión, es decir si se acepta o no el pedido de apartamiento del tribunal que inició el juicio. Ante la consulta de El Territorio , fuentes judiciales anticiparon que habría consenso para rechazar la recusación planteada y avalar la continuidad de Avendaño, Aguirre y Rivero.
“Bondar, ante tanta contundencia en contra de su defendida, recusó. Fue una estrategia procesal. No le quedó otra”, opinó Martín Moreira, defensor de Lovera.

 

El letrado consideró que existen pruebas que complican a Aguirre, como los registros de las cámaras de seguridad del lugar de trabajo de su cliente, además de la declaración de testigos y el aporte de los médicos que atendieron a Selene en los días previos a su deceso.

 

No estaba golpeada
Sobre lo que se escuchó en las primeras jornadas del debate, Moreira mencionó que el 28 de enero de 2015, a las 19.30, Victoria Aguirre llegó con Selene a la arenera en la que Lovera trabajaba como sereno, lo que descartaría que estuvo secuestrada por el sujeto.

 

Entre otras contradicciones de la acusada, comentó que “Victoria le dijo a los médicos del Samic que la nena había muerto porque convulsionaba. Los médicos observaron que Selene tenía golpes e incluso dos manchitas de sangre. Victoria dijo que la nena no tenía golpes. Fue por esa grave contradicción que se llamó a la Policía y Victoria quedó detenida”.

 

Asimismo, Moreira subrayó que “en el juicio los médicos desmintieron categóricamente la historia de que Victoria y la nena estuvieran secuestradas por Lovera. Hay montones de testigos que pueden corroborarlo y, de hecho, lo estaban corroborando en el juicio”.

 

Ante los jueces, la acusada manifestó que Lovera abusaba de ella y la golpeaba, pero al momento de su detención el médico policial no constató lesiones.

 

Sobre la presunta violencia de género, Moreira precisó que en el debate están citadas tres ex parejas de Lovera que declararán a favor de él. “Es una lucha noble defender a las mujeres de tanta violencia que sufren. Pero pido que Victoria o Lovera sean condenados si es que fueron culpables, no por cuestión de género”, remarcó.

 

Versiones encontradas

En líneas generales, Aguirre relató que sus pesares comenzaron el 21 de enero del 2015, cuando comenzó la convivencia con Lovera, apenas ocho días antes del asesinato de Selene. Aseguró que la golpeaba y violaba sistemáticamente. También que agredía a la Selene hasta hacerla sangrar.

 

Durante esos ocho días no pudo pedir auxilio ni escaparse, dijo que el sujeto la movilizaba en un coche que no se abría desde adentro y que la tenía encerrada en el departamento que alquilaban, donde no se cruzaban con ningún vecino.

 

Afirmó que la llevaba con él a la arenera donde trabajaba como sereno y uno de esos días la llevó a un almacén de Tres Esquinas, ella se bajó con él y le pidió auxilio a un amigo de su papá. Pero el hombre no le hizo caso.

 

Mencionó que el 27 de enero llevó a Selene a una consulta en el hospital por una herida en la mano y tampoco pudo pedir ayuda porque su ex tenía un cuchillo y la amenazaba. Según Aguirre, Lovera decía que recibía órdenes en “un humo negro” y una “lámpara con forma de patito”.

 

En tanto, si bien sólo se desarrollaron dos jornadas del debate, con la declaración de los primeros testigos su relato fue refutado.

 

La pediatra Cristina Schiefelbein recordó que el 27, además de una herida en la mano, Selene tenía hematomas no recientes en rostro y piernas. Afirmó que “en la consulta sólo estuvo la madre”, mientras que la pequeña quedó en observación de 8.30 a 11, lapso en el que Aguirre nunca solicitó ayuda o explicitó alguna situación de violencia por parte de su concubino.

 

“Por el lugar donde la atendí, tuvo la posibilidad y el tiempo para contarme si estaba pasando algo. Estábamos solas, su estado era normal y no le encontré nada raro. Tampoco el señor nos veía en el lugar que estábamos ni observé una conducta intimidatoria del señor a la señora y se fueron juntos”, concluyó la testigo.