Dormir con el perro: ¿Trae inconvenientes?

Lunes 20 de febrero de 2017 | 05:00hs.
Hay varios factores que se ponen en juego, al momento de compartir una cama.

Nos acurrucamos, sentimos el calorcito de los cuerpos, ellos están cómodos y nosotros también. Sabemos que es algo placentero, pero… ¿Es recomendable compartir la cama con nuestro perro?

¿Le hace bien o debería ocupar un rol “de mascota” y acomodarse en una cucha? ¿A nosotros nos puede provocar algún problema o enfermedad?

“No hay ningún tipo de restricciones en cuanto a dormir con animales en la cama”, nos responde el doctor Guillermo Di Federico, médico veterinario del laboratorio Labyes.

“En líneas generales, es simplemente una decisión individual”, asegura y remata: “personalmente creo que es un beneficio mutuo, siempre y cuando al propietario le guste hacerlo”.

Desde el punto de vista canino, ellos también disfrutan de acurrucarse. “Los perros presentan la tendencia y hasta diría que tienen la necesidad de dormir cerca o junto a sus compañeros o miembros de su grupo social. Por lo tanto, dormir cerca o junto a sus propietarios humanos les resulta innatamente agradable”, asegura el doctor Ricardo Bruno, veterinario y especialista en comportamiento animal.

Según indica el diario Clarín, también cabe indagar en la psicología animal y preguntarnos qué implica sumarse a un espacio que, a priori, está creado para las personas. Al respecto, Ricardo Bruno considera que el hecho de dormir en la cama no genera una “humanización” en el cerebro de la mascota.

Según los expertos consultados, no es problemático que la mascota duerma en nuestra cama. Pero sí es necesario aprender a marcar límites y poder frenar a tiempo los comportamientos que puedan llegar a molestarnos.

“El real problema es que cuando el propietario desea que el animal se baje de la cama y se lo ordena, el animal no lo haga”, nos explica el doctor Bruno. En su opinión, cada persona elige cómo quiere vivir con su mascota, pero lo importante es tener siempre un liderazgo marcado sobre el animal.

“Si realmente no se quiere dormir con la mascota y ella se sube sin autorización y despierta al dueño, eso no va a mejorar el vínculo”, coincide Guillermo Di Federico.