El eterno drama del puente

Jueves 12 de enero de 2017

Tener que esperar cinco horas en la cola del puente para regresar desde Encarnación a Posadas no sólo no es normal sino que es también intolerable. Pero es algo que ocurre todos los días, e incluso a altas horas de la noche. Hasta ahora faltó la decisión política por parte de la Nación para solucionar un problema que si bien se agravó mucho en los últimos seis meses, data de años. Ahora la solución -o al menos un muy importante paliativo- parece ser cosa de días, a la luz del anuncio hecho ayer a El Territorio por el director de Fronteras de la Nación, Fernando Cafasso. El funcionario aseguró que desde el 1º de febrero comenzarán a funcionar diez nuevas casillas de control migratorio (página 5). Serán exclusivamente para autos particulares y estarán emplazadas en una nueva zona de control, en el sector desde donde salía la balsa.
Así, el control en el puente quedará virtualmente desdoblado, con un sector por donde pasarán los autos y otro -el actual- destinado a los colectivos. La decisión viene a hacer algo de justicia en el principal punto de tráfico internacional de personas del país, superando incluso a Ezeiza. Por ese aeropuerto pasaron en 2016 unas 9 millones de personas, y por nuestro puente, más de 11 millones, pero la diferencia en cuanto a la espera es incomparable: minutos en Ezeiza frente a horas aquí.  
Las diez nuevas casillas anunciadas permitirán sin dudas agilizar mucho el cruce, aunque la solución de fondo a toda esta problemática fronteriza, que obviamente va también mucho más allá de la demora para cruzar,  sería que Misiones fuese declarada zona franca, como un proyecto piloto en la Argentina que de ser exitoso, podría replicarse en otros puntos del país. Esto traería no sólo beneficios impositivos sino también laborales, económicos en general y también por ende sociales.


Por Carlos Serenelli
Jefe de Cierre
cserenelli@yahoo.es