¡Al gran mate argentino, salud!

Sábado 26 de noviembre de 2016
Temprano, mientras se organiza el día, camino al trabajo,  junto a la computadora mientras se estudia o al final del día, en una ronda de amigos, en familia o en el trabajo, ¡el mate está! En todas partes, a toda hora y ¡con todos!  El mate es tradición, es argentinidad; tiene personalidad y calidez; es intenso y simple al mismo tiempo; tiene poesía, historia y originalidad; tiene magnetismo y popularidad; es inspiración y pasión… ¡es nuestro! El 30 de noviembre es el Día Nacional del Mate, un reconocimiento a la infusión nacional, fecha establecida por la Ley 27.117 en honor al caudillo Andrés Guacurarí y Artigas, más conocido como “Andresito”.
 El Instituto Nacional de la Yerba Mate y el Ministerio de Turismo de Misiones invitan a formar parte de los festejos y a ampliar la ronda de mate, sumando “materos”. Los interesados pueden interactuar accediendo a www.yerbamateargentina.org.ar o en facebook/yerbamateargentina, donde podrán conocer, entre otras cosas, personalidades que son fanáticos del mate; y el miércoles 30 de noviembre habrá actividades al aire libre, en la plaza San Martín y en el tramo de la costanera donde está emplazado el monumento a Andresito (ver Distintas...).   
 El consumo de yerba mate tiene cinco siglos de historia y más de un siglo de cultivo sistemático. Los estudios científicos evidencian que estamos ante un alimento funcional y de efecto protector en enfermedades metabólicas y degenerativas de la salud humana, tal como quedó reflejado en la III Jornada de Yerba Mate y Salud, organizada por el Inym y la Universidad Nacional de Córdoba. 

En todos los hogares
En la Argentina se consumen alrededor de 256 millones de kilos de yerba mate, un consumo anual per cápita de unos 6,4 kilos.
EL producto está presente en más del 90% de los hogares y su consumo, bajo la forma de mate tradicional, aporta al organismo gran cantidad de polifenoles, vitaminas del complejo B, potasio, magnesio y xantinas. Los polifenoles actúan como un poderoso antioxidante, que ayuda a aumentar las defensas y a disminuir el envejecimiento celular.
Las vitaminas del complejo B ayudan al cuerpo a aprovechar mejor la energía de los alimentos ingeridos. El potasio y el magnesio son indispensables para el funcionamiento del corazón. Las xantinas (cafeína, teobromina) son compuestos que estimulan el Sistema Nervioso central; es decir, apuntalan al esfuerzo físico e intelectual.    

Los orígenes del mate
 Los orígenes del mate se remontan a la cultura de la etnia guaraní. Las hojas de la planta de yerba mate (Ilex paraguariensis) eran utilizadas por los  aborígenes como bebida, y eran objeto de culto y ritual, y moneda de cambio en sus trueques con otros pueblos prehispánicos: los incas, los charrúas y aún los araucanos a través de los pampas, recibían yerba elaborada de manos de los guaraníes. Caá en lengua guaraní significa “yerba”, pero también significa planta y selva. Para el guaraní, el árbol de la yerba es el árbol por excelencia, un regalo de los  dioses. Tomar la savia de sus hojas era para ellos beber la selva misma.
 Los conquistadores aprendieron de los guaraníes el uso y las virtudes de la yerba mate, e hicieron que su consumo se difundiera en forma extraordinaria al punto de organizarse un intenso tráfico desde su zona de origen a todo el Virreinato del Río de la Plata.
 Más tarde los religiosos jesuitas introdujeron el cultivo en las reducciones distribuidas en el norte de la Argentina, sur de Paraguay y Sudoeste brasileño. Fueron los grandes responsables de que la yerba mate fuera conocida en el mundo civilizado, en donde llegó a conocérsela como el "té de los jesuitas". Recién en 1903 en Santa Ana (Misiones) se realiza la primera plantación moderna de yerba mate. Hasta entonces y aún por muchos años, la yerba que se consumía provenía de la selva, de plantas silvestres que crecían en manchones con gran densidad de árboles, llamadas islas.
La explotación irracional, en la que la tala de los árboles fue moneda corriente por siglos, terminó insumiendo por completo el recurso que parecía inagotable. Sólo con las plantaciones racionales, los cultivos de yerba volvieron a hallar su lugar en la historia.

La leyenda  
Sostienen los investigadores que hace más de mil años, los aborígenes guaraníes iniciaron una larga migración hacia el sur desde el corazón de las selvas sudamericanas: quizás desde la meseta del Mato Grosso, donde se separan las aguas que se encauzan hacia el norte, hacia las selvas amazónicas, y las que descienden hacia el sur, a la cuenca del plata; o quizás desde más al Norte todavía.
Fue, tal vez, durante ese periplo que los guaraníes dieron nacimiento a una de las leyendas  que explica el origen de la planta de yerba mate. Como es característico de su cultura, esta historia se transmitió oralmente de generación, hasta llegar a nuestros días.
“Hace mucho tiempo, una tribu nómada decidió dejar la región que habitaba desde antaño. Sin embargo, un anciano no se sintió con la energía suficiente para seguir a su gente. Entonces la tribu dejó a Yar, tal era el nombre del anciano, en la compañía de su hija Yarí, que se negó a abandonarlo. El anciano construyó un refugio primitivo con sus propias manos, y ambos continuaron con su acostumbrado modo de vida en medio de ese entorno salvaje y primigenio.
 Un día, al anochecer, apareció un extraño ser. El color de su piel era raro y también su vestimenta, en relación a lo que estaban acostumbrados. A pesar de ello, padre e hija lo trataron con deferencia, ofreciéndole su hospitalidad desinteresada y los mejores alimentos que tenían en su humilde morada.
 Ocurrió que el extraño era el mismísimo “Tupá”, el dios bueno, que quería conferirles un presente milagroso y permanente. El poder mágico del presente permitiría contar siempre con los medios para recibir y atender a sus visitantes; así como también les ayudaría mitigar el largo período de aislamiento. Así hizo que una nueva planta creciera en la selva, y luego les enseñó a preparar una bebida tónica y estimulante que pasaría a ser, con el tiempo, un símbolo de bienvenida para los huéspedes de la casa. Ungió a la bella Yarí como diosa protectora (Caa Yarí) y a su anciano padre, como su custodio.

Distintas propuestas en la semana

La próxima semana habrá varias actividades para celebrar el Día Nacional del Mate.
En la ciudad de Buenos Aires se realizará el 1º Encuentro Internacional de la Cultura Matera, el 29 de noviembre, en el Auditorio Central Sade (Sociedad Argentina de Escritores), organizado por El Imaginero Producciones con el apoyo del Círculo Argentino de Periodistas Agrarios, Ecoapuntes de Yerba Mate, Inym y Sade.
En el lugar, a partir de las 9, disertará el ingeniro agrónomo Alberto Re, presidente del Inym; el ingeniero agrónomo Raúl Escalada, del área técnica del Inym, sobre “Sistema Productivo de la Yerba Mate”; el licenciado Carlos Coppoli, de Marketing y Comunicación del Inym, sobre “El Negocio Yerbatero. Panorama del Mercado Local e Internacional”; Nelson Bracesco, investigador de la Universidad de la República de Uruguay, sobre “Mitos y Verdades en Yerba Mate y Salud”, y Juan Carlos Farías, director de Apuntes de Yerba y Mate, sobre “Cultura Matera y Yerbatera”. En tanto, el 30 de noviembre, Día Nacional del Mate, en la ciudad de Posadas, el Instituto Nacional de la Yerba Mate y el Ministerio de Turismo de Misiones ofrecerán actividades al aire libre, a partir de las 17, en la plaza San Martín y en el espacio de la costanera de Posadas donde está el monumento a Andresito.
En la plaza San Martín actuarán grupos musicales y en la costanera, estará presente el trailer promocional de Yerba Mate Argentina con el mensaje “Andresito y el mate”.
Todas las actividades son sin fines de lucro, con el único objetivo de celebrar al mate.