San Pedro: Hace tres años no tiene noticias de su hijo y lo busca con desesperación

Viernes 17 de noviembre de 2017 | 14:10hs.
Fernando Julián Acosta, ahora, con 34 años.

Ya pasaron más de tres años desde que Aurora Martins tuvo el último contacto con su hijo Fernando Julián Acosta. Esta madre atraviesa un momento de profundo pesar ante tanta incertidumbre. Ya intentó por todos los medios ubicar a su hijo, quien habría viajado con rumbo a Rio Grande Do Sul, Brasil. Hoy el hombre tiene 34 años, de oficio artesano, contextura física delgada, 1,80 de altura, piel clara, cabello y ojos negros.

Si bien Fernando se caracteriza por estar en constante movimiento, siempre estuvo en contacto con su familia, en San Pedro. Cuando habían pasado 30 días de haber emprendido el último viaje, en 2015, ante la ausencia de llamadas o algún tipo de mensaje, Aurora procedió a radicar una denuncia en la Comisaría de San Vicente, el 8 de julio de ese año, cuyo expediente fue enviado a la comisaría de San Pedro, pero no hubo novedades.


La angustia de la familia ante la falta de noticias sobre el paradero aumenta diariamente. "Cuanto más pasa el tiempo es peor la sensación; mi madre me dice que por su estilo de vida en cualquier momento aparece, pero lo estoy buscando desde julio del 2015, cuando pasó un año desde la última vez que vino a visitarme. Él es artesano y recorría varios lugares vendiendo lo que hace, y con eso se fue a Brasil y allá en las playas las vendía. Conservo conmigo siempre esta pulsera que me regaló", dijo Aurora, en diálogo con El Territorio.

La decisión de efectuar la denuncia en San Vicente tuvo que ver con la cercanía al destino donde creía que se encontraba Fernando, quien había cruzado por El Soberbio en balsa al estado de Rio Grande Do Sul, a las localidades de Tres Pasos y Joenville.

Aurora estuvo en contacto con autoridades del vecino país sin concretar ninguna búsqueda pero confirmó que no estaba detenido en ninguna cárcel del Brasil. Entre las respuestas que recibió una estaba relacionada con el hecho de que no había siquiera una dirección y otra, que al ser una persona mayor de edad no podían proceder.

"En las declaraciones quedaron asentados los lugares por donde él me contaba que andaba, pero me decían que era muy complicado al no saber con exactitud un domicilio, pero 'que piola que es usted', le dije al jefe, 'si yo supiera donde estaba, no estaría acá', y así fui varias veces y nada" señaló.

La mujer cuenta con un número del teléfono que le había proporcionado su primogénito, al que llama constantemente y le envía mensajes, pero no recibe respuestas. El deseo de saber de su hijo mayor la llevó a actualizarse y ponerse al día con las redes sociales. Para asegurarse una conexión las 24 horas contrató el servicio de internet de una empresa privada.

"Yo no sabía manejar estos tipos de aplicaciones, instale wifi y estoy todo el día conectada, me quedo revisando las publicaciones y noticias hasta tarde para ver si aparece algún dato que me lleve hasta mi hijo, pero pasa el tiempo y es cada vez más difícil vivir con esta incertidumbre" comentó.

Según el relato de la mujer, no existe un motivo en particular que tenga que ver con problemas familiares que haya llevado al hombre a la decisión de alejarse de tal manera de la familia. Inclusive recordó que tiempo, atrás cuando aún no contaba con una cuenta de Facebook, al quedarse sin teléfono Fernando se comunicaba mediante ese medio con una de las sobrinas, pero en todo este tiempo no mantuvo contacto con ningún familiar.

"Cada vez que venía manteníamos una buena relación, no hubo ningún problema como para esta actitud, él era muy sociable, siempre dije que eso lo saco de mí, que soy comerciante y me gusta vender, y él era así, charlaba y hacia amistad muy fácilmente, jamás tuvo ningún ingreso en la policía o algún tipo de problemas con alguna persona", dijo Martins.

Hace un año, mediante sus publicaciones en Facebook recibió una pista, ya que quien era por entonces un desconocido para la mujer aseguró saber dónde se encontraba su hijo, pero lo que parecía un gran alivio no tuvo buen fin:

"Me contactó un hombre que decía conocerlo y haberlo visto en una iglesia en Posadas; a Fernando le gustaba ir a la iglesia, por lo que todas las pistas coincidían con sus características, pero al ir a la dirección los vecinos decían que ya no vivía allí. Nunca confirme si era o no mi hijo, pero no creo que esta persona me haya mentido", señaló Aurora.

La mujer, enfermera con más de 34 años de antigüedad en el hospital de San Pedro, está a punto de jubilarse, y por ello todos los meses viaja a la capital provincial, donde se pone en contacto con personas conocidas que saben del caso y ayudan en la búsqueda. Hace tiempo recibió un comentario de que habrían visto a su hijo en la localidad de Leandro N. Alem.

"Fue lo último que supe, pero sin nada más que ese dato, que lo habían visto. Ahora pienso ir a recorrer ese lugar y ver si logro ubicarlo. Se acercan las fiestas, fue su cumpleaños 34, el 23 de agosto, y estas fechas son muy difíciles, no tengo ánimo para ningún tipo de festejos, pido encarecidamente si alguien sabe algo o mi hijo Fernando si estás leyendo esto, comunicate con nosotros, decime cómo estás, sabés que siempre estuvimos para lo que necesités, no importa que no quieras volver a San Pedro, pero llamame y decime por favor cómo estás", pidió la desesperada madre.