Doña Chona fue asesinada a golpes en la cabeza por resistirse al robo

Viernes 19 de mayo de 2017
El crimen de la pensionada Asunción ‘Chona’ Neris (56) fue planificado y los ejecutores, al menos dos o tres días después de matarla a golpes y ocultar su cuerpo en un pozo del patio, habrían regresado a la antigua casona para robar lo poco de valor que dejaron y eliminar cualquier huella que pudiera comprometerlos.
Por eso, la hipótesis más fuerte apunta a que prendieron fuego la casa imaginando que, ante la vista de todos, podría pasar como un incendio accidental, lo que en un principio se creyó. Pero el estilo de vida social de la víctima -que era bastante reservada- derivó en las sospechas de sus vecinos de que algo le pudo haber pasado. No la veían desde el domingo a la tarde.
Como vivía sola desde hace muchos años, cada vez que salía era para pedir ayuda por alguna dificultad doméstica y en ese contexto se hacía notar. El miércoles, cuando su casa estaba en llamas, nadie la vio ni escuchó pidiendo auxilio y eso significó un presagio que pocas horas después se confirmó con el hallazgo del cuerpo. Chona había sido asesinada.
El resultado preliminar de la autopsia realizada ayer a la mañana por el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial determinó que tenía graves traumatismos de cráneo, lo que permitió confirmar que la asesinaron a golpes en la cabeza con un elemento contundente que puede ser un garrote, una barreta de hierro o un martillo.
El mismo análisis detectó que, por el estado de descomposición del cuerpo, el crimen pudo haberse cometido entre domingo a la noche y madrugada del lunes, lo que da fuerza a la teoría que siguen los investigadores. Con pericias más específicas tratarán de saber si fue abusada sexualmente, lo que por ahora tampoco se descarta.

Sujeta a un tronco
Los investigadores de la División Homicidios de la Policía de Misiones y de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas del Poder Judicial (Saic) se movieron rápido para atrapar a los sospechosos ni bien el cuerpo de la víctima fue extraído del pozo, distante a unos siete metros de la casa y disimulado con chapas de zinc.
Los asesinos, además, colocaron ladrillos como para que no sea detectado fácilmente y en ese plano fue preponderante la aparición de un primo de Chona, Néstor Núñez, quien vive a dos cuadras de donde la mataron. “Me llamaron porque estaba prendiendo fuego la casa y como ella nunca sale me pareció raro que no estaba cuando los bomberos entraron”, dijo y recordó que empezó “a mirar en el patio porque había cosas de ella tiradas hasta que noté que había tierra removida cerca de unas chapas. Los bomberos las retiraron y encontraron dos frazadas con una colcha en el pozo, que era bastante profundo. Las sacaron y con una tacuara comenzaron a hincar porque decían que había algo raro, entonces me pidieron un gancho que fui a buscar a casa y cuando volví ya había flotado el cuerpo que, me dijeron, estaba sujeto a un tronco muy pesado”.  
La secuencia que relató el testigo es la que conocían los investigadores, quienes fueron tras una pandilla que había sido vista en esa zona del barrio San Cayetano que desde hace algunos meses choca con el murallón de concreto que dejó la obra de autovía sobre la ruta nacional 12, a 100 metros de la rotonda de acceso.
Fue así que llegaron hasta Mariano Gabriel Z. (19), alias ‘Champú’; Daniel D. S. (19), apodado ‘Pili’; Marcelo G. (27), conocido como ‘Queso’; Carlos G. (22), ‘Carlitos’ y un adolescente de 17 años, apodado ‘Polaquito’. De acuerdo a las fuentes consultadas, no sólo fueron observados merodeando la casa de doña Chona, sino que en poder de ellos encontraron algunos elementos que fueron robados.

Pericias
Teniendo en cuenta esos datos, la reconstrucción apunta a que la solitaria pensionada fue abordada por los delincuentes durante la noche y, al querer resistirse, ese mismo día la mataron. Después se ocuparon de desechar el cadáver (envuelto en una sábana) en el pozo y se escaparon con un televisor, además de -posiblemente- dinero en efectivo. Pero juntaron en el patio otros elementos que volverían a buscar, aprovechando el regreso para incendiar la casa buscando borrar evidencia.
En la víspera, los peritos de la Policía Científica estuvieron en el escenario del crimen buscando elementos de prueba que sumen a la pesquisa. Mientras, los cinco sospechosos están alojados como incomunicados en distintas sedes policiales y en el transcurso de las próximas horas serán indagados por el Juez de Instrucción Siete, Carlos Giménez.