Cómo vencer la ansiedad en fin de año

Sábado 9 de diciembre de 2017 | 01:00hs.
Las exigencias y el ajetreo cotidiano se acentúan en esta época del año: se decide realizar un balance mental sobre cómo transcurrió el 2017, las fortalezas y debilidades que pasaron durante los 365 días y con ello acarrear presión sobre todo lo que resta por hacer antes –y después- de que cambie el calendario. ¿Qué quedó pendiente?, ¿Qué se quiere y qué no para el nuevo año?

Además, se suman a estas preguntas eventos familiares y sociales con agendas apretadas, planificación de vacaciones y corridas de un lado al otro para celebrar las fiestas. De esta manera, aparecen los primeros síntomas de ansiedad y estrés.

Hebe Perrone, directora de la carrera de psicología de Fundación Barceló, aclara que, la ansiedad, es un estado mental, no necesariamente una patología, que, en ciertas circunstancias, puede transformarse en una modalidad con aspectos disfuncionales. Los síntomas más comunes son: temor, impaciencia, preocupación, inseguridad, tensión y desconfianza. En la actualidad ansiedad y angustia, para muchas teorías son sinónimos.

El individuo presenta y padece sus síntomas. El bloqueo emocional que genera la ansiedad impide el reconocimiento, de los factores que producen estrés. El miedo al cambio es uno de los factores más usuales que se consideran como estresores o causantes de ansiedad: interfieren con el orden diario, alteran la rutina y sacan a las personas de la zona de confort.

Como parte de los usos y costumbres, celebrar Navidad, Año Nuevo y las reuniones de fin de año son muy importantes para mantener los vínculos sociales activos: la presión por participar de todos los eventos y organizarse bien, genera ansiedad. A lo anterior se suman los conflictos familiares habituales en este período, la culminación de un nuevo año y la presión de todo lo que no se pudo realizar, o aquello que se perdió, siempre está presente. El concepto de la etapa que finaliza, y el paso del tiempo, hace percibir lo que se va y eso es un mero causante de nervios.

Perrone sostiene que una vez establecidas cuáles son las problemáticas y sus causas, es posible avanzar hacia la solución. Dentro de un proceso no patológico de ansiedad, la persona cuenta con recursos que le permiten organizarse y enfrentar las situaciones temidas o movilizantes.

Los recursos naturales pueden sintetizarse en los siguientes:

Organización: Para optimizar la salud mental, es necesario mantenerse organizado. Para eso se debe llevar un plan escrito de todos los eventos y tareas a realizar, y atenerse a ese plan.

Técnicas de relajación: Existen numerosas disciplinas que contribuyen a la relajación física y mental. Entre ellas: el yoga, la meditación, el mindfulness. Sin embargo, se sugiere acudir a profesionales matriculados y recurrir a la psicoterapia, siempre y cuando se necesite ayuda.

Alimentación, ejercicio, descanso: Resulta evidente pero en la mayoría de los casos no se come adecuadamente, ni se ejercita como se debe o se duerme lo suficiente. Una dieta correcta, una rutina de ejercicios de al menos tres veces por semana y dormir entre 7 y 9 horas, mejora la salud mental y aumenta el bienestar, permitiendo afrontar los problemas con mayor energía.

Cuando lo anterior no es posible deben incluirse consultas con especialistas, que colaboran para lograr un mejor manejo de la angustia, que permita concretar y disfrutar de los proyectos deseados. Las técnicas, que se utilizan, en general buscan como objetivo la autonomía cada vez mayor del sujeto, frente a los síntomas que lo limitan. En los trastornos de ansiedad son especialmente eficaces la psicoeducación, el monitoreo de síntomas y sus ensayos de solución y las técnicas que permiten la prevención de recaídas.

De esta forma, la Facultad de Medicina de Fundación Barceló, brinda tips para contribuir a que la sociedad transite un diciembre más tranquilo y lograr calmar las ansiedades en esta época del año.