Cubas: "Apunto a consolidarme, a tener un nombre"

Miércoles 4 de enero de 2017 | 10:36hs.
Cubas emigrará a Italia para jugar a préstamo por seis meses en el Pescara.

Era necesario que el 2016 quede atrás para Andrés Cubas. Porque el tren en el que transitó hasta la primera mitad lo mantuvo en clase A, hasta que llegaron las semis de la Copa Libertadores. Allí, con el golpe de la eliminación a manos de Independiente del Valle, el escenario se modificó y sólo lo consiguió para clases menores o en su defecto, se quedó sin viaje.

Llegó la antesala del 2017, puso la cabeza en remojo y usó como vía de escape la pesca en suelo correntino junto a Juan Manuel Insaurralde, el último compañero en Boca del que se despidió. Sí, porque el joven de Aristóbulo decidió continuar su carrera en el Pescara de la primera división de Italia, que lo contrató a préstamo por seis meses con opción de compra.


Sereno, como es habitual, Andrés dialogó con El Territorio en el aeropuerto capitalino, mientras transitaba los últimos minutos en compañía de papá Francisco, mamá María, su hermana Leticia (12) -Florencia y Benjamín se quedaron en Aristóbulo-, su tío Cristian y Sonia, una ex vecina de Aristóbulo cuyos hijos eran compañeros de fútbol y que le regaló un equipo de mate para el viaje.


Restan algunos detalles, “pero está todo listo, llego y hago la revisación médica y me pongo a entrenar”, confió el futbolista, quien viajaba a medianoche u hoy.


Sobre el Pescara, precisó que se puso al tanto de la colocación en la tabla (está último), “pero nada... el desafío me interesa, cuando salió la propuesta dije que sí, voy a probar suerte, mentalizado, con todas las ganas, a dar mi parte y mantenernos en primera”.


Antes de esta chance, hubo un contacto del Alavés de España, aunque no se terminaron de poner de acuerdo, “creo que por el cupo de extranjeros, estaban dando vueltas y apareció lo de Pescara, y nos inclinamos por esa”.


Pasó un buen 2015 con títulos incluidos; luego llegó la primera mitad de año con continuidad, la lesión y el regreso que terminó con el dolor de la Libertadores... “La verdad que empecé el año bien, jugando, después en mi mejor momento me tocó la lesión, pude volver, jugar las semis y el técnico eligió poner a otros compañeros, que los veía mejor que a mí, que le podían dar otra función. Es respetable, pero el hecho de no jugar estos seis meses, uno es joven, piensa en jugar, seguir una carrera, quizás estaba un poco tapado y elegimos tratar de seguir creciendo”.

 

¿Pensaste, en esto hay que rendir examen todos los días?
“Ya sabía que cuando llegás, lo más difícil es mantenerse, todos los días dar el ciento por ciento, demostrar que podés estar, todo es aprendizaje y a no bajonearse, esto recién arranca, soy joven, no te podés quedar o bajonear. El fútbol es así, más en Boca, que siempre exige al máximo, me tocó vivirlo, pero necesito jugar y por eso decidí irme”.

¿Qué momentos te llevás?
“Los momentos más lindos fueron cuando debuté, esa emoción de estar ahí, vivir todo el mundo Boca, también los campeonatos que ganamos, un año muy lindo, la peleamos y coronarlo con Copa Argentina y campeonato fue muy lindo, fue un año muy bueno, me llevo esos recuerdos, entrenamientos, vestuario, esta primera etapa fue muy buena, y quizás me toque volver, apunto a consolidarme, a tener un nombre en el fútbol y madurar en lo futbolístico y en lo humano”.


Mamá María, invadida por la emoción, confesó que le dio los últimos gustos. Su pequeño cruzará el Atlántico, pero el lazo no se cortará; al contrario, tomará más fuerza. Andrés extrañará en el Viejo Continente “las escapadas que se daban mis viejos a Buenos Aires, se va a hacer un poco más complicado, pero vamos a estar en contacto, este es un momento que te alejás de la familia pero es el futuro que uno eligió por más que haya que dejar de lado algunas cosas”, cerró.

 

Por Gilberto Pérez