“Querían decir que se resbaló, no querían contar por qué se tiró”

Martes 19 de septiembre de 2017
El mirador tiene una altura de 20 metros aproximadamente.
“Ella estaba llorando en mis brazos y lo único que hacía era mencionar al tipo, le decía que lo acompañe”. Las palabras, en medio de llantos atragantados, bronca e impotencia, corresponden a Miriam (23), hermana de la adolescente que murió al caer de un precipicio en el mirador del Cuña Pirú, en Aristóbulo del Valle. Describe el momento en que era llevaba al hospital.
En medio de tanta suspicacia y hermetismo por parte de la Policía de Misiones y el Juzgado interviniente, la joven decidió dar una escueta pero reveladora entrevista telefónica con El Territorio. Dijo que su hermana, de apenas 17 años, se suicidó delante de su pareja, un suboficial policial que ahora está siendo investigado.
Más allá del hecho, reveló también que los dos uniformados la abandonaron tanto a ella como a la adolescente en el hospital de Jardín América y le pidieron que mienta en declaraciones ante la Justicia, todo por miedo a perder sus trabajos. Hasta ayer, ella y su familia esperaban el cuerpo de la joven, que fue sometido a una autopsia en Posadas.
La muerte de la menor se registró el domingo por la mañana en el Hospital Madariaga de Posadas, luego de que llegara en ambulancia desde Jardín América. Según expresaron fuentes médicas consultadas, la joven llegó con a las 7.30 y “falleció en el proceso de atención”.
Tenía, agregaron las fuentes, lesiones internas múltiples y fractura de fémur y pelvis. Había estado esa noche junto a su hermana y su pareja policía; además de una pareja compuesta por otro uniformado -también suboficial- y una mujer llamada Valeria (32).

Noche de baile
Todos habían ido a un boliche de Dos de Mayo y se movilizaban en un Chevrolet Corsa. Los suboficiales implicados tienen 32 y 35 años y prestaban servicios en Jardín América, pero no trascendió quien era la pareja de la menor. Mucho menos sus identidades.
En sentido, Miriam expresó que no conocía a la otra pareja, desestimando que Valeria (32) era amiga de ella y de su hermana, como informaron desde la fuerza provincial. A su cuñado, lo había visto muy pocas veces y sólo sabía que trabajaba en la Brigada local.
“Nosotros ya volvíamos a y ellos -los policías- pararon el auto para fumar en la ruta”. El mirador queda sobre la ruta provincial 7 y, según expresó la entrevistada, los efectivos policiales pararon a fumar marihuana, ya que cada uno de ellos armó un cigarrillo de cannabis. Ella por su parte, encendió uno de tabaco.
Todos los ocupantes del vehículo bajaron, menos la adolescente, que se quedó por unos momentos dentro del vehículo. Miriam agregó que luego de unos minutos su hermana la “invitó a buscar algo arriba -por el mirador-. Me dijo ‘vení que te voy a mostrar algo que enterré’ y yo le dije que terminaba el cigarrillo e iba”.
La joven subió sola, por lo que unos instantes después se preocupó. “Subí unos metros, le llamé y le llamé y no estaba. Ahí le dije al él -por la pareja de la adolescente- ‘vení que mi hermana no me habla’”, detalló. El policía “subió corriendo y cuando llegó arriba, escuchamos que se tiró. Ella quería que él la vea”, agregó llorando.
Con sus palabras, Miriam confirmó que la muchacha se arrojó sola, aunque consideró que las razones fueron la conflictiva relación que mantenía la adolescente con el uniformado. “Mi hermana era una persona tranquila, cambió mucho desde que estaba con él. Ella se mató porque estaba cansada”, expresó con bravura.
Agregó que su pareja la maltrataba haciendo referencia a su aspecto físico y que incluso durante la noche habían tenido un desencuentro. “Quería llamar la atención. Quiso mostrar todo el amor que le tenía así”, concluyó de forma polémica sobre la decisión de hermana menor de edad.

Las abandonaron
Sin embargo eso no fue todo, ya que luego dio detalles que describirían -de ser ciertos- una conducta repudiable de los uniformados. Luego de la caída de la joven, todos subieron al vehículo y fueron camino a Jardín América, siendo que Aristóbulo quedaba más cerca. “Le querían traer a la casa de mi mamá”, acusó Miriam.
La joven dijo que les suplicó que les deje en el hospital, que no le importaba que ellos se quedaban o no, sólo quería que un médico atienda a la menor. Fue entonces que “le bajó en el hospital y se mandó pata (sic)”, denunció. Es decir, ninguno de los otros tres ocupantes se quedó a interiorizarse sobre la salud de la joven. Luego, lo que ya se sabe.
Los efectivos sabían que el hecho le iba a traer complicaciones en su trabajo, por eso quisieron fraguar un plan entre todos. “Ellos querían decir que se resbaló, querían inventar que se resbaló. No querían contar por qué se tiró”, acusó la entrevistada. Agregó también que en sede judicial contó la verdad.
La jueza de Instrucción Uno de Oberá, Alba Kunzmann de Gauchat, llamó también a los otros testigos de la secuencia y deberá deslindar responsabilidades al respecto. Si bien primeramente la causa estaba caratulada como muerte dudosa, el informe oficial de la Policía de Misiones – proveído recién ayer – coincide en que la joven se arrojó sola.
El sumario policial lo lleva adelante la Comisaría Primera de Aristóbulo del Valle y por orden del Juzgado se hicieron las pericias correspondientes en el lugar del hecho y el automóvil involucrado. Paralelamente a esto, y mientras avanzan las investigaciones, los efectivos fueron pasados a disponibilidad de forma preventiva por orden de la Jefatura de Misiones.