A seis días del golpe, Ciudad del Este vive entre el miedo y el alerta máxima

Domingo 30 de abril de 2017
Mañana a la medianoche se cumplirá una semana del espectacular golpe comando contra la sede de Prosegur en Ciudad del Este, pero a pesar del paso de los días la región continúa sacudida, atemorizada y preocupada.
En Paraguay las autoridades implicadas en la investigación registran más confrontaciones que avances, mientras que en Brasil la cacería todavía se expande a otras localidades más alejadas de Foz de Iguazú pero casi simultáneo muchos sospechosos recuperan su libertad uno a uno.
En Argentina, por su parte, o más precisamente en Misiones, la zonas fronterizas fueron reforzadas por orden del Ministerio de Seguridad de la Nación, cuya ministra, Patricia Bullrich, también manifestó la predisposición del país en colaborar en la investigación y en la lucha contra bandas criminales que actúan en la región.
Tras las primeras versiones que indicaban que el botín sustraído era de alrededor de 40 millones de dólares, recién el jueves la empresa emitió un comunicado oficial a la Justicia paraguaya consignando los resultados del arqueo: en la bóveda faltaban 11.720.255 dólares.
A pesar de importante reducción en el monto, el botín sustraído de igual forma se transformó en la mayor cantidad de dinero robada en la historia policial paraguaya, superando el registro alcanzado en el año 2000, cuando asaltantes dieron un millonario golpe en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi de Asunción (ver Otros golpes...).
Del botín robado, sólo se ha logrado recuperar 1.275.030 dólares, 6.733.640.000 guaraníes y 219.450 reales. El dinero fue incautado tras los procedimientos efectuados en Brasil, donde también se secuestraron armas, chalecos y explosivos.

Investigación dispar
Según consignaron medios locales, en el transcurso de la semana se concretaron casi una veintena de detenciones, la gran mayoría en territorio brasileño. Sin embargo, al menos siete de los sospechosos ya recuperaron su libertad por distintos motivos, todo bajo autorización de la Justicia Federal de Foz de Iguazú.
Por su parte, en Paraguay se registra una confrontación entre la Policía y la Fiscalía por las formas en las que se avanza en la investigación. Mientras las críticas por la falta de previsión o la falla en los trabajos de inteligencia aún están latentes, ahora se suman las relacionadas a los escasos resultados de la pesquisa posterior al hecho.
En Ciudad del Este se estableció inclusive el lugar desde dónde se habrían terminado de planificar los últimos pasos del golpe. Se presume que fue en una lujosa vivienda del Paraná Country Club (también mencionado en su momento como el lugar donde residía clandestinamente Ibar Pérez Corradi) y en el lugar hasta dieron un drone que habría sido usado para estudiar los movimientos de Prosegur desde el aire.
En ese country fue detenido un brasileño del cual se sospechaba era miembro activo del PCC (Primer Comando Capital), al cual le adjudican el golpe, pero el hombre fue liberado a las pocas horas, despertando un aluvión de críticas y provocando la intervención del Ministerio del Interior para mediar entre la Policía y la Fiscalía interviniente.
La última novedad se conoció ayer, cuando la Policía detuvo a dos peligrosos criminales en las afueras de Ciudad del Este. Los dos tienen pedidos de captura emitidos por la Justicia brasileña, están sospechados de tener vínculos con el PCC y uno de ellos tiene seis antecedentes por asalto a bancos y transportadoras de caudales.
Mientras tanto, en la ciudad la población aún no logra sacar de sus mentes las explosiones y el ruido de las metralletas accionadas durante la madrugada del último lunes.
El argentino que reside a cuatro cuadras de Proseguir que había dialogado con El Territorio tras el hecho ya no está más en la ciudad. Junto a su familia, decidió mudarse, al menos por unos meses, para intentar recuperar la calma.
Misma medida tomaron varios vecinos de la zona, quienes incluso ahora pretenden unirse y enarbolar un pedido para que la empresa mude la sede, por temor a que un hecho de esta magnitud vuelva a producirse.

El caso
El mega asalto a Prosegur comenzó el último lunes cerca de las 00.15. Al menos medio centenar de delincuentes coparon la ciudad y ejecutaron un perfecto plan de acción, distracción, defensa y fuga.
Los asaltantes se dividieron en tres grupos. Un bloque incendió vehículos en puntos estratégicos para despistar y obstaculizar el accionar policial, mientras el segundo estaba conformado por francotiradores que se apostaron en edificios linderos y el tercero avanzó hasta Prosegur en varios vehículos y con tres camiones blindados.
En el lugar detonaron cuatro explosivos con los cuales hicieron volar las paredes de la bóveda y llegaron al dinero. De ahí huyeron en distintas direcciones y habrían cruzado hacia Brasil por el lago Itaipú con deslizadoras y potentes lanchas.
Los operativos se iniciaron en Brasil y menos de doce horas después la Policía se tiroteó con un grupo: Tres abatidos.


Otros golpes y planes abortados El último gran golpe
El mayor asalto registrado hasta el momento se había cometido el 4 de agosto de 2000, cuando ocho delincuentes interceptaron un blindado de Prosegur en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi de Asunción. El vehículo fue sorprendido cuando estaban a punto de pasar los sacos de dinero a un avión. En total se robaron 11.132.000 dólares.

Doble asalto
Al menos 25 delincuentes coparon la ciudad de San Cristóbal y en forma simultáneo realizaron dos golpes a distintas sucursales bancarias. Nunca hubo precisiones oficiales, pero se estima que en total se alzaron con 177 millones de guaraníes que al cambio de hoy equivalería a casi 40.000 dólares. En este caso también se usaron explosivos. Fue en 2014.

Piratas del asfalto.

En marzo de 2015, dos vehículos repletos de criminales interceptaron a dos blindados de Prosegur mientras circulaban hacia Minga Porá (a 100 kilómetros de Ciudad del Este). En el lugar se registró un tiroteo y el plan fue abortado por los delincuentes.

Megaplan desbaratado.
Siete meses más tarde, la Policía desbarató un megaplan que estaba a punto de ejecutarse otra vez en el aeropuerto de Asunción. La idea era volver a interceptar blindados de Prosegur por el camino.