Floppy Tesouro fue mamá por primera vez y ahora anuncia fecha de casamiento

Ella deseaba ser mamá y esperó el momento justo. Sabía que la ocasión precisa llegaría de la mano del hombre indicado. Entonces, la modelo Floppy Tesouro (30) fue paciente. Se subió a algunas relaciones que murieron en el intento y dejó pasar algunos amores que –entendió– no le darían lo que tanto deseaba. Hasta que en su camino se cruzó el arquitecto Rodrigo Fernández Prieto (39), quien fue su amigo durante ocho años. Pero un día se miraron distinto y encendieron la llama del amor. Esa primera llama dio comienzo a una hermosa relación. “Pensar que fuimos amigos ocho años, y cuando me besó comenzó la magia. En dos meses nos embarazamos y hoy nos unen el amor, la pasión, la confianza y esta familia que elegimos formar”, había comentado Floppy.

La familia a la que se refería se completó el jueves 8, cuando a las 9.12 de la mañana nació Moorea, la hijita que esperaron con tanto amor. La beba, que llegó al mundo por parto natural en el Hospital Alemán, pesó 2,840 kilos y midió 48 centímetros. "Nos espera una época hermosa. Mi sueño era ser mamá y encontrar al hombre indicado para darle un buen papá a mi hijo. Y seguro vamos a buscar hermanitos", reveló la modelo unos días antes de dar a luz.

Y cuando finalmente la pequeña Moorea llegó al mundo, Floppy se sintió la mujer más feliz. Entonces, compartió en Instagram una primera fotografía. “¿Qué más le puedo pedir a la vida? Explotada de amor. Te amamos hija. Te amo Rodrigo Fernández Prieto”, escribió la morocha al pie de una imagen muy tierna, tomada apenas nació la beba, que los muestra a los tres juntos. El flamante padre, por su parte, eligió la misma foto para publicar en su cuenta de la red social, pero al pie escribió: “¡Moorea, mamá y papá! ¡Bienvenida al mundo mi amor! Te amamos”.

La modelo está tan contenta que quiere gritarlo a los cuatro vientos. “Estoy plena y feliz, Moorea es tal cual siempre la soñé, mi pequeña princesa”, se emocionó. “Es una dulce, la lleno de besos todo el tiempo”, agregó. “Ya estamos instalados en casa y la llevamos bárbaro, aprendiendo a ser papis y disfrutando de este rol. Ro, además de un gran compañero de vida, es un gran padre, me ayuda mucho y estamos embobados con nuestra beba hermosa”, continuó, conmovida.

La experiencia de dar a luz para ella se convirtió en la más maravillosa del mundo. Pensó unos segundos para elegir la mejor definición, y entonces dijo: “Es inexplicable el amor que se siente cuando te la ponen en tu pecho, se me explotó el corazón de felicidad”. Además, admitió que hoy se concentra en la crianza de su beba y en la enorme tarea de ser mamá. Es que para ella no hay nada más importante. El físico –aunque es su herramienta de trabajo– quedó en segundo plano. “Engordé 15 kilos durante el embarazo”, dijo mientras comentó que la beba se prendió muy bien a la teta. “Es hermoso dar la teta. La lactancia genera una conexión única entre el bebé y la mamá”, confió.

Algunos meses antes que llegara Moorea, Floppy y Rodrigo empezaron a pensar en pasar por el altar para unirse en matrimonio. No dudaron y comenzaron con los preparativos de la boda, que se llevará a cabo a principios de 2017. “Teníamos pensado casarnos antes de la llegada de Moorea. Todo fluyó rápido y naturalmente por el tiempo que hace que nos conocemos y el amor que nos tenemos, sólo que lo postergamos para que yo pueda dar a luz a Moorea y tenga tiempo de recuperarme. Pero es un hecho, estamos con la organización”, había dicho. Hoy, con la beba en casa, sólo resta pasar por el altar, porque la familia ya está formada.