Cuidados para prevenir el síndrome urémico hemolítico

Sábado 18 de noviembre de 2017

El síndrome urémico hemolítico (SUH) es una enfermedad transmitida por los alimentos (ETA), causada por una cepa de la bacteria Escherichia coli, que suele estar presente en la materia fecal de animales y personas y que afecta el sistema renal y urinario de los humanos.
Se presenta generalmente en primavera y verano, dado que el inicio de la época de calor es la más propicia para contraer la enfermedad por la mayor proliferación de esta bacteria en el ambiente.
Según estimaciones del Ministerio de Salud de la Nación, en la Argentina cerca de 5.000 personas son infectadas por año con E. coli, productora de toxina shiga, y se diagnostican más de 400 casos anuales de síndrome urémico hemolítico. De estas infecciones, un 10% son en niños menores de 5 años, las cuales causan un alto riesgo para su vida por la afección aguda de los riñones y la potencial necesidad de transplante.

Si bien el Senasa con su trabajo de control permanente en los establecimientos de faena minimiza los riesgos de transmisión de la bacteria a los alimentos, es fundamental que los consumidores adopten una serie de cuidados al comprarlos, trasladarlos, almacenarlos, cocinarlos y consumirlos.
"Es importantísimo conocer las características, consecuencias y medidas de prevención del SUH que cada familia puede incorporar, así como las acciones que realiza el Senasa en este sentido para evitar los daños que puede ocasionar esta enfermedad en la salud de las personas", explicó Jorge Dal Bianco, director nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Senasa.

Las recomendaciones
Las recomendaciones para la prevención de la enfermedad son:
- Lavarse las manos antes y después de tocar animales, manipular alimentos e ir al baño.
- Colocar la carne en un bol para guardarla en la heladera, poniéndola en los estantes inferiores de manera tal de evitar los derrames hacia los cajones de frutas y verduras.
- Mantener la cadena de frío de los alimentos.
- No almacenar las verduras crudas al lado de la carne, indistintamente de si se encuentra o no cocida.
- Lavar las verduras con agua (dos gotas de lavandina por litro de agua), dejando reposar la misma al menos 5 minutos.
- No usar la misma tabla y cuchillo para cortar la carne cruda y las verduras que no se cocinarán, así evitará la "contaminación cruzada".
- Cocinar los alimentos a más de 70 grados de temperatura. Consumir siempre agua potable y lácteos pasteurizados.
- Bañarse en piscinas controladas donde se conoce que el agua no estuvo expuesta a desechos de animales.
- Evitar que los niños se lleven las manos a la boca luego de jugar con animales domésticos o de granja, y lave sus manos de manera reiterada antes y después de comer.
- En los jardines de infantes, los docentes deben usar guantes cuando cambian los pañales evitando la contaminación cruzada entre los infantes.
Para consultas sobre buenos hábitos de manipulación y elaboración de alimentos concurrir al centro de salud más cercano o ingresar a la página web del Senasa: www.senasa.gob.ar

Recaudos desde la chacra hasta la mesa

Desde el Inta, Wilfrido Martínez Duarte recordó que la producción de frutas y hortalizas debe hacerse bajo ciertas normas, especificadas en el Código Alimentario Argentino puesto en vigencia por Ley 18.284, reglamentada por Decreto 2126/71 y sus actualizaciones, regido por un reglamento técnico que establece disposiciones higiénico sanitarias, bromatológicas y de identificación comercial que deben cumplir las personas físicas o jurídicas, los establecimientos y los productos que se enmarcan en su órbita con el propósito de salvaguarda de la salud de la población. Para lograr un alimento saludable, el productor es el primer escalón de responsabilidad en aplicar las normas que establecen condiciones ambientales de producción aplicando procedimientos técnicos llamados BPA o Buenas Practicas Agronómicas, en la chacra. Se trata de distintos cuidados que debe llevar adelante el productor para que los frutos de la chacra sean sanos, inocuos; esto es, que no deben causar enfermedades a quien lo ingiere debido a su contaminación química o por bacterias.