¿Influye el horario en la curación de las heridas?

Miércoles 15 de noviembre de 2017 | 22:30hs.
Su reloj interno es la razón por la que las heridas podrían curarse con mayor rapidez si se producen durante el día que si ocurren de noche, según una nueva investigación.

Unos experimentos con células cutáneas y otras células de ratones mostraron que las heridas realizadas de día curaban más o menos con el doble de rapidez que las producidas de noche.

Luego, cuando analizaron la recuperación de las heridas de 118 personas con quemaduras, los investigadores encontraron que las heridas que se habían producido de noche necesitaron de un 60 por ciento más de tiempo para curarse que las que se produjeron de día.

El reloj corporal, también llamado ritmo circadiano, regula la curación de la herida por parte de las células cutáneas y optimiza el proceso de curación durante el día, concluyeron los investigadores. Añadieron que esto podría resultar útil para la cirugía y otros procedimientos médicos, y también podría llevar a nuevos medicamentos que mejoren el proceso de curación de las heridas.

"Hemos mostrado que los ciclos diarios de nuestro reloj interno controlan qué tan bien las células pueden reparar el tejido dañado al afectar a una proteína esencial llamada actina", dijo el autor principal, Ned Hoyle, del Laboratorio de Biología Molecular del Consejo de Investigación Médica de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra.

"La reparación efectiva de la piel es fundamental para prevenir las infecciones, y cuando la curación no se produce de forma adecuada, las heridas pueden volverse crónicas o puede producirse una cicatrización excesiva", comentó Hoyle en un comunicado de prensa del Consejo de Investigación Médica.

"Realizar más investigaciones sobre el vínculo entre el reloj corporal y la curación de las heridas nos podría ayudar en el desarrollo de medicamentos para prevenir los procesos de curación de heridas defectuosos o incluso ayudarnos a mejorar los resultados de las cirugías", añadió Hoyle.

El estudio aparece en la edición del 8 de noviembre de la revista Science Translational Medicine.