La terapia conductual que ayuda a curar el insomnio

Jueves 27 de octubre de 2016 | 01:00hs.
Las personas con insomnio que reciben terapia cognitivo conductual logran reducir la ansiedad

Los pacientes con insomnio que incorporan cambios conductuales sufren menos estrés y mejoran el rendimiento durante el día que si utilizan terapias farmacológicas.

 

Un equipo invitó a 160 adultos con insomnio crónico a participar de un programa de seis semanas de terapia cognitivo conductual. Al azar, la mitad también utilizó una terapia farmacológica (grupo control).

 

Al final del experimento, ambos grupos dormían mejor, pero los usuarios de la terapia cognitivo conductual mencionaron una disminución significativa del efecto del insomnio en el rendimiento diurno, la memoria, la concentración y la calidad de vida, además de una reducción de la ansiedad, la depresión y la fatiga.

 

“Demostrar que la terapia cognitivo conductual no solo mejora el sueño, sino también el rendimiento diurno y la calidad de vida, es muy importante. Eso debería darles esperanzas a los pacientes con insomnio crónico”, dijo el autor principal, Charles Morin, de la Universidad Laval, Quebec.

 

La Asociación Estadounidense del Sueño estima que uno de cada tres adultos sufre insomnio ocasional y que uno de cada 10 duerme menos de 6,5 horas por noche durante varios meses.

 

Las principales causas del insomnio son las enfermedades mentales, los efectos adversos de los medicamentos, el tabaquismo o el consumo excesivo de cafeína y alcohol. El insomnio es más común con la edad y afecta más a las mujeres que a los hombres. El estrés, el trabajo por turnos y los viajes frecuentes por distintas zonas horarias lo agrava aún más.

 

Los autores estudiaron a un grupo de adultos de 30 años o más con insomnio crónico; todos participaron de sesiones de terapia grupal, de 90 minutos cada una, durante seis semanas. A la mitad también se le indicó tomar zolpidem (Ambien).

 

Luego de este tratamiento inicial del insomnio agudo, se volvió a dividir a los participantes en grupos para recibir terapia cognitivo conductual de manera intermitente durante otros seis meses o abandonar la terapia. Los primeros continuaron mejorando en el largo plazo con respecto de los segundos, según publican los autores en Behavior Research and Therapy.