Garuhapé alberga una construcción emblemática

Domingo 19 de marzo de 2017 | 09:59hs.
Conocida popularmente como ‘la casa de la curva de Luján’, está abandonada hace años. | Foto: Norma Traid.

Colonia Luján nació como parte de un convenio bilateral de posguerra que trajo al primer contingente de familias japonesas a esta zona de Misiones, provenientes de la provincia de Nagano, que llegaron en el año 1959.

 

A la altura del kilómetro 1.494 de la ruta nacional 12, se erige una construcción que hoy está abandonada pero sigue siendo la referencia de localización de colonia Luján, a pesar de haber sido construida en la década del 80.

 

Roberto Matsunoshita, reconocido integrante de la comunidad japonesa de esta región, relató ante la requisitoria de El Territorio que “esa casa fue construida como vivienda familiar, la hicieron al estilo japonés con tecnología diferente a la de acá”.

 

“Está construida con tablones de cinco por dos pulgadas con rendijas entre sí de cuatro centímetros cubierta con cemento, es una construcción mixta con toda la estructura hecha de madera, no se utilizaron clavos de metal y en su reemplazo tiene cuñas de madera pero solamente en las puntas”, explica.

 

“La casa tenía capacidad para seis personas y la construyó un japonés que luego de un accidente, que lo puso en riesgo de perder uno de sus brazos por una infección, decidió volver al Japón abandonando todo lo construido”.

 

“Allí vivimos nosotros casi por quince años”, dice Roberto Matsunoshita, refiriéndose a él y su familia, “pero después nos mudamos a Puerto Rico, actualmente esa casa está totalmente abandonada”.

 

Por su estilo de construcción y ubicación estratégica a la vera de la ruta nacional 12, hace muchos años atrás la familia Matsunoshita recibió una oferta del gobierno provincial a través del Emitur para instalar en el lugar un parador turístico, propuesta que finalmente no prosperó.

 

A pesar de las adversidades y de los sacrificios que afrontaron los inmigrantes japoneses cuando llegaron a Colonia Lujan, los que se quedaron y vencieron los obstáculos lograron el desarrollo de emprendimientos forestales, plantaciones de yerba mate y cítricos, viveros y tabaco.

 

Lo primero que construyeron, además de sus hogares, fue la escuela que sólo tenía bancos al aire libre y recibía a maestros que llegaban desde Puerto Rico para enseñar.

 

‘La casa de la curva de Luján’, como se la mencionaba popularmente, hoy se confunde entre altos arbustos y para los que no la vieron en su esplendor puede llegar a pasar inadvertida, pero para los lugareños es el ícono que recuerda que a ese lugar llegaron a fines de la década del 50 del siglo pasado unas 90 familias buscando un lugar en el mundo para arraigarse, tener una familia y perdurar.

 

Sólo ellos, los japoneses de colonia Luján, saben de su desarraigo, nostalgias, sacrificios e ilusiones.