Fuerzas de Argentina y Brasil tras la ruta del contrabando de madera

Viernes 19 de mayo de 2017
El robo de madera nativa y el apeo ilegal son delitos que persisten hace tiempo en Misiones. La gran selva se vuelve irresistible para aquellos bandidos – en la mayoría de nacionalidad brasileña- que buscan lucrar a costa de la naturaleza. Pese a los esfuerzos policiales de Argentina y Brasil, no se ha logrado detener del todo a los grupos que encuentran entre los grandes matorrales y los angostos ríos, una vía de escape y escondite.
En los últimos días y gracias al trabajo conjunto de fuerzas de ambas márgenes del río Uruguay, se logró incautar un aserradero móvil, troncos, elementos de tiro para utilizar en bueyes y madera ya aserrada en los municipios de Guaraciaba y San José de Cedro (Santa Catarina, Brasil), proveniente de Misiones y destinada a la venta.
De acuerdo a lo que indicó el jefe de Policía de Misiones, comisario general, Manuel Mártires Céspedes a El Territorio, “este trabajo conjunto se da gracias al Operativo Frontera Blindada, vigente hace ocho meses, que permite tener una comunicación más fluida con las fuerzas brasileñas. De esta forma nos enteramos muchas veces de delitos que del lado argentino son más complicados de encontrar, debido a la espesura de la selva”.
Según señaló Céspedes, el apeo ilegal se realizaba en el límite entre San Pedro, Bernardo de Irigoyen y Brasil, para luego destinarse a San Miguel do Oeste (comuna brasileña vecina a San Pedro) para su comercialización.
Si bien desde el Ministerio de Ecología indican que el terreno es privado, desde la Policía tratan de establecer si alguna parte del predio  pertenece al Parque Provincial Yabotí.
Las operaciones eran realizadas de forma fluvial, a través del río Pepirí Guazú, un cauce de agua angosto que separa los países. 
En estos momentos, al menos 40 agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) junto a integrantes de la Policía Militar Ambiental de Brasil se encuentran rastrillando la zona.

Secuestro
Días atrás, la Policía Militar de San José de Cedro y Guaraciaba (Brasil) en conjunto con la Policía Ambiental de San Miguel do Oeste, realizaron una operación de combate al contrabando de madera.
Durante la operación, los policías encontraron en el interior de San José de Cedro un local a la vera del río Pepirí, donde los bandidos recibían clandestinamente las maderas provenientes de Argentina. Ni bien vieron llegar a la Policía Militar brasileña, los delincuentes se fugaron y se perdieron en la selva.
De acuerdo al informe oficial, en los márgenes del río dentro de la propiedad, los policías encontraron un aserradero móvil, herramientas de tiro para animales y ocho troncos, además de cierta cantidad de madera costanera ya trabajada.
En el curso de la investigación resultó fundamental la denuncia radicada por la empresa maderera Forestal Belga apostada en la localidad de San Pedro. La Policía Militar Ambiental tomó las medidas pertinentes en el caso, haciendo  responsable al propietario de la tierra donde estaban las maquinarias y las maderas mientras se establecen los responsables del delito y los beneficiarios.

Operación en conjunto
Tras lo sucedido, personal de la Unidad Regional XII y el GOE comandados por Céspedes en Argentina y el jefe de la Policía Militar coronel Dirceu Neundorf en Brasil, comenzaron una serie de operaciones para combatir el contrabando y el apeo ilegal de madera que se realiza en la zona.
Divididos en equipos, los agentes se metieron en la selva para rodear el lugar y tratar de hallar más pistas que conduzcan a los responsables del apeo ilegal.
Los investigadores continuarán el rastreo siguiendo la ruta de la madera hacia el río Pepirí y las localidades brasileñas como Línea Padre Reus y San Miguel do Oeste, del estado de Santa Catarina Brasil, áreas de mayor explotación ilegal y comercialización de la madera argentina.