Una unión de empresas fabricaría las casas de madera a gran escala

El proyecto para crear una fábrica de casas de madera a gran escala en Misiones, que se convertiría en la industria de ese tipo más grande de Latinoamérica, tuvo gran repercusión en la víspera y se conocieron más detalles de esta iniciativa surgida desde la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes forestales de Misiones (Apicofom) y publicada ayer por El Territorio.
Se concretaría a través de una Unión Transitoria de Empresas (UTE) “para llegar a fabricar 15 mil viviendas por año”, estimó ayer el ministro de Industria, Luis Lichowski. A su vez, destacó que la UTE podría estar integrada por hasta siete empresas.
La cantidad de viviendas a ser construidas superaría ampliamente a las 5.000 fabricadas por año en la actualidad. Comenzarían duplicando hasta llegar a las 15.000 unidades. Comenzaría a ponerse en marcha la fábrica -una de las tres previstas se montará en el Parque Industrial de Posadas-, una vez asegurada las compras por  parte de Nación.
Lichowski recordó ayer en los medios locales aquellas viviendas Ñande Roga, que fueron un plan masivo que se dio en los años 80 para paliar el problema habitacional en la provincia.  “Fue un error haber discontinuado las Ñande Roga”, indicó.
Cómo era el plan Ñande Roga
El impulsor de las Ñande Roga fue  el entonces gobernador radical, Ricardo "Cacho" Barrios Arrechea.  "El plan Ñ-R nació como una emergencia tras una crisis maderera del año 1984 y en sus inicios contó con aportes nacionales", recordó ayer a El Territorio.
Explicó que se comenzó con el modelo Ñande Roga I, vivienda pensada para familias de muy escasos recursos, que era entregada en comodato. El diseño, según Barrios Arrechea, era adaptado a la zona y con inspiración en la arquitectura improvisada de la zona. "Principalmente con madera nativa, ya que por entonces la forestación de pinos era naciente con rollos de poco diámetro". La vivienda recorrió todos los rincones de la provincia, "como unidades aisladas o en pequeños barrios en lugares apartados o zonas suburbanas (Itaembé Miní tuvo su origen en un barrio Ñ-R I, hoy englobado pero en pie e intacto)".
Se prosiguió con el modelo Ñande Roga II, apuntando a la clase media. Se hicieron círculos de ahorro y préstamos con el Banco de la Provincia entregándose dos viviendas por mes, además de las financiadas por el Consejo Provincial para el Desarrollo Económico (Coprodeco), que administraba su construcción privada y provincial. El último eslabón fue la Ñande Roga III, antes de su liquidación por el gobierno de Julio Humada, modelo que aún habita en Junín y Mitre. "Su construcción y montaje era muy rápida y de fácil traslado; en camiones, camionetas y hasta en carro polaco; el sistema constructivo era de paneles", detalló el ex mandatario.
"Las fabricaban 17 empresas, las montaban seis y las transportaban cuatro. Se comenzaba a lograr especialización y optimización en la línea de fabricación cuando algunas decisiones políticas las partió con un hacha", lamentó. En menos de tres años se fabricaron e instalaron 3.875 viviendas. Cada 100 viviendas generaba mil puestos de trabajo directos e indirectos. Explicó que la calidad está demostrada luego de 30 años con las viviendas en pie en toda la provincia casi sin mantenimiento.
Cacho Barrios Arrechea dijo que "si no se hubiese discontinuado y tomado como política de Estado, hoy podríamos estar a la altura de los tradicionales países desarrollados del hemisferio norte en materia de viviendas industrializadas".