El Misionero del Año tuvo su quinta edición

Sábado 16 de diciembre de 2017
Foto: Natalia Guerrero

Ayer se desarrolló la ceremonia de entrega del premio Misionero del Año, que impulsa desde hace cinco años el diario El Territorio con el objeto de destacar la entrega, la pasión y el ejemplo de instituciones y vecinos que a través de sus acciones dejaron una marca en la tierra colorada. En esta oportunidad entre los diez finalistas elegidos por el público a través de una votación electrónica, se destacaron las figuras del ex deportista Ernesto 'Finito' Gehrmann, los Hermanos Núñez, la biblioteca 2 de Abril, el músico Ramón Ayala y el grupo de teatro Murga de la Estación.
La terna se completó con Cristian Cañete, impulsor de la ONG Los Caras Sucias que fomenta valores a través del fútbol; la médica Liliana Arce, Jefa del Servicio de Infectología del Hospital de Pediatría Fernando Barreyro y los estudiantes de la Epet 18 que fabricaron prótesis con una impresora 3D para donarlas. Asimismo, entre los misioneros destacados tuvieron un lugar Amelia Bannan, la oficial de Policía que tras sufrir un accidente de tránsito logró dar a luz a su hijo Santino, estando en estado de coma; y la fundación Vuelve a Soñar que desde hace cuatro años asiste a las personas privadas de sus necesidades básicas.
La gala se realizó a las 19 en la Planta Editorial con la presencia de los diez candidatos junto a  familiares, amigos y trabajadores del medio. En el inicio de la premiación se proyectó un video homenaje dedicado a todas aquellas personalidades que fallecieron durante el 2017 dejando una huella imborrable en la provincia. Tal es el caso de Stefanía Vier, Luis Andrada, Ivonne Pierron y Eliana María Krawczyk quien junto a Jorge Isabelino Ort se desempañaban como tripulantes del  submarino Ara San Juan. 

Al promediar la ceremonia, la terna por los tres finalistas destacó la labor de la Epet 18 de Puerto Esperanza, cuya directora Fernanda Lenguaza al recibir el premio sostuvo: "Quiero agradecer a El Territorio por hacer visible este trabajo, por su presencia. Como escuela y en el monte necesitábamos esta presencia, y agradecer a los chicos por su compromiso". El segundo puesto lo ocupó Cristian Cañete quien dedicó  la condecoración  "para esas personas que están pensando constantemente en hacer el bien a otras personas. Porque nada es individual, todo es en grupo".
Finalmente, resultó ganador del máximo galardón, el poeta del monte, Ramón Ayala, quien a través de su poesía y sus melodías logró representar como pocos el sentir de la selva misionera y sus habitantes. Al recibir el premio, el creador de El Cosechero destacó: "No creo que haya tierra con este color, sabor, y misterio del monte. Soy un trabajador incondicional desde que me levanto hasta que me acuesto. Vivo sintiendo a Misiones y a los misioneros".