Las nueve especies más curiosas recién descubiertas
Jueves 25 de mayo de 2017 | 04:00hs.
Una araña similar al sombrero seleccionador de Harry Potter, una baya que sangra o una hormiga que recuerda a los dragones de Juego de Tronos son algunas de estas asombrosas especies:
La araña que versiona al sombrero de Harry Potter
En la peculiar Eriovixia Gryffindori, semejante a un gorro picudo, encontramos un homónimo del sombrero seleccionador de la casa Gryffindor, de la famosa saga ideada por J.K. Rowling. Este arácnido no llega a los 2 milímetros de longitud, y tiene la capacidad de mimetizarse con el marrón de las hojas secas, entre las que se camufla durante el día. De noche, se mueve por los bosques occidentales de Gaths, en la India. Sorprendentemente, todavía no se han encontrado ejemplares masculinos. Los científicos han descrito a esta especie como una oda a la mágica y fascinante vida de los invertebrados, a menudo pasada por alto.
Un saltamontes rosa brillante
En el este de Malasia se esconde un minúsculo insecto, similar a un saltamontes: Eulophophyllum kirki, de no más de una pulgada y media de longitud. Llama la atención por su aspecto, que se camufla asombrosamente bien con las hojas del entorno; las hembras, en rosa brillante y los machos, en verde. Posee diminutas patas cuya forma y detalles son muy similares también al aspecto de las hojas. Una nueva especie de Katydid descubierta por casualidad, cuando un equipo de investigadores buscaba tarántulas y serpientes en Borneo. El fotógrafo Peter Kirk es quien logró capturar a uno de los especímenes conocidos, y a quien se le debe su nombre.
La rata que come raíces
Un milpiés que bate récords
Se cree que sobrevive desde hace 200 millones de años, en el momento de la ruptura del supercontinente de Pangea, pero no ha sido hasta ahora que se ha descubierto esta nueva especie de milpiés, el Illacme tobini. Posee una extraña habilidad: puede ir añadiendo segmentos de su cuerpo y patas extra durante toda su vida. Gracias a esta capacidad, podría romper fácilmente el récord de la criatura con más patas sobre la Tierra, con 750 patas. No obstante, los especímenes observados hasta ahora poseen 414 patas. Fue descubierta en el Parque Nacional Sequoia, y vive en pequeñas fisuras y grietas por debajo de la superficie del suelo. No tiene ojos, pero sí cuatro de sus patas modificadas para transferir esperma a las hembras, y unas pelos que segregan fibras de seda.
La hormiga dragón de Juego de Tronos
La Khaleesi, madre de dragones, podría adoptar a esta hormiga con la espalda llena de espinas, que le sirven para defenderse de sus enemigos. Los científicos han descubierto varios ejemplares de Pheidole drogon en Nueva Guinea, y la han bautizado así en honor a uno de los dragones de la serie. Los ejemplares de obreras poseen cabezas y mandíbulas especialmente grandes y fuertes, usadas para aplastar semillas que, de otra manera, no serían comestibles.
El ciempiés nadador
Con 20 pares de patas y hasta 20 centímetros de largo, el Scolopendra cataracta es la primera especie de ciempiés capaz de sumergirse en el agua y nadar a gran velocidad justo por debajo de su superficie igual que lo haría en tierra firme. Un ciempiés muy escurridizo y con unas capacidades nunca antes vistas. No obstante, su hábitat, a lo largo de arroyos y terraplenes, está en peligro debido a la actividad turística.
La baya sangrienta
Si bien ya era conocido por los botánicos hace 50 años, el Solanum ossicruentum estaba erróneamente categorizado como una variación de la especie S. Dioicum. El fruto de esta planta leñosa mide de 1,5 a 2,5 centímetros de diámetro, y su nombre se debe a un curioso efecto que ocurre cuando se corta: su carne se vuelve del verde oscuro al rojo intenso, dando la sensación de que la baya sangra. El nombre fue elegido por un grupo de 150 estudiantes de Ciencias de la Vida de Pennsylvania.
La orquídea del diablo
El Telipogon diabolicus tiene una estructura reproductiva en su centro que recuerda a la cabeza de un diablo. Se localiza únicamente en el sur de Colombia, en una zona de bosque actualmente amenazada por una construcción. Se calcula que de las 3.600 especies diferentes de orquídeas que hay en Colombia, aún quedan cientos por descubrir.
