Arrestan a policía que mantuvo cautiva y torturó a su pareja

Domingo 8 de enero de 2017 | 13:45hs.
Horas de terror padeció una joven que denunció haber estado cautiva a manos de su pareja

Horas de terror padeció una joven que denunció haber estado cautiva a manos de su pareja, un cabo primero de la Policía de Misiones, a quien acusó de golpearla y amenazarla de muerte con su arma reglamentaria, al punto que el sujeto le habría gatillado varias veces la pistola 9 milímetros en la cabeza.

 

Se trata de un caso muy serio de violencia de género, agravado por la condición de funcionario público del acusado.

 

El hecho se registró en la madrugada del 1° de enero, en un departamento ubicado en un edificio de calles French y Jujuy de la localidad de Oberá.

 

La denuncia fue radicada por Graciela S. (22), una empleada de comercio que meses atrás inició una relación sentimental con el cabo primero identificado como Manuel D.L.R., quien hasta la semana pasada prestaba servicios en la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional II.

 

Según el testimonio de la víctima, el infierno se desató cerca de la medianoche del 31 de diciembre, cuando el policía comenzó a agredirla verbal y físicamente. En un momento, la mujer logró salir del departamento y trató de pedir auxilio a los vecinos, pero el sujeto la alcanzó, la tomó de los cabellos y volvió a encerrarla.

 

Fueron más de tres horas de violencia extrema. La chica pidió auxilio a los gritos, pero nadie acudió en su ayuda, tal vez por temor a involucrarse en una causa contra el citado policía, conocido por su carácter irascible y antecedentes similares.

 

Fuentes de la UR II mencionaron que la víctima declaró que su pareja la golpeó con un trapo mojado, presumiblemente para no dejarle marcas, y reiteradamente le gatilló el arma en la cabeza. Luego la habría amenazado con matarla si le contaba a alguien lo sucedido.

 

De todas formas, a instancias de familiares y amigos, el mismo día 1 la joven radicó la denuncia en la Comisaría de la Mujer, desde donde dieron intervención a la Justicia de Instrucción que ordenó la detención del acusado.

 

Apartado del cargo
El policía fue alojado en la Seccional Segunda, donde permaneció detenido durante dos días. Asimismo, fue notificado de la orden judicial que establece la prohibición de acercamiento a 300 metros de la víctima.

 

Paralelamente, la Jefatura de Policía ordenó su pase a situación de disponibilidad, por lo que fue apartado de sus funciones dentro de la fuerza.

 

Además del sumario administrativo, afrontará un proceso penal que podría derivar en su baja definitiva de la Policía, habida cuenta a que posee serios antecedentes. 

 

En febrero del 2015, el mismo sujeto y otro policía fueron denunciados por agredir a dos mujeres en un conocido local bailable de esta localidad, al tiempo que cruzaron golpes con sus propios camaradas que se hallaban custodiando el lugar.

 

Según testigos, entre ellos los propios uniformados que cumplían tareas de seguridad en el local, los dos policías sancionados habrían llegado alcoholizados y comenzaron a molestar a los concurrentes.

 

La tensión fue en aumento y habrían agredido a dos mujeres que se negaron a compartir unos tragos con ellos. Al observar la situación, el personal de seguridad se acercó a sus colegas para tratar de interceder y retirarlos en buenos términos del lugar, pero los díscolos no entraron en razón y tuvieron que recurrir a la fuerza.

 

Segundo policía detenido
El viernes, por otra parte, fue detenido otro policía acusado de hostigar a su ex pareja, quien ya lo había denunciado por violencia de género. Se trata del cabo primero Javier D. O., quien cumple funciones en la Seccional Cuarta de Oberá.

 

El funcionario fue acusado de desobediencia judicial y amenazas, puesto que llegó a la casa de su ex, a pesar de la prohibición de acercamiento dictada oportunamente por la Justicia a raíz de hechos anteriores.

 

Fuentes de la fuerza indicaron que el año pasado el policía dejó a su mujer por una compañera de trabajo. De todas formas, la ex mencionó que el sujeto la acosaba y no le permitía rehacer su vida.

 

La situación fue de mal en peor, hasta que lo denunció por golpes y amenazas. A consecuencia de ello recibió contención de personal de la línea 137 de asistencia a las víctimas de violencia.

 

En ese contexto, el último viernes el cabo primero desoyó la orden judicial y terminó tras las rejas.